Durante el desarrollo del congreso de SEIU, uno de los sindicatos más grandes de los EEUU, una de las principales invitadas fue Kamala Harris, vicepresidenta de EE.UU., quien se dirigió a los más de 4000 personas que participaron.
Jueves 23 de mayo
En dicho contexto, un grupo de miembros de SEIU levanto las banderas de palestina para denunciar la complicidad de la administración de Biden con el genocidio perpetrado por Israel.
Para nadie es desconocida la profunda relación que existe entre el partido demócrata y líderes de importantes sindicatos en EEUU. El SEIU (Service Employed International Union), que representa una organización de millones de trabajadores de distintas nacionalidades, culturas, idiomas, etc., ha apoyado una y otra vez a una serie de candidatos demócratas y financiando incluso las últimas campañas de Hillary Clinton, la primera de Joe Biden y ahora nuevamente se pone tras las banderas de Biden y Harris.
Pero este año es diferente. La administración de Biden ha jugado un rol importante en sostener al genocida de Netanyahu y la política de guerra que esta llevando adelante Israel contra el pueblo palestino.
De hecho, en EEUU se ha levantado un enorme movimiento contra la guerra cuyo principal actor ha sido el movimiento estudiantil a través de los acampes y movilizaciones que han sido fuertemente reprimidas por la policía.
A pesar de este fuerte impulso contra la guerra, los líderes de SEIU hacen oídos sordos al grito de cese al fuego e invitan a la principal convención de su organización a Kamala Harris, vicepresidenta de EEUU. Una enorme plataforma para alguien que se niega a quitar el apoyo a Israel.
Durante el discurso un grupo de delegados e invitados, levantaron banderas y carteles por palestina, denunciando el rol cómplice de la administración de Harris y exigiendo al propio sindicato que tome posición contra el genocidio.
Esto es un ejemplo de cómo la clase obrera puede levantar gestos de solidaridad internacional, especialmente en un conflicto tan atroz como el que está sucediendo en la franja de gaza donde los principales afectados son mujeres, niños y ancianos, que son bombardeados diariamente por Israel, sin importar si están en un hospital o escuelas.