La agenda 2018 propuesta por la Argentina en este G20 fue: trabajo, alimentación e infraestructura. Sin embargo, el objetivo claro de este encuentro fue mantener fuera de la agenda y con poca relevancia el tema de las guaridas fiscales que incluye a funcionarios de los países centrales y periféricos.
Domingo 2 de diciembre de 2018 13:33
Fotografía: Enfoque Rojo
Pero antes de profundizar la actualidad hagamos un poco de revisionismo histórico y volvamos al año 2009, donde “La relevancia que adquiere el hecho de ser parte del G-20 para la Argentina se evidenció mayormente luego de la primera reunión de jefes de estado celebrada en el marco de este foro en noviembre de 2008 en Washington DC. Argentina fue descubriendo dicha relevancia en las sucesivas cumbres celebradas entre 2008 y 2009, culminando con una mayor presencia y participación durante el encuentro de Pittsburgh en septiembre del último año .
Ese mismo año el G-8, los países más industrializados del planeta, no pudieron escaparle a la crisis del 2008 originada en Estados Unidos, la crisis económica mostraba sus números: Francia (-2,2 %), EEUU (-2,4 %) y Canadá (-2,6 %), Reino Unido (-3,3 %), el bloque de la eurozona (-4 %), Alemania (-4,9 %), Italia (-5,2 %), Japón (-6,5 %) y Rusia (-7,9 %). Pero ese 2009, además, en coincidencia con el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, Boudou sostuvo que si bien los "dueños del Fondo" no son los mismos que conforman el G-20, estos "convalidaron las decisiones adoptadas por el grupo" de las naciones ricas y los países en vías de desarrollo. Ese año la Argentina logró un acuerdo con el FMI por 2.692 millones de dólares. La relevancia del G20 y el rol de FMI no están separadas porque Estados Unidos (tiene poder de veto en el directorio del FMI), y prioriza en su política exterior un mundo sin regulación financiera, luego de que en 1999 Bill Clinton derogó el BankingActde 1933 que Roosevelt había impuesto ante la crisis –desregulación- financiera de 1929. Por eso Wall Street sigue con detenimiento los movimientos de Trump.
Los países que conforman el G20, en su mayoría convalidaron que no exista regulación en temas financieros, priorizan mantener los tax havens (guaridas fiscales). Ahora sí, repasemos ¿Quiénes son los países que componen el g20? Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Corea del Sur, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos y Unión Europea. ¿Quiénes se opusieron en 2015 a “Los Principios Básicos de los Procesos de Reestructuración de Deuda Soberana”? Estados Unidos, Israel, Canadá, Japón, Alemania e Reino Unido; a favor estuvieron Argentina y el G77 más China. En aquel año de 2015 escribíamos en Cuadernos de Coyuntura lo siguiente : Las relaciones comerciales entre China y América Latina y el Caribe no son sólo meros intercambios comerciales, de capital y mercancías, sino también expresión de una relación política. Esto es evidente porque si bien Bolivia en el G77 impulsó esta propuesta, fue fundamental el apoyo de China. Asimismo, la Argentina logró, junto al apoyo de 135 países, sentar las bases para continuar el debate de la regulación financiera a nivel internacional. Es evidente que, hoy la Argentina tiene una mayor cercanía a la Casa Blanca, cuando en 2015 coordinaba acciones con China en tablero mundial ¿Cuál es la política exterior de este gobierno?
Una de las principales razones de la iniciativa en Naciones Unidas surgió a raíz de los problemas legales que tuvo Argentina en tribunales de Estados Unidos por los fondos de inversión (Hedge Fund o Fondos Buitre) que reclamaban el pago de bonos soberanos que entraron en cese de pagos en 2001. La argentina había gestionado un acuerdo de financiamiento con el FMI y luego en 2015 puso en evidencia los intereses de las potencias en relación a las cuevas financieras y la desregulación financiera que afectaban y afectan a muchos países, principalmente en África: según el “Banco Africano de Desarrollo (BAD), al menos 20 países pobres con grandes deudas han sido amenazados o sometidos a acciones legales por los acreedores comerciales y ha registrado que hasta el año 2007 los fondos buitres alcanzaron sentencias a favor en 25 juicios por cerca de mil millones de dólares”. Otro dato es que de los 23 países más pobres del mundo, 19 pertenecen al continente africano (World Economic Forum, julio de 2015).
En esa misma nota de Cuadernos de Coyuntura de la UBA Sociales nos surgió un interrogante ¿cómo continuarán estos enfrentamientos entre las distintas potencias y qué rol adoptarán los países de la periferia? Los cambios en Argentina y Brasil se encuadraron ahora para el lado de los intereses económicos y políticos de los países que votaron en contra en la ONU pero ¿Quiénes son los ganadores y perdedores globales?Los ganadores son los centros financieros de los países centrales que requieren mantener la desregulación financiera –libre movilidad de capitales, fuga de divisas, giro de utilidades y dividendos- y comercial –comprar todos los productos del centro-, y los perdedores son las economías periféricas que financian sus importaciones con endeudamiento externo. El G20 hoy tiene un aliado en el gobierno de Argentina y un socio, con Brasil, para seguir la diplomacia agresiva contra Venezuela. Si la política económica hoy en Argentina viene definida desde el FMI y la política exterior desde la Casa Blanca, por eso no aparece en la agenda 2018 del G20 ninguna referencia a la regulación financiera. Esto marca la relevancia que tuvo antes la Argentina y que tiene ahora en este grupo de países. La pregunta es ¿Qué harán Rusia y China y sus socios ante el predominio de los golpes de mercado –financieros- que provienen desde Wall Street, Londres y las guaridas fiscales?