Este lunes Guillermo Francos y el “dueño” de la SIDE, Santiago Caputo, recibirán a una comitiva de la central obrera. La semana pasada reglamentó la reforma laboral en una versión más a la derecha de lo votado, amenaza privatizar Aerolíneas, congela salarios y despide estatales, pero la CGT colabora hasta que duela.
Lunes 30 de septiembre 09:53
Este lunes a las 17 horas la CGT volverá a Casa Rosada. La primera vez fue en abril, con Francos como ministro del Interior. La segunda fue en julio, donde la cúpula gremial estuvo en la “mesa social” que impulsaba el secretario de Trabajo Cordero. Si uno lo mide por las cosas que pasaron después de cada una de esas visitas, se queda preocupado. Con el argumento del supuesto “diálogo constructivo”, en estos meses el gobierno aprobó la nefasta Ley Bases, echó a miles de trabajadores estatales, congeló salarios, atacó a las y los aeronáuticos y anunció la decisión de privatizar Aerolíneas, reprimió varias protestas, entre ellas de jubilados.
Si “la tercera es la vencida” sospecha que el próximo golpe lo volverá a dar el gobierno.
La visita está encabezada por los triunviros Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio). También formarán parte Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), entre otros dirigentes de la “mesa chica”. Se supone que no estará Pablo Moyano, que no ha convocado medidas de fuerza contundentes en estos meses, así que utilizar sus “desplantes” como forma peculiar de protesta.
Justamente el “constructor” Martínez adelantó la posición de la comitiva. "Más allá de la distancia que podamos tener con el Gobierno, estamos obligados al diálogo", dijo al ser consultado por la posibilidad de una medida de fuerza de la CGT. Además reclamó una mesa de trabajo que incluya empresarios, entre ellos al poderoso Grupo de los 6. El objetivo: “que el nivel de ajuste no recaiga en el pueblo argentino solamente”.
Parece un chiste. El ajuste ya recontra recayó sobre el pueblo argentino. 55% de pobres. Pero además generó una recesión que hunde todavía más la economía. En la Construcción se perdieron más de 100 mil puestos de trabajo. Martínez habla como si fuera 11 de diciembre de 2023.
Otros aseguran que la CGT irá a mostrar su malestar por la reglamentación de algunos puntos de la Ley Bases, como las indemnizaciones o la eliminación de multas para el trabajo no registrado. Es que los “dialoguistas” pactaron algunos cambios a la Ley Bases, que no dejó de ser antipopular, pero Sturzeneger afinó el lápiz para el lado derecho.
De cualquier manera, a quién le importan las quejas de la CGT en los despachos oficiales. Es puro teatro. Quizás la escena final podría ser un saludo en el balcón presidencial, como el que hizo Susana Giménez la semana pasada. Total…
La visita se da en el marco de una semana movida. Este miércoles habrá una masiva marcha universitaria contra el ataque de Milei. Además, los gremios del transporte podrían anunciar un paro nacional del sector. Si la CGT en vez de juntarse con el rosquero de Franco y el “monje negro” Caputo, convocara asambleas, se podría votar un plan de lucha hasta derrotar todos estos ataques.
El diálogo cegetista es una pantalla para que el gobierno pueda hacer el ajuste con “algún control”. Aunque ni eso han logrado.