Israel debe "detener inmediatamente" su ofensiva militar en Rafah. Así lo exigió este viernes la Corte Internacional de Justicia. Si bien la CIJ no tiene medios para hacer cumplir sus órdenes, e Israel ya dijo que no lo cumplirá, este fallo se suma a la presión internacional ante el genocidio que está llevando adelante.
Viernes 24 de mayo 12:45
A solo cuatro días del pedido de órdenes de detención internacional para el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y su ministro de defensa por parte de la Corte Penal Internacional, este viernes llegó un nuevo revés para el Estado de Israel y el genocidio que está llevando adelante en Gaza.
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La Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictaminó este viernes que Israel debe detener inmediatamente su ataque terrestre contra la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza. La ciudad de Rafah es fronteriza con Egipto y duarante meses el Ejercito israelí les dijo a los palestinos que sería un "lugar seguro" por lo que entre 500.000 y 800.000 gazatíes se desplazaron del norte y centro de la Franja de Gaza hacia el sur, donde se montaron enormes campamentos de refugiados en torno de Rafah. Sin embargo, en las últimas semana Israel comenzó su ofensiva sobre esta ciudad en lo que es ya una verdadera limpieza étnica, como parte del genocidio que lleva adelante, que combina bombardeos, ocupación, cierre de fronteras, ataque a convoys que llegan con ayuda y la nueva expulsión de los gazatíes hacia otras regiones.
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Si bien la CIJ no tiene medios para hacer cumplir sus órdenes, e Israel ya respondió que no las cumpliría, el nuevo fallo le asesta otro golpe cuando ya enfrenta un creciente aislamiento internacional.
La resolución ejerce más presión sobre el gobierno de Netanyahu frente al genocidio que lleva adelantes que ya se cobró la vida de más de 35.000 palestinos, la mayoría niños y mujeres, mientras que cientos de miles se han visto obligados a huir repetidamente para evitar los bombardeos que han devastado la mayor parte de la Franja.
La orden urge a Israel a "detener inmediatamente su ofensiva militar y cualquier otra acción en Rafah que pueda imponer al grupo palestino en Gaza condiciones de vida que puedan causar su destrucción física total o parcial".
Además, ordenó "tomar medidas efectivas para asegurar el acceso sin impedimentos" a toda la Franja de "cualquier comisión de investigación, misión de determinación de hechos u otro organismo investigativo" bajo órdenes de alguno de los órganos competentes de la ONU "para investigar las denuncias de genocidio".
También exige al Gobierno israelí "mantener abierto" el cruce de Rafah para "la provisión sin obstáculos y a gran escala de los servicios básicos y la asistencia humanitaria urgentemente necesarios" entre la población palestina de Gaza.
Estas medidas fueron votadas por un panel de 15 jueces y aprobadas con 13 votos a favor y dos en contra.
Esta es la cuarta vez que Sudáfrica pide a la CIJ emitir medidas cautelares adicionales para evitar un genocidio en Gaza y la tercera en la que el tribunal emite esas medidas instando a Israel a respetar la Convención y a tomar pasos para evitar el exterminio de los palestinos de Gaza.
A pesar del calibre de las denuncias que hablan de "genocidio" o "exterminio físico", varios funcionarios israelíes ya aclararon que no las van a cumplir. Incluso el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, que ha venido criticando a Netanyahu, dijo que el fallo de la CIJ es "un colapso moral y un desastre moral".
Algo similar pasó este lunes cuando la fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) pidió que habiliten una orden de detención para Benjamín Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, además de a tres líderes de Hamás. Esa misma tarde el Parlamento israelí votó por absoluta mayoría un repudio a la decición de la CPI.
El problema que tiene el Estado de Israel es que si bien nunca ha acatado ninguna de estas resoluciones y ni siquiera reconoce a la Corte Penal Internacional, todos estos fallos exponen ante el mundo la magnitud del genocidio que lleva adelante y compromete a todos sus aliados alrededor del mundo, empezando por Estados Unidos y las principales potencias imperialistas que financian y arman al Estado sionista.
Esto ya ha provocado un movimiento de rechazo internacional que tras meses de marchas multitudinarias en todo el mundo, derivó en las últimas semanas en un extendido movimiento estudiantil que pone de pie campamentos en apoyo a Gaza en las principales universidades, incluyendo muchas de elite, empezando por Estados Unidos y extendiendose a Francia, Estado español, Reino Unido, México, Brasil, Chile, Australia, entre otros.
Muchas de estas acciones, que hacen recordar al movimiento contra la guerra de Vietnam, vienen sufriendo una dura represión, en particular en Estados Unidos y Francia, con miles de detenidos en el primer caso y un centenar en el segundo. En el caso de Estados Unidos se traduce en un fuerte cuestionamiento al Gobierno de Biden, al que llaman "Genocida Joe" en medio de un año electoral, mientras que en Francia esa juventud que se solidariza con el pueblo palestino también une sus demandas a la de la solidaridad con el pueblo de Kanaky (Nueva Caledonia), que está bajo ataque y represión colonial del Estado francés y que implica un cuestionamiento político a Macron y al colonialismo imperialista.
Aunque los fallos de la CIJ y la CPI sean simbólicas en cuanto a la posibilidad de ser llevadas adelante, se dan en el marco de este movimiento internacional y una solidaridad histórica con el pueblo palestino que cuestiona no solo al genocidio del estado de Israel, sino a sus aliados alrededor del mundo.