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Red Internacional
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Coronavirus. La Matanza: ¿la cuarentena es igual para todos?

La Matanza es el partido más populoso del conurbano. Las familias sin trabajo, ¿cómo hacen para vivir en la crisis sanitaria y económica? Los recursos económicos del país deberían estar al servicio de las necesidades de los sectores populares. La solidaridad viene desde los de abajo.

Sábado 28 de marzo de 2020

Sabemos que son barrios muy precarios que no cuentan con agua potable, cloacas, y las familias viven en casillas de madera o chapas. Cada vez que llueve, las inundaciones afectan a las familias al punto que pierden todo, su ropa, sus electrodomésticos, sus recuerdos. Desde La Izquierda Diario hemos reflejado cómo quedan los barrios después de las inundaciones que desnudan la desinversión que hay en la obra pública. Pero también mostramos la solidaridad de las docentes en las escuelas matanceras en los momentos difíciles.

La crisis sanitaria golpea fuerte en lo económico, sobre todo en aquellos/as que son trabajadores/as informales, a los que hacen changas, a los que juntan cartones, a los que viven el “día a día”, a los que viven en estos barrios. Al tener muy bajos ingresos, planes sociales, AUH o no tenerlos, la cuarentena los obliga a no trabajar, por ende a no tener un plato de comida en su casa. Frente a esto, las trabajadoras de la educación están jugando un rol clave para que llegue algo de comida a las casas de estas familias: están armando bolsones que, como se denunció, no alcanza para todo lo que va a durar este aislamiento y tampoco es un alimento nutritivo para las personas que se encuentran sanas y así poder enfrentar en mejores condiciones esta pandemia. La solución inmediata para esto es un salario mínimo de cuarentena de $30.000 para que estas familias puedan subsistir todos los meses que dure, junto a suspender el pago de servicios esenciales como luz y gas.

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La guita, los precios y “respetar” el aislamiento

Los cajeros automáticos están estallados, con filas enormes porque muchos necesitan sacar lo poco que tienen para poder comprar alimentos y/o medicamentos, ya que en los barrios del fondo de La Matanza hay almacenes que no cuentan con pago de tarjetas.

Acá se ven los límites de la “cuarentena obligatoria”, la gente necesita salir a comprar, ir al almacén a la farmacia, o ir por los bolsones de comida que se reparten en la Municipalidad donde las filas son también larguísimas, como se ve en el siguiente video.

Mientras tanto, se especula con los precios de los alimentos esenciales que están por las nubes, una propuesta para el gobierno es que congele los precios al 1° de febrero. Todo esto debe ir acompañado con medidas sanitarias, los test masivos son importantes para poder detectar los focos de infección y atender a aquellos/as que sean casos de confirmados, tal como lo dijo la Organización Mundial de la Salud.


La salida es con los trabajadores, no con el aparato represivo

No casualmente eligieron La Matanza para que desembarque el Ejército, es una de las localidades más pobres de toda la Provincia de Buenos Aires. Saben que el efecto económico que causa la pandemia llevará a estallidos sociales porque las familias trabajadoras no van a tener que comer. Quizás por eso es que Fernando Espinoza, intendente del municipio, se juntó rápidamente esta semana con el Ejército y l Gendarmería para garantizar los bolsones de comida mientras que al mismo tiempo ya hay muchas denuncias de abuso de poder

Deben ponerse todos los recursos del país al servicio de las necesidades de la población, muchas empresas se llenaron los bolsillos ¿por qué no se les aplica un impuesto extraordinario?, el pago de la deuda superó los 5.000 millones de dólares ¿por qué no la dejan de pagar y ponen toda esa plata en equipar los hospitales con todos los materiales necesarios para enfrentar la crisis? Plata hay, lo que pasa que hay que tomar la decisión política de priorizar la vida del pueblo trabajador y poner ese dinero en salud, salarios, viviendas y educación. Los millones de pesos que se gastan en operativos de seguridad, ¿por qué no los destinan a un salario de cuarentena para aquellos/as que no tienen nada?

No queremos la militarización de los barrios. Tenemos que organizar la fuerza de todos los trabajadores y el pueblo pobre, como muestran las docentes y auxiliares con las familias, como mostró Madygraf que reconvirtió su fábrica para producir insumos para el Hospital de Escobar, las textiles de Neuquén que están haciendo barbijos, los estudiantes que piden que abran las universidades para poner el conocimiento al servicio de esta crisis, todos ejemplos que muestran que hay posibilidades de enfrentar esta situación.