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Red Internacional
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REPRESIÓN CRIMINAL. La Policía le sacó un ojo a un obrero del Astillero Río Santiago

Daniel Nievas había viajado junto a 1000 compañeros desde Ensenada al Congreso para rechazar el intento de reforma previsional. Un balazo de goma le hizo estallar el ojo derecho.

Martes 19 de diciembre de 2017 00:30

“Perdí el ojo, hermano, comunicale a los muchachos. Mañana me operan, hay que vaciarlo. Mala leche”. El mensaje, con voz serena y pausada, lo envió la noche de este lunes Daniel “El Dengue” Nievas a uno de sus compañeros del Astillero Río Santiago. Horas antes había recibido un balazo de goma disparado por uno de los criminales a sueldo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.

Nievas no fue el único herido de los 1000 obreros del Astillero que viajaron desde Ensenada a Buenos Aires. Sebastián Zapata, de la sección Soldadura, también tenía el ojo comprometido al momento de publicarse este noticia.

Sebastián Zapata herido en el ojo derecho

Temprano en la mañana los trabajadores y las trabajadoras del Astillero Río Santiago habían realizado una asamblea general. Allí votaron, por unanimidad, movilizarse a la Plaza de Mayo en el marco del paro general de ATE y de la CGT.

Unos 700 obreros viajaron desde Ensenada en 15 micros y varios autos. Antes de llegar a la Capital ya habían vivido el hostigamiento policial con un retén a la altura del peaje Hudson de la autopista, donde los hicieron bajar de los micros y revisarles las pertenencias. Una vez en Buenos Aires se dirigieron a la plaza del Congreso a manifestarse.

Durante varias horas esa delegación obrera fue parte de la resistencia a las avanzadas de la Policía porteña. Por momentos la pelea con la fuerza represiva fue casi cuerpo a cuerpo. Allí es donde Nievas recibió el criminal balazo de goma.

Según cuentan sus propios compañeros de la sección Cobrería del ARS, “El Dengue” Nievas es un luchador y activista de toda la vida, que ingresó como contratado a la empresa a mediados de los años 90 y siempre estuvo en todas las luchas.

La noticia de la pérdida de su ojo derecho en poco tiempo llegó a todos sus compañeros, quienes no tardaron en llenarse de bronca e indignación.

Sobre el final de la jornada se sabría que varios manifestantes sufrieron lo mismo que Daniel, demostrando el trágico saldo que la represión de la Policía macrista tuvo tanto de brutal y criminal como de premeditada.