Los trabajadores de la universidad Michoacana están siendo presionados vía la retención de sus salarios para aceptar una reforma jubilatoria que quiere imponer la SEP, condicionando el rescate de dicha universidad en crisis.
Miércoles 18 de diciembre de 2019
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Los trabajadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) están siendo presionados por el gobierno federal para aceptar un nuevo sistema de pensiones y jubilaciones.
El gobierno federal está reteniendo un presupuesto de 550 millones de pesos para cubrir la nómina de fin de año, aseguran que el presupuesto será asignado hasta que los sindicatos de la Universidad Michoacana acepten la reforma.
El sindicato de profesores aceptó la propuesta, pero los administrativos se negaron a firmar y salieron a las calles de Michoacán, lo que ha provocado que mil 703 trabajadores y 826 jubilados no cobren su salario.
Pese al paro nacional que impulsaron los trabajadores de 45 sindicatos hace unos meses, sobre la cual las autoridades aceptaron de manera formal un rescate parcial de las 11 universidades en crisis financiera, diciembre fue la fecha límite de la partida presupuestaria que se aprobó en cámara de diputados y hoy la SEP de la mano de la retención de presupuesto que está haciendo el gobierno federal, quiere hacer que las familias trabajadoras paguen la crisis universitaria.
Pero tras el paro nacional que involucró a miles de trabajadores universitarios ¿Quiénes negociaron un rescate parcial a cambio de aceptar la reforma al sistema de pensiones?
Los responsables son la burocracia sindical de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU) encabezadas por el priista Enrique Levet. Ellos decidieron por encima de casi 278mil trabajadores pactar con el gobierno federal un rescate parcial para descomprimir el descontento y desarticular la organización desde la base trabajadora y pasar sin mucha resistencia la reforma al sistema de jubilaciones y pensiones.
Las autoridades universitarias de la mano del gobierno federal se apuestan a sentar un terrible presentante en el gremio universitario, si la reforma al sistema de pensiones y jubilaciones pasa en un puñado de universidades, es probable que se apuesten a implementarlo en un espectro aún más amplio.
Es en este marco que debemos preguntarnos ¿por qué las direcciones sindicales que se reclaman democráticas no se han pronunciado? Estas direcciones sindicales han evitado pronunciarse contra de toda medida reaccionaria que ha impulsado la cuarta transformación, sellando un pacto en el que se garantiza “paz laboral” y se evita un plan de lucha capaz de dar respuesta a una política que quiere perpetuar a las futuras generaciones a morir en su puesto de trabajo.
Es por eso que frente al duro ataque al sindicalismo universitario es fundamental bregar por la más amplia unidad, es urgente que las direcciones sindicales que se reclaman democráticas se pongan a la cabeza de un plan de lucha que tenga como objetivo el rescate financiero de las universidades en crisis, echar atrás todo intento de modificación al sistema de pensiones y jubilaciones y romper el tope salarial.