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Red Internacional
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Editorial. La casta está en (des) orden

Un gobierno en declive que recibe una ayuda inesperada para su “batalla cultural”. Editorial de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que se emite todos los jueves de 22 a 24 por Radio Con Vos 89,9.

Fernando Rosso

Fernando Rosso @RossoFer

Viernes 9 de agosto 00:24

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  • Antes de que la grave denuncia de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández ocupara el centro de la discusión pública, la agenda estaba copada por las múltiples crisis del Gobierno de Javier Milei: el laberinto en el que ingresó el esquema económico; el agravamiento de la situación social; signos de creciente malestar en amplios sectores de la sociedad; críticas en on de empresarios muy importantes como Paolo Rocca; un recrudecimiento de las internas en el seno de La Libertad Avanza y el distanciamiento de un aliado clave para la coalición oficial como es Mauricio Macri. Un distanciamiento que cada vez más se está transformando en un enfrentamiento.
  • La visita de los seis diputados de La Libertad Avanza a militares genocidas condenados por delitos de lesa humanidad en el penal de Ezeiza sumaba un escándalo más que provocó divisiones en el corazón del oficialismo; en el Congreso tienen riesgo de naufragar resoluciones como el aumento de fondos reservados para la SIDE, los pliegos de los jueces propuestos para la Corte (Ariel Lijo) o podía avanzar (como quizá suceda) una propuesta de aumento de los haberes jubilatorios que pondría a Milei ante la incomodidad de tener que vetarlo.
  • Además, ciertos indicadores en la opinión pública comenzaban a mostrar que esa estabilidad en la imagen de Milei se deteriora lenta, pero constantemente.
  • La consultora Ad Hoc, que hace un rastreo de la conversación digital y de la agenda púbica en general, registró que en julio, el 24,56 % de los principales títulos de Clarín y La Nación versaron sobre la economía; el mes anterior había sido solo el 18 %. Es cierto que los diarios ya no se leen como antes y las tapas no tienen el mismo impacto, pero sus prioridades siguen marcando a la agenda de otras plataformas. Ni la Copa América ni la polémica elección en Venezuela invisibilizaron la agenda económica. Según la misma consultora, la negatividad asociada a esta agenda crece, la fama de Luis Caputo se incrementa, no así su imagen positiva. En síntesis, se mostraba cierta pérdida en el manejo de la agenda que para el Gobierno es esencial. Se le imponían no sólo temas, sino el tono en esos temas.
  • Hoy se conoció un dato más que puede agravar esta situación: la inflación en la Ciudad de Buenos Aires tuvo en julio su segundo mes consecutivo de aceleración: fue del 5,1%. En general, esta cifra adelanta lo que puede informar el Indec el próximo miércoles 14 sobre el IPC nacional.
  • En un artículo publicado en La Política Online, Javier Correa (de la consultora Ad Hoc) agrega un elemento más: el fin de la novedad (así se titula la nota). La pérdida de ese efímero encanto que tiene la novedad. Es un gobierno que aceleró todo, incluido los movimientos en su contra; una administración que ya fue escaneada y cuyos principales exponentes ya no son tan misteriosos. Pasó el tiempo del “descubrimiento”. En ese marco hay que tener en cuenta dos indicadores más: el "índice de culpabilidad", es decir, ¿quién tiene mayor responsabilidad en la situación económica actual? La necesidad de que no se achique el espejo retrovisor sobre la actuación del Gobierno anterior. Bueno, los resultados ya registran un aumento en el número de personas que adjudican al Gobierno de Milei la responsabilidad principal por situación económica actual. Otro indicador es el cruce entre la aprobación del Gobierno y la aprobación de la gestión económica. En esto hay brechas importantes (como las que midió la Universidad de San Andrés) que pueden alcanzar hasta los 12 puntos (en detrimento de la gestión económica, obvio). De alguna forma esto habla de expectativas y realidad.
  • Todo este escenario está cruzado, además, por la reactivación de la conflictividad social (docentes en varias provincias, Córdoba y Neuquén como casos destacados; huelga de los aceiteros en centros estratégicos; luchas contra despidos como el Frigorífico Rioplatense, huelga en el gremio ceramista o conflictos como el del neumático o el Hospital Posadas), la marcha de la CGT, CTA y “movimientos sociales” fue lo más moderado —para variar— de todas estas acciones.
  • Bueno, en ese contexto irrumpió el escándalo y la denuncia contra Alberto Fernández por violencia física ejercida contra su ex – esposa.
  • Esto habla de un tremendo doble discurso, de una doble moral del expresidente, obviamente, que se presentaba en público como el más feminista y como el que estaba poniendo fin al patriarcado. Que usufructuó esas banderas políticamente para intentar fortalecer a su Gobierno y estatalizar o gubernamentalizar al movimiento feminista o de la diversidad. Es un hecho extremo, repudiable y aberrante si se confirman todas las acusaciones.
  • Ahora, corresponde un análisis político porque es un tema atravesado por la política de punta a punta. Porque el “doble discurso” es constitutivo de una estrategia política, de la estrategia del “mal menor”.
  • El que mejor expresó esto fue Juan Grabois que en un extenso posteo en redes sociales intentó explicar (casi que se explicó encima) y justificar esta estrategia y dijo que Daniel Scioli, Alberto Fernández, y hasta Sergio Massa eran “indignos”, “inmorales”, “panquequeros”, “hipócritas”, “loperreguistas”, “ventajeros” etc. Todas acusaciones que no hizo en su momento (es más, se indignó con quienes marcaban esas características); todas verdades que no pronunció con la misma contundencia antes o sobre las que guardó silencio ¿Un silencio que hay que juzgar moralmente? Sí y no: es moral porque es esencialmente político. De hecho, tomo una frase del propio posteo de Grabois: “Muchas veces la necesidad de sobreactuar indignaciones tardías es directamente proporcional a las complicidades oportunas”. Tal cual.
  • El tema es político porque tiene consecuencias políticas. La principal consecuencia hoy es un favor generoso a este Gobierno en un momento complicado. El doble discurso le sirve a Milei para “confirmar” los preceptos de su “batalla cultural” e intentar desprestigiar a movimientos progresivos, y le da material para copar la agenda. Es el juego a la derecha más grande que se haya conocido en el último tiempo.
  • Ahora, también hay que tener en cuenta una cuestión: nadie le puede pedir a la “batalla cultural” más de lo que la “batalla cultural” puede dar. El “neoliberalismo progresista” entró en crisis por los resultados concretos (más por neoliberal que por “progresista”), unos resultados que el “neoliberalismo reaccionario” tampoco está obteniendo, ni de cerca. Es más, agrava la situación en todas las esferas de la vida social.
  • Lo importante (o para lo que todo este escándalo puede ser útil) es para sacar conclusiones sobre dónde están las fuerzas, cómo deben organizarse autónomamente y qué proyecto político hay que construir para superar la decadencia de la política tradicional.

Fernando Rosso

Periodista. Editor y columnista político en La Izquierda Diario. Colabora en revistas y publicaciones nacionales con artículos sobre la realidad política y social. Conduce el programa radial “El Círculo Rojo” que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs. por Radio Con Vos 89.9.

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