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Red Internacional
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8 de marzo. La desigualdad en el empleo y salario entre hombres y mujeres es peor que hace 20 años

Los datos fueron revelados este lunes por la Organización Internacional del Trabajo. La pobreza, la precarización, el desempleo y la inflación que aumentaron desde la crisis económica de 2008 y se incrementaron con la pandemia y la guerra en Ucrania afectan particularmente a las mujeres.

Lunes 6 de marzo de 2023 12:33

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La desigualdad en el acceso al empleo y en el nivel de salario de las mujeres con respecto a los hombres ha empeorado en los últimos veinte años. Esta es la conclusión de un informe presentado este lunes por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

"La disparidad de género en el acceso al empleo y en las condiciones de trabajo son mayores de lo que pensábamos y los progresos que se han hecho son lentos y decepcionantes", señaló hoy la entidad al difundir los primeros resultados de una nueva forma de medir estas desigualdades y que toma en cuenta factores relativos a la realidad de las mujeres que no se estaban considerando.

Las conclusiones ponen en evidencia una situación mucho más "desoladora" para las mujeres de lo que expresan las tasas de desempleo que se utilizan habitualmente.

Según los nuevos datos, un 15 % de mujeres en edad de trabajar quieren un empleo, comparado con un 10,5 % en el caso de los hombres, lo que indica que esta brecha no se ha reducido en dos décadas.

Esta realidad que no se refleja en las estadísticas de desempleo porque los criterios que se utilizan excluyen de forma exagerada a las mujeres.

La brecha es mucho más elevada cuanto más pobre es el país. En los "países en desarrollo" en general, casi el 25 % de mujeres no pueden encontrar un empleo, frente al 16,6 % de hombres, a lo que contribuye las mayores responsabilidades familiares que asumen las primeras, incluido el trabajo que supone el cuidado de niños y ancianos.

Estas actividades impiden que las mujeres busquen empleo de forma eficaz o que puedan estar disponibles rápidamente.

Las mujeres también son mayoritarias en los empleos considerados "vulnerables", como por ejemplo los que realizan en sus propios hogares o cuando trabajan para algún familiar.

Esta situación sumada al menor acceso al empleo tiene una repercusión muy negativa en los ingresos de las mujeres a nivel global: por cada dólar que los hombres ganan, las mujeres ganan 0,51 centavos.

Esta disparidad aumenta en los países de ingresos bajos (29 centavos por cada dólar de un hombre) y de ingresos medios (33 centavos), y aunque en los países de ingresos más altos la situación es algo mejor, dista mucho de ser ideal.

En estos últimos, las mujeres ganan entre 56 y 58 centavos por cada dólar que ingresan los hombres.

Mientras que el movimiento feminista ha conseguido en los últimos años una visibilización a nivel mundial de esta brecha y ha conquistado la ampliación de derechos en varios países, hay múltiples factores que las afectan particularmente. La profundización de crisis desde el estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera de 2008, a lo que le siguió políticas de austeridad y precarización acelerada del trabajo, se suman recientemente al aumento histórico de la inflación en productos básicos tras el inicio de la guerra en Ucrania. Todos estos elementos golpean directamente y en primer lugar a las mujeres.

Este 8 de marzo millones de mujeres se movilizarán en todo el mundo. La enseñanza que dejó el movimiento que se empezó a poner en pie en la última década es que cada derecho se conquista en la calle y que es allí mismo donde se defiende día a día para que no retrocedan. Hoy la pelea por que se pague el mismo salario por el mismo trabajo, sin importar el género, debe ir de la mano con la de trabajar 6 horas para que puedan trabajar todas y todos (luchando por acabar con la desocupación) y por que el salario sea igual a la canasta familiar, para evitar que nadie quede por debajo de la línea de la pobreza en medio de una crisis inflacionaria mundial.