Las elecciones del domingo 12/09 dejaron al Frente de Izquierda Unidad como la tercera fuerza política nacional. La mejor elección del FITU en las PASO y con resultados históricos. El más holgado, sin dudas, fue en Jujuy con una gran elección entre los trabajadores, los barrios populares y del interior de la provincia donde se obtuvo el 23,6 % (82.221 votos) y muy buenas elecciones en Chubut, Neuquén, CABA, PBA y en localidades del conurbano. Con estos resultados el FITU podría disputar cuatro diputados nacionales en noviembre. Entre ellas y ellos, el obrero de la recolección, Alejandro Vilca, queda con buenas chances al momento de encarar la dura pelea por lograr que por primera vez llegue al Congreso un diputado de los trabajadores y coya en representación de miles de jujeños y jujeñas. Un desafío que es parte de construir un gran partido de la clase trabajadora.
¿A qué se debe el fenómeno del FITU jujeño?
La elección del FITU en Jujuy expresa una combinación de fenómenos sociales y políticos. Canaliza las tendencias a un voto bronca y también un voto opositor (dado que el peronismo hace una "oposición a Su Majestad" y deja pasar todos los ataques de Morales), pero también una identificación elemental de los candidatos de la izquierda con la clase trabajadora. Esta última cuestión no es menor, ya que muestra la convergencia con sectores que hicieron experiencias de lucha y reconocen ese rol de la izquierda. Mineros de El Aguilar, choferes de colectivos, trabajadoras y trabajadores de la salud, docentes, vecinas y vecinos de Campo Verde, azucareros y familias de La Esperanza y Chalicán, jóvenes de la marea verde, comunidades originarias, ambulantes, rurales, entre tantos otros y otras.
Cientos tomaron la campaña en sus manos, en su lugar de trabajo y sus barrios, colaborando para que las ideas de la izquierda lleguen a toda la provincia, convenciendo en el boca en boca, difundiendo en redes y fiscalizando. Una vanguardia de trabajadores, trabajadoras y jóvenes que ven en la izquierda también un canal de organización en el marco de la crisis y las peleas que se vienen.
Pero, a diferencia de provincias donde en los últimos tiempos se dieron grandes acciones de lucha, sean luchas populares en defensa del medioambiente como en Chubut o de sectores de la clase trabajadora como los autoconvocados de la Salud –con gran apoyo popular– en Neuquén, en Jujuy el conflicto social ha sido de menor envergadura, a excepción de las movilizaciones masivas contra los femicidios que irrumpieron hace un año y que luego fueron desviadas con la votación de una Ley en la Legislatura.
Por todo esto, la particularidad del escenario jujeño está en que la falta de respuestas a los grandes problemas de las mayorías trabajadores y populares, en una provincia muy desigual [1], choca todo el tiempo con un régimen político completamente autoritario y persecutorio diseñado a la medida de unas pocas familias dueñas de la provincia y de una casta política llena de privilegios, alejada de la realidad de la mayoría trabajadora y popular. Un régimen que mantiene presos políticos, causas a quien proteste, aprietes a quien opine diferente y la proscripción al PTS-Frente de Izquierda impidiendo que pueda asumir Gastón Remy como diputado provincial. Todo esto no podría suceder con tanta impunidad si las direcciones sindicales y de los movimientos sociales (en su mayoría en manos del PJ) no dejaran pasar todos los ataques sin mover un dedo. Entonces, la oposición social al gobierno de Gerardo Morales y su alianza con el PJ-Frente de Todos que preside el diputado/empresario, Rubén Rivarola, ante tanto “desamparo” encuentra un canal de expresión en la izquierda que es la única oposición política consecuente, en la Legislatura y en las calles, tal como fue ratificado en las elecciones provinciales adelantadas de junio donde el FITU se ubicó como tercera fuerza.
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Uno de los nuestros
El impacto de la elección en Jujuy llegó a los medios nacionales que quedaron sorprendidos. No solo por el resultado, sino también porque un recolector de residuos sea quien encabece la lista del Frente de Izquierda. “Vilca, de 45 años, es recolector de residuos. Hace cuatro años, desde que fue elegido por primera vez legislador provincial por el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) de Jujuy, se encuentra de licencia. Pero asegura que si en noviembre no logra ingresar al Congreso como diputado nacional, volverá a colgarse del camión de basura”; así lo reflejó el diario La Nación.
Alejandro Vilca fue uno de los tantos jóvenes que al calor de los convulsivos años ‘90 optaron por la militancia revolucionaria. En San Juan donde fue a estudiar arquitectura conoció a la juventud del PTS, En Clave Roja, luego por problemas económicos se volvió y emprendió junto a otros compañeros y compañeras la fundación del PTS. Tuvo un rol destacado en la organización de miles de trabajadores y trabajadoras estatales y municipales precarizados contra el trabajo en negro, una pelea que le valió represalias de la dirección del SEOM y la intendencia. De ahí su ingreso a la recolección en la delegación municipal del populoso barrio Alto Comedero, donde años después será parte de una importante pelea que les permitió el pase a planta permanente de todos sus compañeros. En 2011, cuando se constituye el FIT en todo el país, Vilca encabezó la lista de candidato a gobernador, y en 2013 y 2015 estuvo a muy pocos votos de ingresar como diputado (no lo logró debido al antidemocrático piso proscriptivo del 5 % del padrón). A fines de ese año fue expulsado del SEOM por defender a sus compañeros como delegado de base. En 2017, con más de 63.000 votos, ingresó junto a Natalia Morales y Eduardo Hernández como diputado provincial. Fue la primera vez que diputados del pueblo trabajador y la izquierda trotskista conquistaban un puesto de lucha en el parlamento jujeño.
El propio Vilca relata sus orígenes humildes de la siguiente manera:
Me crie en el barrio San Isidro, junto a mis cuatro hermanos y mi madre, que trabajaba como empleada doméstica y en la limpieza del Sanatorio Privado de la ciudad, haciendo un gran esfuerzo para mantenernos. Desde chicos tuvimos que trabajar para ayudar en la casa. Terminado el secundario, me mudé a San Juan a estudiar arquitectura en la UNSJ; mantuve mis estudios trabajando como albañil, mozo y vendedor de helados. Allí conocí a la agrupación En Clave Roja del Partido de los Trabajadores Socialistas. En 1996 me convencí de empezar a militar en ese partido. Como muchos jóvenes que hoy no pueden terminar sus estudios yo también tuve que regresar a Jujuy por falta de plata. De regreso comencé a trabajar de forma precarizada en la municipalidad de San Salvador. En 2006 fui uno de los protagonistas de la lucha donde se puso en pie la Coordinadora Provincial de Trabajadores en Negro por el pase a planta permanente. Como castigo nos transfirieron a la recolección de residuos en el barrio Alto Comedero. Pero les salió mal, porque nos organizamos y conseguimos la efectivización de todo ese sector de municipales ¡Fue una enorme lucha!”.
Esta breve historia personal de Vilca es parte de otras experiencias militantes de obreros revolucionarios del PTS como Raúl Godoy (dirigente de la fábrica sin patrones, ex Zanon, y ex diputado provincial neuquino), Claudio Dellecarbonara (dirigente del Subte y actual diputado por PBA), Caty Balaguer (obrera despedida de Pepsico), Lorena Gentile (obrera de Kraft-ex Terrabusi), Julio Mamani (obrero de Aceros Zapla y concejal reelecto en Palpalá), Silvio “Choper” Egüez (despedido del Ingenio La Esperanza) y tantos otros compañeras y compañeros que le ponen el cuerpo a la organización de la clase trabajadora ante las patronales y la burocracia sindical, como parte de construir una fuerza política propia. Y como en todo el país, el partido actúa como un “intelectual colectivo”, en el que junto a los trabajadores están los organizadores, intelectuales, dirigentes estudiantiles y del movimiento de mujeres. En Jujuy hay un equipo donde, junto a Vilca, juegan un importante rol compañeras y compañeros como Natalia Morales (actual diputada y referente del movimiento de mujeres) y Gastón Remy (economista y concejal electo en San Salvador de Jujuy).
Gran apoyo en los sectores obreros y populares
Con 82.221 votos, la izquierda llegó al segundo lugar en San Salvador de Jujuy (25,4 %), Palpalá [2] (29,8 %) y Caimancito (34,5%) ganándole al PJ-Frente de Todos.
En el caso de la Capital y Palpalá, es sintomático el cambio en amplios sectores de trabajadores que históricamente votaban a los partidos tradicionales, como los choferes de colectivos. Parte de este cambio es producto de los conflictos permanentes en el sector por el maltrato de las empresas y los gobiernos que no pagan en tiempo y forma los salarios y, por otro lado, está la izquierda como única fuerza que los apoya. Un chofer, resume esa experiencia: “La izquierda siempre está reclamando si el trabajador no cobra en tiempo y forma su sueldo o tiene otros problemas. Los otros partidos hacen lo contrario, tapando y mintiendo, ninguno cubre la espalda del trabajador. De eso me di cuenta en estos momentos cuando vi que la izquierda es el único partido que ve las injusticias de los más necesitados. Los grandes partidos solucionan el problema del que tiene guita nomás, le mienten a la gente y perpetúan en el poder a sus familias. Eso no pasa en la izquierda y por eso los voté”.
Entre los y las trabajadoras de la educación también se registró una creciente votación a la izquierda en las PASO, con expresiones de apoyo llamado a votar al FIT, inclusive de otras agrupaciones docentes, delegados/as y activistas. “La izquierda es y será una fuerza que me representa como trabajadora y mujer. Los candidatos como Alejandro y Natalia son los que están en cada lucha, caminando a la par de los más débiles y no están detrás de un escritorio. Fuerza a la izquierda y a seguir fortaleciéndonos como una opción verdadera para el pueblo trabajador”, señala Isabel, docente del nivel medio.
En la juventud también el apoyo creció y durante las recorridas en los colegios la discusión de los estudiantes era directa: “son de izquierda o de derecha”; la disputa ahí está abierta. La juventud del PTS realizó un encuentro donde participaron jóvenes de distintos puntos de la provincia ratificando que quieren ser protagonistas de pelear su futuro. Así lo relata una joven estudiante: “banco al Frente de Izquierda porque son los únicos que pelean por los derechos de los trabajadores, las mujeres y los estudiantes. Porque mientras los demás partidos buscan enriquecerse junto a los grandes empresarios y con el apoyo policial, el Frente de Izquierda se carga todas las luchas en los hombros y salen a las calles a darle voz a nuestras peleas. También los apoyo por cómo incluyen a la juventud y porque no nos vamos a conformar con lo poco que tenemos, vamos a seguir peleando por nuestro futuro y esa pelea solo la podemos dar con la izquierda. Porque realmente necesitamos que se escuche la voz del pueblo trabajador”.
En la Capital, los porcentajes más altos se dieron en las barriadas obreras y populares como Alto Comedero, Villa San Martín, Villa Belgrano, El Chingo, Punta Diamante, Campo Verde, Malvinas Argentinas, San Pedrito, entre otras. “Yo los apoyo porque es el único partido que en estos momentos apoya constantemente a los trabajadores ya que es la clase más golpeada en estos tiempos mientras la clase política, como radicalismo y peronismo, que ya llegan a ser los mismos de siempre y están aliados para no dejarse caer, con semejantes sueldazos y negocios turbios hacen lo quieren con la plata del pueblo y así vamos camino a un desastre económico terrible. Por eso, apoyo a la izquierda. Basta de atropellos, basta de saquear a la provincia y al país endeudando a muchas generaciones”, señala un changarín del mercado de abasto de San Salvador de Jujuy. Cuenta Lili una trabajadora ambulante de la zona de la "vieja terminal" de la capital jujeña: “A la izquierda se la votó porque siempre está al lado de la clase baja, de los más humildes que llevamos el pan dignamente a la casa. Siempre la izquierda está dando una mano a la gente que más necesita, por eso fui a fiscalizar y dar una mano a la izquierda”. También hace oír la voz de quienes hacen el trabajo doméstico, Ramona, entusiasmada con el resultado del FITU dice, “Soy ama de casa y voto por el Frente de Izquierda porque quiero que se cumplan los derechos de los trabajadores”.
En el interior también creció el apoyo al FITU
En Humahuaca se hizo una gran elección, quedando prácticamente empatado el FITU con radicales y peronistas en el primer lugar. Hubo una tendencia de crecimiento en toda la zona norte de la provincia, con resultados también muy altos en ciudades como La Quiaca. La pertenencia a las comunidades originarias de Alejandro Vilca y Natalia Morales, como el apoyo sistemático a las luchas de esas comunidades y por la defensa del medio ambiente fue uno de los aspectos más reivindicados y apoyados por miles de jujeños y jujeñas que habitan el norte de la provincia. “Votamos al Frente de Izquierda, la única fuerza que acompaña las luchas territoriales de quienes padecemos los extractivismos, y que tiene una propuesta con agenda ambiental", dice Victoria, referente ambientalistas Huacalera.
También se expresó un importante crecimiento en la zona donde se concentra el proletariado rural del tabaco en las localidades de Perico, El Carmen, Monterrico y de los cítricos o azúcar como en Yuto, Caimancito, Chalicán. Familias rurales organizaron reuniones donde los candidatos del FIT recorrieron las fincas y las viviendas que se mantienen como en el siglo XIX, con letrinas, chapas y con una canilla comunitaria. Mientras enfrente las grandes casonas de los dueños de la tierra brillan y gozan de gas natural y todo tipo de lujos. “La UCR y el PJ estaban acostumbrados a competir entre ellos y turnarse en el poder. Ellos son amigos de los finqueros, gobiernan para ellos. Pero ahora la izquierda logró ser tercera fuerza porque son nuestra voz. Necesitamos diputados de izquierda para que sean nuestra voz, porque así somos más fuertes para reclamar, para recuperar nuestro sindicato. Ya no tenemos que conformarnos", dice Balbina, peona del tabaco. Las conclusiones de Balbina se multiplican en decenas de obreros y obreras rurales que ya no se conforman, empiezan a organizarse contra las brutales condiciones de trabajo y de vida, y ven la necesidad de una alternativa propia.
En los “pueblos ingenios” como Libertador, San Pedro, La Esperanza o La Mendieta también se tuvo un amplio apoyo superando los resultados de junio. Abel, trabajador rural de la zona del Ramal, señala que: “en representación de los trabajadores de la finca Río Negro Chalicán quería felicitar a todos los compañeros del Frente de Izquierda por la buenísima campaña que hicieron y a no bajar los brazos. Sabemos que siempre están con la clase trabajadora. A seguir adelante y cuenten con nuestro apoyo”.
Desde un sector emblema de la resistencia a fines de los ’90 cuando defendieron su fuente de trabajo e impidieron el cierre del ingenio toma la palabra un jubilado del ingenio La Esperanza: “Pido participar en la campaña en la provincia si esta en sus posibilidades sumarme sin ningún compromiso. Solo que me gusta la política. Y en contra de los socios que nos arruinaron la vida a los trabajadores del ingenio La Esperanza. Mi sentimiento es personal pero puedo ayudar con un granito de arena. Estoy a disposición cuando uds. lo dispongan”.
Siguen los testimonios. Una trabajadora municipal de El Talar, también suma su aporte: “acá la clase trabajadora salió a responder favorablemente con respecto a otros años. La izquierda se manejó a pulmón, concientizando a la gente trabajadora y del pueblo, y se ha visto que la izquierda va tomando fuerza en este pueblo. A pesar de los aparatos, la gente está viendo que el gobierno de turno está castigando a la gente trabajadora, imponiendo salarios bajos. Estoy contenta de que se vayan animando a dar ese voto de castigo. Tenemos que hacer ver que estamos dispuestos a levantar nuestra voz y nuestra bandera para hacer valer nuestros derechos”.
¿Cómo sigue?
El “recuento globular de fuerzas” (tal como definía el sentido de las elecciones Federico Engels) de las PASO dejó planteado que al régimen de los partidos tradicionales de la provincia se lo puede desafiar. Aunque sin dudas será una pelea difícil. El oficialismo pondrá todo su aparato de Estado para retener dos diputados y apuntar a mostrar un triunfo que apuntale la carrera presidencial de Gerardo Morales para el 2023. Sin tantas ambiciones, el PJ-Frente de Todos jujeño, intentará retener un diputado y aprovechará el giro a derecha de la coalición de gobierno tras la confirmación del nuevo gabinete. Manzur es quien articula el PJ en el NOA. Frente a estos grandes aparatos el FITU tendrá que dar una batalla enorme.
El impulso que dio la elección de las PASO es tomado por miles como una bocanada de aire fresco, con gran entusiasmo. Una posibilidad de hacer llegar un fuerte mensaje a los dueños de la provincia. Se necesita no solo fortalecer a la única oposición, sino contar con una fuerza política propia de todos los que a diario chocan con el régimen autoritario que sostienen la UCR y el PJ. El desafío es por partida doble: por un lado, en la preparación por la disputa de un diputado del pueblo trabajador jujeño al Congreso poniendo en movimiento esa gran fuerza de apoyo que se expresó en las PASO. Por otro lado, desde el PTS en el FIT-U, nos proponemos organizar un gran partido de trabajadores y jóvenes que pueda dar pelea en los sindicatos y los centros de estudiantes para recuperarlos y ponerlos en función de la lucha, la autoorganización y de la unidad de ocupados y desocupados, como también de la unidad obrero-estudiantil, necesarias para enfrentar el ajuste del régimen del FMI y sus partidos para que la crisis no la pague el pueblo trabajador. Tantos años de sacrificios y grandes luchas que anticiparon desde el norte una mayor lucha de clases en las regiones centrales del país (como en los ’70 y fines de los ‘90), demandan que la izquierda aporte a la construcción de un partido revolucionario que se prepare para intervenir en los tiempos más convulsivos que seguramente depare una Argentina bajo las órdenes del Fondo y los acreedores internacionales durante la próxima década. Esto es lo está en juego en el fondo, la posibilidad de llegar con la mayor fuerza posible organizada para cambiar el curso de la historia.
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