Expertos en la materia explican que la duración de la erupción es muy variable y que podría durar hasta un máximo de cuatro meses. El humo y los gases tóxicos, el principal problema.
Martes 21 de septiembre de 2021 10:20
EFE/Ramón de la Rocha
La erupción del volcán en Cumbre Vieja (La Palma) el pasado domingo, tras una semana con miles de seísmos, no ha provocado víctimas personales, pero está dejando una situación "desoladora" en la zona.
La lava "se come literalmente viviendas, infraestructuras y cultivos que va encontrando en su camino hacia la costa del valle de Aridane", ha explicado el presidente del Cabildo del municipio palmero de El Paso, Mariano Hernández Zapata. Se calcula que un centenar de viviendas han terminado engullidas por las lenguas de lava que avanzan a unos 700 metros por hora.
Ante este fenómeno natural, que tuvo lugar por última vez en la isla en 1971, se plantea la incógnita de su duración. Los expertos advierten de la dificultad de pronosticar cuanto tiempo estará activo el volcán. El director del Instituto Vulcanológico de Canarias, Nemedio Pérez, ha apuntado que podría prolongarse "desde varias semanas hasta pocos meses". Según ha explicado en la Cadena SER, depende del magma que se encuentre en el "reservorio" del volcán, ubicado entre tres y cinco kilómetros de profundidad y conectado con otra bolsa a veinte o treinta kilómetros. De esta forma, "la retroalimentación de la que está a más profundidad sobre la más somera podría hacer que la erupción se alargue", señala Pérez.
También ha hablado de la extensión temporal del fenómeno el vulcanólogo del CSIC Joan Martí, el cual cree que la duración tendría un mínimo de dos semanas y un máximo de dos meses, según los datos de los que dispone. Además, ha señalado que la lava discurre lentamente y canalizada por la topografía de la isla por lo que en principio no debería de suponer ningún peligro.
El humo y los gases tóxicos, el principal problema
El mayor problema, según los expertos, no es tanto la lava sino el humo y gases tóxicos que expulsa el volcán. Estos gases como el azufre y CO2 pueden ocasionar problemas respiratorios incluso la muerte, como la última erupción que se cobró la vida de dos personas por inhalarlos.
La estimación es que el volcán emitirá entre seis y nueve mil toneladas de gases tóxicos por día. También preocupan los incendios que puedan originarse por la lava, por lo que varias dotaciones de bomberos se han desplazado desde Tenerife para ayudar ante los posibles fuegos.