Otro paso en la coordinación. La fuerza y el entusiasmo de los sectores en lucha marcó la jornada de protesta

Muchos de ellos y ellas ya se conocían. Habían marchado juntos el 24 de marzo. También se habían encontrado en muchas de las peleas que recorren el país y habían realizado un Encuentro de las luchas el 17 de abril en la fábrica recuperada Madygraf, en el que habían votado movilizarse hoy.

Así fue como este martes dieron otro paso, que como ahí mismo dijeron "no será el primero, ni será el último": los sectores en lucha que se coordinan para pelearla marcaron desde temprano el ánimo de una jornada de lucha en las calles de la Ciudad de Buenos Aires y lo hicieron con una gran bandera de "unidad de trabajadores ocupados y desocupados", el día que se reúne el Consejo del Salario.

Muchos llegaron desde distintos puntos del Gran Buenos Aires para confluir en el Obelisco porteño, donde desde temprano hicieron un corte. Ahí se encontraron trabajadores y trabajadoras de la salud como los del Lacarde, la Clínica San Andŕes, Garrahan. hospitales de La Matanza y muchos más. No perdieron la oportunidad para sacarse una foto con una pancarta de elefante, en apoyo a los trabajadores de la salud de Neuquén que con su lucha de ya casi dos meses con cortes, marchas y asambleas, marcan el camino.

También el grito de "se siente, se siente, planta permanente", tronó por las calles de la ciudad. Es que los tercerizados y precarios en lucha fueron una parte clave de la columna de las luchas. Ferroviarios de MCM del ferrocarril Roca, Mitre y San Martín, trabajadores de tercerizadas de Edesur como EMA y Argencobra o aeronáuticos de GPS y Securitas que también se movilizaron junto a sus compañeros de Latam que pelean por sus puestos de trabajo.

Una mención especial merecen los obreros del frigorífico Arrebeef, que viajaron desde la localidad bonaerense de Pérez Millán para denunciar los despidos ilegales.

Estuvieron también mujeres y hombres de la Asamblea Permanente de Vecinos de Guernica, del barrio Los Ceibos y otras tomas de tierras llegaron para sumar su reclamo de vivienda digna para todas y todos.

En el caso de docentes, se manifestaron desde Ademys y los Suteba opositores a la conducción de Roberto Baradel. También estuvieron, por supuesto, los obreros de Madygraf, así como diversas organizaciones estudiantiles como la secretaría general del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UBA a la cabeza y referentes de la izquierda como Nicolás del Caño y Myriam Bregman que los acompañan en cada lucha.

Ya desde su presencia en el Obelisco salieron a enfrentar a un nuevo enemigo, que se suma a las patronales, gobiernos ajustadores y burócratas sindicales: le contestaron al periodismo que busca tirar a la opinión pública en su contra por movilizarse, a los que quieren tapar que todos los días los trabajadores viajan hacinados o trabajan en condiciones no seguras, expuestos al covid y sin vacunas. Se trató de una burda operación para desprestigiar a los que luchan contra una situación social cada vez más dura. Pero el ánimo de la lucha puede mucho más.

También en el Obelisco montaron una tribuna con emotivos discursos planteando la necesidad de seguir luchando en unidad, y luego marcharon cantando hasta el Ministerio de Trabajo donde los esperaban delegaciones del Plenario Sindical Combativo que hizo un acto en el lugar: "unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode", retumbaba en el microcentro porteño.

La unidad con los desocupados que habían marchado desde el Ministerio de Desarrollo social fue clave en la jornada. Ese sentimiento de unidad y compañerismo de los que la están luchando en condiciones difíciles fue lo que le transmitió una gran fuerza a la jornada y a la columna de las luchas.

El análisis del acuerdo en el Consejo del Salario y la jornada de protesta, en Alerta Spoiler: