Esta semana se retomó el debate sobre los créditos hipotecarios UVA en la Cámara Baja pero aún no aparecen las soluciones para las más de 100.000 familias que sufren la usura sin control de los bancos. Las falsas promesas del Frente de Todos y Juntos por el Cambio: un nuevo compromiso con casi seis meses de demora. ¿Por qué sigue trabado?
Jesica Calcagno @Jesi_mc
Viernes 18 de noviembre de 2022 17:34
Colectivos de Hipotecados UVA se movilizan al Congreso con sus reclamos
Luego de la decisión del presidente Alberto Fernández de extender el período de sesiones ordinarias del Congreso hasta el 30 de diciembre, la Cámara de Diputados intensificó su actividad para intentar cerrar el año con nuevas leyes. Sin embargo no parece estar en la agenda de las dos coaliciones mayoritarias dar una respuesta a los reclamos de los Hipotecados UVA que vienen de larga data.
Aunque esta semana se retomó el debate en la Comisión de Finanzas, ya viene con casi 6 meses de demora, y lo único que ofrecieron hasta el momento es… convocar una nueva reunión sin fecha. Las nuevas promesas vienen desde principios de mayo de este año, cuando el entonces presidente de la Cámara y actual ministro de Economía, Sergio Massa, y Juntos por el Cambio acordaron el compromiso de dar una respuesta a los Hipotecados UVA en un plazo de 30 días. A casi 6 meses de vencido ese plazo los hipotecados siguen con las manos vacías y las deudas al cuello. Desde ese compromiso hubo apenas dos reuniones informativas en junio, una en septiembre, y esta ultima donde comenzó el debate entre diputados y diputadas. Las dilaciones acumuladas muestran que no hay voluntad ni del Frente de Todos ni de Juntos por el Cambio de avanzar. La diputada Myriam Bregman del Frente de Izquierda intervino en el debate y marcó lo que hace falta: “poner una fecha para que esto se trate de forma urgente y se le de una solución definitiva a esta estafa organizada desde lo más alto del Estado”.
Muy poca participación de diputados, lamentablemente. pic.twitter.com/kjjS7VTSSE
— Myriam Bregman (@myriambregman) November 16, 2022
Créditos UVA: la gran estafa orquestada desde el Estado y los bancos
Los créditos UVA fueron lanzados en abril de 2016 por el gobierno de Mauricio Macri. Fue mediante una comunicación del Banco Central, creando un mecanismo de indexación para los bancos en base a la evolución de la inflación (primero llamados UVI, luego renombrados a UVA, Unidad de Valor Adquisitivo. La UVA es calculada y publicada por el Banco Central diariamente, y es utilizado para indexar los préstamos y otras operaciones financieras.
¿Por qué es una estafa del Estado? Cuando el gobierno de Macri lanzó los créditos hipotecarios UVA prometió que la cuota mensual sería similar al valor de un alquiler y se mantendría como una porción estable de los ingresos. La publicidad oficial que hizo el propio Banco Central aseguraba que las cuotas nunca superarían el 25% de los ingresos del tomador del crédito, aun en caso que la inflación subiera, de esa forma “vendía” y alentaba a ingresar a este tipo de créditos para cumplir el sueño de la casa propia. Estas promesas las repitió el propio Mauricio Macri en distintos discursos. Esto le valió denuncias al Estado por “publicidad engañosa” ya que en la realidad ocurrió todo lo contrario, y el sueño se transformó en una pesadilla.
La publicidad engañosa del @BancoCentral_AR fue la principal carnada para que miles ingresen a esta #UsuraUVA. Mientras el gobierno mira para otro lado, las familias #HipotecadosUVA estan en riesgo de perder su techo y sus ahorros. Freno a las #EjecucionesUVA !! @SergioMassa pic.twitter.com/HzTPcY8RvK
— @HipotecadosUVANacional (@hipotecadosuva) September 22, 2022
Para ejemplificar la estafa, veamos cómo funciona. Una persona que tomó en abril 2016 un préstamo con el Banco por 10.000 UVAs, equivalía en ese momento a $140.500 (ya que el valor UVA era de $14,05). Supongamos que en estos 6 años canceló 2.000 UVAs, aún debe 8.000 UVAs. Al 18 de noviembre de 2022 su deuda, a pesar de haber pagado, se incrementó superando el millón: a $1.368.320 exactamente (ya que el valor UVA hoy es de $171,04). Este cálculo para ejemplificar tiene otras proporciones mayores en la realidad de los afectados y afectadas. Estamos hablando de familias que sacaron un crédito inicial de 1 millón de pesos, y luego de pagar durante 6 años hoy deben 13 millones de pesos
Las cuotas mensuales se vuelven impagables entre una inflación que va por ascensor y salarios que van por escalera: los aumentos entre marzo de 2016 y la actualidad fueron de más de 900% como denuncia el colectivo de Hipotecados UVA. Del otro lado, la pérdida salarial acumula más de 20 puntos. Para algunas familias la cuota mensual se lleva el 80% de sus ingresos, lejísimos de la promesa de que no superaría el 25%.
La estafa no terminó ahí: en campaña electoral el Frente de Todos prometió que iba a ofrecer “un plan de salida” para los hipotecados UVA, e incluso en su plataforma electoral estaba incluido “armar un sistema masivo de créditos a tasas bajas para desendeudar a las familias”. No solo no hubo (ni hay todavía) ningún “plan de salida”, sino que el Banco Nación sigue ofreciendo los créditos UVA.
El corazón del problema es que es un sistema diseñado para que ganen los bancos que tienen el privilegio de resguardar sus activos, además de cobrar otro tanto por tasas de interés. Acá está la razón de la “falta de voluntad” del Frente de Todos y Juntos por el Cambio para ofrecer una solución estructural a una estafa orquestada por el Estado para resguardar las ganancias de los bancos.
El consenso de los bancos
En el debate que iniciaron los diputados y diputadas este miércoles quedaron expuestos distintos argumentos. Tanto Juntos por el Cambio como el Frente de Todos tomaron como “palabra santa” la voz de los bancos. Cuando fueron a exponer en la Cámara de Diputados el 1 de septiembre con Miguel Pesce (Banco Central) y Silvina Batakis (Banco Nación) a la cabeza, informaron que la morosidad de los créditos UVA “es muy baja”. Lo que ocultan es que hasta el 31 de julio regía un DNU que impedía que las cuotas superen el 35% de los ingresos de los hogares, y durante la pandemia otro DNU congeló los montos. Estas medidas que tomó el gobierno de Alberto Fernández vencieron y no se prorrogaron. Por lo tanto la “baja morosidad” que pudo existir hasta hace unos meses, ya no es más la realidad de las familias que empiezan a estar amenazadas por remates e intimaciones judiciales.
En Juntos por el Cambio, los creadores de esta estafa, se dividen en dos sectores: el PRO y Evolución Radical siguen defendiendo los créditos UVA y señalan el problema en la inflación de este gobierno, aunque el suyo terminó el mandato escalando cerca del 60%. Martín Tetaz (Evolución Radical) fue el más enfático: sostuvo que es el “mecanismo más justo de indexación” y que el Estado no debería dar ninguna solución porque sería hacer excepciones que no corresponden. Por otro lado, desde la UCR y el Frente de Todos proponen una “solución hacia adelante”, ambos bajo la premisa de “resguardar a los bancos públicos”. Con el argumento de que el 70% de los créditos UVA fueron otorgados por los Bancos Nación (47%), Provincia (13%) y Ciudad (9%), sostienen que cualquier solución debe ser pensando en proteger los recursos públicos. Pero en todo caso, ¿no habría que preguntarse por qué los bancos públicos son los principales responsables de semejante estafa a quienes quieren acceder a una vivienda? Porque al mismo tiempo, es el propio Banco Central el que ofrece una gran rentabilidad a los bancos privados mediante las Leliq, para tomar un ejemplo. ¿Ahí no aplica la preocupación por los recursos públicos? En octubre se conoció que al Banco Central le cuestan $14.600 millones por día los intereses de las Leliq que se llevan los bancos privados y entidades financieras. Resguardar y alimentar la rentabilidad de los bancos y la especulación financiera sí, ofrecer créditos baratos para acceder a la vivienda no.
Detrás de la calesita sin soluciones que hacen girar el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, está la defensa de los bancos y su rentabilidad. Por eso también las dos coaliciones mayoritarias ignoran uno de los reclamos centrales de los Hipotecados UVA: que la solución no sea solo hacia adelante sino también hacia atrás. “Necesitamos una ley que recalcule el capital", sostienen. Porque aunque se le ponga un tope a las cuotas del 25% de los ingresos, o se cambie su cálculo mensual por la variación salarial en vez de por inflación, como proponen algunos diputados y diputadas, si no se resuelve la forma de indexar el capital inicial la deuda seguirá siendo creciendo exponencialmente.
La realidad de los Hipotecados UVA es otra de las aristas del grave déficit habitacional en nuestro país. También muestra los intereses que prevalecen cuando los partidos tradicionales tienen que elegir. Una postal que se repitió con el debate de la Ley de Alquileres en la Cámara de Diputados, donde los grandes grupos inmobiliarios y el negocio de la construcción está por encima del derecho a la vivienda. Una elección que hacen el gobierno nacional y los provinciales cuando desalojan y reprimen con topadoras a las familias que buscan un techo.
La herencia neoliberal de viviendas dolarizadas de imposible acceso para las mayorías se sostiene, agravando los problemas habitacionales. Los bancos son jugadores claves para privar a las mayorías de soñar con la casa propia. Los partidos tradicionales son los árbitros que inclinan la cancha, siempre para el mismo equipo.
Jesica Calcagno
Nació en Buenos Aires en 1984. Licenciada y profesora en Sociología (UBA). Acreditada en el Congreso.