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Red Internacional
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PROTESTAS EN EL FÚTBOL. La hinchada del Corinthians protesta contra la red Globo, la CBF, la elitización y la corrupción

Compartimos una nota publicada originalmente en Esquerda Diário de Brasil, que da cuenta del interesante proceso de rebelión contra la elitización del fútbol y los intereses de las cadenas de televisión y la corrupción de dirigentes y Federaciones. Un interesante ejemplo de rebelión en el fútbol de Sudamérica.

Raphael Mouro @Mouro_77

Jueves 18 de febrero de 2016

Luego de haber sido reprimidos por la Policía Militar la semana pasada, los Gaviões da Fiel, como se le conoce a la hinchada corinthiana, volvieron a protestar. Ahora en el clásico entre Corinthians y San Pablo, levantando banderas con fuerte contenido politizado en los que apuntaron a instituciones y políticos conocidos como parte integrante del ‘cáncer’ que elitiza al futbol y excluye al pueblo de los estadios. Los s hicieron referencia también al ‘merendão’ de los “tucanos”, el más reciente escándalo de corrupción en el gobierno estadual de Geraldo Alckmin, del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña).

“¿Quién va a castigar al ladrón de viandas?”

Las hinchadas organizadas representan la ‘piedra en el zapato’ de los que quieren simplemente imponer un proyecto de ‘fútbol moderno’, y -conociendo este incómodo potencial- es que en San Pablo los políticos utilizan el aparato judicial y militar del Estado en un incesante intento por extinguirlas.

El nombre más conocido de la campaña anti-hinchada es Fernando Capez, expromotor de justicia que fue responsable por un sinnúmero de ataques a los derechos de los hinchas y que de forma oportunista se alzó como diputado por el PSDB, utilizando la criminalización de las hinchadas organizadas y el discurso anticorrupción como plataforma política.

Resulta que al parecer el juego se dió vuelta para Fernando Capez, desde que la Policía Civil de San Pablo, en conjunto con el Ministerio Público, desató la operación “Alba Blanca” para investigar denuncias de fraude en las licitaciones de elementos de las viandas servidas en las escuelas públicas.

El político que se vendía como paladín de la ética y del combate y castigo a las “organizaciones criminales” –definición de Capez para las hinchadas organizadas- ahora aparece como un integrante más de la maquinaria de la corrupción, con contratos sobrefacturados que generan un asalto a las arcas públicas. Queda la pregunta de los Gaviões: ¿quién va a castigar al ladrón de las viandas?

“Fútbol, rehén de la red Globo” y “CBF y FPF, vergüenza del fútbol”

La semana pasada, cuando la hinchada levantó una bandera con la leyenda ‘Red Globo el Corinthians no es tu patio trasero’ se discutió por qué la hinchada de uno de los clubes que más dinero recibe por derechos de transmisión focalizaría su protesta justamente contra la emisora que compra esos derechos.

Sin embargo, para el hincha que va al estadio a ver los juegos a las 22 hs por imposición de la programación de la Globo, el riesgo de perder el transporte de regreso a casa es uno más de los problemas señalados históricamente por las hinchadas, sin embargo pesa mucho el hecho de que la emisora use incansablemente los programas deportivos como Globo Esporte para justificar los castigos e incluso el fin de las hinchadas organizadas en detrimento de privilegiar un supuesto “hincha de bien”, domesticable, que estaría dispuesto a pagar lo que sea por el confort de ver un partido de fútbol sentado en una butaca numerada.

Es decir, el futbol y los hinchas realmente son rehenes de los intereses comerciales de la red Globo de televisión que determina con la CBF (Confederación Brasilera de Fútbol) y federaciones estaduales, conocidos antros de corruptos, investigados incluso por la policía norteamericana.

“Ingreso más barato”

La cuestión de la reducción de los precios de las entradas levantada por los Gaviões también es otra bandera que debería ser asumida por las demás hinchadas de los clubes grandes en San Pablo y en todo Brasil, ya que como hemos discutido, de lo que se trata hoy es de luchar contra un proyecto elitista que -sumado a la inflación y la crisis que se come el ingreso del trabajador- seguramente alejará aun más hinchas de los estadios en un próximo período.

A pesar de que no haya una regla general que determine los valores de los ingresos –que varían de club a club, federación a federación- sería un paso importante para lograr discutir la reducción de los valores con aun más fuerza, si las hinchadas de los diversos clubes se unificasen alrededor de esta bandera para presionar a los dirigentes a ceder una reducción general en los valores, ya que la aplastadora mayoría de los hinchas son trabajadores que deben tener garantizado el derecho al esparcimiento, al fútbol.

En el caso del nuevo estadio del Corinthians es importante esta discusión porque los altos valores de ingreso son justificados como forma de pagar la construcción hecha a través de préstamos y contratos oscuros que la dirección se niega a publicar. Entonces, ¿dónde está el balance del estadio?

Para los dirigentes es aceptable y ‘es parte del juego’ que un estadio construido en uno de los barrios con mayor concentración obrera y popular existan tantos habitantes que lo más cerca que llegan del estadio es del lado de afuera del portón para admirar y sacar fotos o cuando pasan apurados en el subte camino al trabajo.

Es conocida la participación de hinchadas organizadas de varios clubes actuando dentro y fuera de los estadios por la reducción de los precios de las entradas y contra la elitización evidenciada luego de la imposición de la nueva forma de hinchar que la arenas ‘padrón FIFA’ trajeron a la realidad del hincha brasilero. Hay también varios casos donde las hinchadas organizadas simpatizan con otras demandas populares y se suman a la movilización en alianza con los trabajadores sin techo, por ejemplo, o recientemente en apoyo a las luchas de los estudiantes secundarios que ocuparon sus escuelas para impedir el cierre impuesto por Alckmin.

Esa politización de la hinchada que viene evolucionando se expresó en forma muy positiva en los Gaviões da Fiel, pero nos trae buenas esperanzas de que las demás hinchadas se vean reflejadas y pasen a discutir los problemas políticos que han excluido cada vez más al pueblo pobre y trabajador de los estadios.