El tratamiento de la nueva ley se posterga para después del 4 de Julio. La falta de apoyo entre los senadores republicanos atenta contra una votación favorable.
Martes 27 de junio de 2017 17:35
El líder de la bancada republicana en el Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, decidió este martes aplazar la votación de una ley de salud que reemplace la actual ley conocida como Obamacare. La decisión busca evitar una derrota potencialmente desastrosa propiciada por miembros de su propio partido.
El debate legislativo para buscar la aprobación de la reforma que reemplazara la actual legislación sanitaria del expresidente Barack Obama, y que podría dejar a más de 20 millones de estadounidense sin seguro médico, paso para después del festivo del 4 de julio, Día de la Independencia.
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La buscada reforma sanitaria es una de las principales promesas de campaña del
actual presidente Donald Trump, que aseguró que revocaría y reemplazaría el plan sanitario ratificado en 2010 por Obama.
McConnell aseguró este martes en rueda de prensa continuara la negociación para que una mayoría de senadores republicanos "se sientan cómodos" con la reforma, y aseguró que no espera la participación de los demócratas porque "no están interesados".
La cadena de noticias CNN afirmó que una fuente del senado que la posibilidad de aprobar una reforma sanitaria, que debe ser consensuada con la Cámara de Representantes y cuenta con apoyos exclusivamente republicanos, "está pendiente de un hilo".
Este lunes cuando la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) estadounidense dijo que 22 millones de personas perderán su cobertura médica antes de 2026.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, uno de los principales impulsores del proyecto de ley, restó importancia a la caída estimada del número de asegurados, asegurando que es algo a lo que esas personas optarán voluntariamente.
"Lo que el CBO está diciendo básicamente es que si no vas a forzar a la gente a comprar (seguro) Obamacare, si no les vas a forzar a comprar algo que no quieren, entonces no lo comprarán", aseguró Ryan en entrevista con Fox News.
Los demócratas volvieron a calificar hoy el plan como un recorte de impuestos para los ingreso superiores a los 875.000 dólares anuales, que verán eliminados ciertos impuestos, a cargo de millones de estadounidenses que perderán sus coberturas.
La bancada demócrata se niega a la reforma sanitaria, aunque el grueso de la reforma de salud de Obama estaba hecha a la medida de las corporaciones del sector salud, donde la mayoría de los nuevos asegurados son debido a la “cláusula individual” que obliga a todo individuo a contratar un seguro de salud en el mercado.
Esto sin contar que igualmente quedaban 30 millones de personas sin cobertura, además de los inmigrantes indocumentados, que están virtualmente fuera de las estadísticas.
La suspensión del debate rememora uno de los primeros reveces que sufrió Trump en su intento por reformar el actual sistema de salud, en marzo pasado. En aquel momento el mandatario, junto al presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, no lograron alcanzar un consenso dentro de su propia bancada para conseguir los votos que permitieran la aprobación de su propuesta, por lo que finalmente cancelaron la votación y retiraron definitivamente el texto.
Este revés llega tan solo un día después de que Trump lograra que el Tribunal Supremo de Estados Unidos permitió la entrada en vigor de algunas partes de la iniciativa del presidente acerca del veto migratorio. La suspensión de la reforma del sistema de salud vuelve a poner en duda la capacidad del mandatario para avanzar con esa y otras medidas claves, como los recortes impositivos y el impulso al gasto de infraestructura.