Con una importante convocatoria se llevó adelante en la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República en Montevideo la charla-debate “la Izquierda frente al ascenso de Bolsonaro”.
Viernes 2 de noviembre de 2018
La actividad organizada por Tesis XI, la Comisión de Derechos Humanos de AFUTU, revista Hemisferio Izquierdo,. Pan y Rosas y La Izquierda Diario Uruguay contó con la presencia de Fernando Rosso, director de La Izquierda Diario de Argentina y conductor del Círculo Rojo; Rodrigo Alonso, economista y miembro del staff de la revista Hemisferio Izquierdo; y Rocío Calvo y Virginia Mariano, integrantes de Pan y Rosas Uruguay.
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La apertura de la charla estuvo a cargo de las referentes de Pan y Rosas Uruguay, Rocio Calvo y Virginia Mariano.
Ambas caracterizaron a Bolsonaro como un producto del golpe institucional y un heredero de la dictadura en el marco de unas elecciones absolutamente fraudulentas
Desde Pan y Rosas señalaron la mayor injerencia de las Fuerzas Armadas en la región y recordaron como en Uruguay algunos políticos, como Verónica Alonso o Edgardo Novick, salieron a festejar el triunfo de Bolsonaro, ya que encarnan el mismo proyecto de atacar los derechos de los trabajadores con un programa liberal y privatizador.
Mariano y Calvo plantearon la importancia de defender las libertades democráticas ante propuestas como las de Bolsonaro y el aumento de la violencia hacia mujeres, comunidad LGTBI, población afro y de los pueblos originarios, pero subrayaron que esta política no se puede basar en acuerdos de cúpulas con empresarios y políticos (algunos de ellos que en su momento también fueron golpistas) sino que hay que basarse en la movilización popular y en las calles.
Luego Rodrigo Alonso de Hemisferio Izquierdo señaló que el ascenso de Bolsonaro es un acontecimiento, en el sentido de ser un hecho que marca un antes y un después y que acelera los tiempos históricos con un cambio cualitativo en la situación.
Trazó un paralelismo con 1964 y la antesala del golpe de estado en el vecino país planteando que se puede analizar el triunfo del candidato ultraderechista como un giro estratégico que emprende la derecha y la burguesía.
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A diferencias de estos últimos años en que el capitalismo pudo congeniar crecimiento con inclusión social, el momento actual es un punto de inflexión en que el capital necesita avanzar sobre las condiciones de vida, el salario y la “población obrera sobrante”.
El ajuste que se debe imponer en Brasil apunta a abaratar la fuerza de trabajo y tiene un impacto en el Uruguay, no solo por la cercanía sino porque además obliga a la burguesía local a tomar acciones parecidas para no perder competitividad.
Para Alonso la izquierda se encuentra desarmada y presa de la confusión y la sorpresa ante el triunfo de Bolsonaro, un candidato que meses atrás nadie tomaba en serio, y debe buscar la manera acercarse a y dialogar con los sectores populares, parte de los cuales en Brasil terminaron votando al candidato ultraderechista.
A su turno Fernando Rosso comenzó planteando como el nombramiento del juez Sergio Moro como futuro ministro de justicia del próximo gobierno de Jair Bolsonaro termina de mostrar el carácter excepcional de la situación en Brasil con la violación de todas las normas propias de la democracia y que el ascenso de Bolsonaro no puede entenderse sin considerar el carácter viciado y amañado de todo el proceso electoral.
Un proceso que comenzó con el golpe institucional contra Dilma en 2016 y que luego continúo con la operación Lava Jato y la posterior proscripción de Lula como candidato, cuando además en los comienzos de la campaña era el favorito en las encuestas con una intención de votos cercana al 40%.
El fenómeno que culmina con la elección de un candidato fascistoide como Bolsonaro no puede entenderse además sin considerar como fue el gobierno del PT y el ajuste que llevó adelante Dilma.
Rosso recordó como ante las movilizaciones, huelgas y conflictos que se dieron a partir de 2013 el PT acusaba a los manifestantes de ser destituyentes y que luego, en este último periodo ante el crecimiento y radicalización de la derecha el PT y todas las organizaciones sociales influenciadas por él tuvieron una actitud pasiva permitiendo así el avance de Bolsanaro.
Por otra parte Rosso planteó también como a nivel mundial se da un fenómeno antipartido y antiestablisment con el surgimiento de outsiders políticos en distintos países. Bolsonaro, que en realidad es un político de larga data en la política brasilera, supo captar este sentimiento y aprovecharlo a su favor. Sin embargo, este descreimiento ante las formaciones políticas tradicionales también permitió el surgimiento de fenómenos por izquierda, como Sanders en Estados Unidos, Corbyn en Gran Bretaña, Podemos en el Estado español o Siriza en Grecia.
Con respecto al futuro de Brasil Rosso no considera que se trate de un régimen fascista sino más bien un bonapartismo autoritario, y que habrá que ver si la relación de fuerzas entre las clases le permite avanzar en el ajuste que reclama la burguesía y el programa ultraliberal que defiende. No estaríamos ante una nueva hegemonía sino más bien ante un “consenso negativo” que posibilita el surgimiento de figuras como Bolsonaro.
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La situación actual de Brasil muestra también el agotamiento del “progresismo” en tanto proyecto que manteniéndose dentro de los márgenes del capitalismo se plantea un ajuste negociado y pactado.
Rosso por el contrario defendió un proyecto de una izquierda con un centro de gravedad para la acción política en las calles y las movilizaciones que radicalice por izquierda la salida de la crisis.
La actividad culminó con un espacio de preguntas en intercambios entre los panelistas y el público apuntando a comprender con mayor profundidad la situación actual de Brasil y cuales son los caminos para enfrentar con éxito los ataques que implementará Bolsonaro.