Tras 8 meses de negociación de convenio colectivo y ante la falta de acuerdos, los trabajadores y trabajadoras de la planta que Nestlé tiene en Girona, han tomado la decisión de convocar huelga para el próximo 24 de enero, la primera vez que sucede en este centro de trabajo en 18 años.
Miércoles 23 de enero de 2019
Nestlé comunicaba el pasado 18 de enero su intención de romper las negociaciones después una semana casi completa de intensa negociación, incluso con la participación de mediadores, argumentando que las peticiones que mantienen los representantes de los trabajadores son inasumibles.
Por su parte desde CGT y CCOO valoran las propuestas de la empresa, que contempla algunas mejoras sociales y económicas pero siempre vinculadas a objetivos comerciales, totalmente insuficientes después de muchos años de pérdida de poder adquisitivo debida al modelo retributivo existente.
Para CGT la consecuencia más directa de este sistema de retribución salarial es que los trabajadores y trabajadoras no pueden influir en la determinación de sus salarios, puesto que los objetivos estratégicos de la empresa se utilizan como herramienta limitadora. “Solo buscan maximizar la producción y nos sobrecargan con nuevas tareas, sobre todo de corte administrativo (indicadores, análisis, coachings, evaluación competencias, infinidad de reuniones...) y no nos compensan económicamente por estas tareas”, afirmaba uno de los representantes de CGT.
Según CCOO el promedio de incrementos salariales pactados en los convenios en la provincia de Girona para el 2018 fue de un 2,25%, sin embargo el convenio actual con vigencia de 2015 a 2017 solo contempla un 0,3% fijo para esos 3 años, por lo que la plantilla exige una actualización real de los salarios.
Parece lógico pensar que 18 años de “paz social” y reformas laborales acaban conduciendo a situaciones como esta. Las reivindicaciones tanto salariales como sociales de los trabajadores y trabajadoras de cualquier plantilla no pueden ir dejándose para otro momento mejor, porque ese momento nunca llega.
El miedo, la inseguridad, esa maldita paz social que sobre todo las direcciones de las centrales sindicales mayoritarias nos llevan vendiendo hace ya décadas no parece solución ante el feroz avance de los intereses capitalistas.
Por eso desde CGT advierten que si la empresa no rectifica el conflicto irá en aumento hasta que los derechos de la plantilla sean respetados.
Desde este diario queremos transmitir nuestra solidaridad y apoyo a las trabajadoras y trabajadores de Nestlé en Girona en la lucha que están a punto de iniciar.