El Círculo Rojo conversó con el sociólgo y consultor político Ignacio Ramírez.
Viernes 17 de diciembre de 2021 00:52
Ignacio Ramírez es licenciado en Sociología. Es consultor político y ha publicado artículos en El Dipló, Anfibia, Revista NUSO, entre otros.
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Capital Intelectual publicó recientemente Polarizados, que coordinó junto con Luis Alberto Quevedo, que analiza, como dice su tapa, “¿por qué preferimos la grieta?”.
“El libro se plantea un propósito, el de reflexionar sobre el fenómeno de la polarización, la ley de gravedad de la política contemporánea, para eso conjugamos autores y colegas que lo abordan desde distintas perspectivas”.
“El impacto de la polarización en la vida democrática en primer lugar se trata de asumir la naturaleza estructural del fenómeno que gravita en la política que por cierto no es una excepcionalidad Argentina”.
“Este tipo de conflicto es descendiente de nuestra historia política. Hay elementos novedosos, ingredientes de discontinuidad. Este nuevo tipo de bipartidismo no se parece a los 80 entre Peronismo y UCR, no es lo mismo bipartidismo que polarización”.
“Otro de los síntomas a través de los cuales se presenta este fenómeno se vio en las elecciones legislativas, la mayoría se repartió entre las dos grandes coaliciones, pero el resto no se fue al centro sino que las fugas se dieron por izquierda y por derecha”.
“También lo vemos en escenas políticas muy distintas: Estados Unidos, España. Tiene que ver con poner en crisis aquellos manuales de Comunicación y Cs políticas que hablaban de un desplazamiento hacia el centro, hoy el centro ha quedado centrifugado”.
“Una enorme diferencia es la metamorfosis del espacio público: el digital. Hay partidización de la oferta mediática, clave de los canales de TV. El pacto que proponen los medios se reformuló, hoy son absolutamente partidarios”.
“Hay una circunstancia que alienta o desalienta determinados comportamientos y estrategias políticas. Cuando asume en 2019 el FDT se pudo pensar como legítima la hipótesis de consenso, luego vino la pandemia y la polarización continuó aguda con Juntos por el Cambio”.
“Es lo que simboliza el rechazo al otro, ese elemento negativo empieza a cobrar cada vez más relevancia. No somos cada vez más anti Frente de Todos sino cada vez más antimacristas, o al revés”.
