Elon Musk, figura polarizante, asume un rol controvertido al frente del DOGE, impulsando recortes que afectan salud y educación en EE.UU. Su conexión con subsidios estatales plantea interrogantes sobre la ética de su gestión.
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Diego Sacchi @sac_diego
Domingo 2 de marzo 11:41
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De esos temas hablamos en la columna sobre noticias internacionales del programa de radio El Círculo Rojo, que se emite todos los sábados de 12 a 14 hs por Radio Con Vos.
Hoy voy a hablar mal de Elon Musk.
Podríamos charlar sobre el saludo nazi de hace unas semanas, también de que estuvo apoyando al partido de ultra derecha en Alemania o incluso de que acusó a Sudáfrica de discriminar a los blancos.
Pero me voy a enfocar en un nuevo papel del multimillonario que lo está haciendo ganarse el odio de muchos estadounidenses.
Musk está al frente del DOGE, el Department of Government Efficiency, fue creado bajo la administración de Donald Trump para hacer un ajuste, reducir el tamaño y los costos del gobierno federal.
Entre las decisiones adoptadas, se destacan la eliminación de agencias clave, como la USAID, que desempeñaba un papel fundamental en la asistencia internacional, y recortes significativos en programas de salud y ciencia.
Estas acciones, que buscan recortar el gasto público y han encendido la preocupación tanto de los empleados federales como de la comunidad en general. Los recortes tendrán impacto en áreas tan vitales como la salud, la educación y la ayuda internacional.
Una de las consecuencias de esta reestructuración ha sido la renuncia de 21 empleados del DOGE, lo que refleja una creciente resistencia interna contra las políticas de la administración.
Como expresión del malestar con las medidas de ajuste, una red clandestina está tomando forma. Se trata de #AltGov, un grupo de empleados federales que buscan resistir las políticas del DOGE desde dentro del gobierno. Utilizando plataformas seguras como Bluesky, coordinan sus acciones, compartiendo información crítica y organizando protestas.
Pero escuchen este dato: una investigación de The Washington Post llegó a la conclusión de que Elon Musk, recibió durante los últimos 20 años un total de 38.000 millones de dólares por parte del Estado en concepto de subsidios para sus empresas.
Musk que se benefició de los subsidios del Estado ahora tiene el poder para manejarlos a discreción y recortarlos a empresas competidoras. Es como poner al dueño de Mercado Libre, Marcos Galperin, a manejar directamente los recursos de Argentina.
Elon Musk consiguió este puerto clave luego de apoyar con 277 millones de dólares a la campaña de Trump y de convertirse en su asesor.
Elon Musk es presentado como un exitoso empresario, pero poco se dice que ese “éxito” es gracias al dinero de los contribuyentes estadounidenses que podrían decir “lo hiciste con la nuestra”.
Hoy es la principal cara de un ajuste que va a afectar las pocas prestaciones de salud y seguridad social que hay en el país norteamericano.
Pero eso, probablemente genere otra historia, una de resistencia interna y lucha por la integridad de los servicios públicos. ¿Hasta dónde llegará esta batalla? El tiempo lo dirá.
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Diego Sacchi
Nacido en Buenos Aires en 1977, militante del Partido de Trabajadores Socialistas desde 1994. Periodista, editor en la sección Internacional de La Izquierda Diario y columnista de temas internacionales en el programa de radio El Círculo Rojo.