Decadencia nacional. La política como show mediático: polémica entre Javier Milei y Cristina Kirchner

Éste viernes, Cristina Fernández de Kirchner logró ponerse en el centro de la polémica con el gobierno de Javier Milei, a través de una carta que tituló "Es la economía bimonetaria, estúpido". Fue a través de la red social X, el terreno donde más actividad tiene Javier Milei.

Desde hace un tiempo, el Gobierno viene dedicando sus dardos casi exclusivamente hacia el interior de La Libertad Avanza, y hacia sus aliados dentro de Juntos por el Cambio. Consumido por su disputa con la vicepresidenta Victoria Villarruel y el escándalo de la visita a los genocidas que protagonizaron Lourdes Arrieta y otros diputados de su fuerza política. También, contra el sector político que encabeza Mauricio Macri, por las derrotas legislativas que el oficialismo tuvo en el Congreso: relacionadas a los fondos de la SIDE y el aumento a los jubilados, y posiblemente también con lo que respecta al financiamiento universitario.

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A pesar de que Macri intentó reubicarse al avalar el veto presidencial al mísero aumento para jubilados y jubiladas, el tema de la designación de los jueces a la Corte Suprema, en particular por el corrupto juez Ariel Lijo, sigue siendo un tema de disputa con el expresidente. Tras bambalinas, el kirchnerismo viene negociando con Javier Milei sobre este asunto. Motivo por el cual, el periodista Carlos Pagni, entre otros analistas, hace meses señala que el Gobierno dejó de lado las discusiones públicas con el kirchnerismo.

Pero ese impasse se terminó éste viernes, a raíz de la polémica subida de tono que protagonizó la expresidenta y el actual presidente. Milei mordió rápidamente el anzuelo, por lo que Cristina le respondió, vía X, que "se la pasa boludeando en las redes". Luego, Milei dedicó todo su discurso en la Convención Anual del IAEF a "la señora" que, según él, "por ahí le hizo mal tanta tintura, le oscureció el pensamiento". De esta manera, CFK volvió a la escena política con los método de show mediático que caracterizan al gobierno de La Libertad Avanza.

"En condiciones normales de presión y temperatura no gana un liberal libertario la presidencia" -afirmó Milei en su discurso- "por lo tanto, digamos, osea tenemos claro que las condiciones sobre las que íbamos a llegar, iban a ser sobre algo al borde del colapso total". Aunque es falso que Argentina estuviera al borde del colapso al momento en que el gobierno del Frente de Todos terminó su mandato; sí es verdad que el triunfo de Javier Milei se explica mucho más por el desastroso gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Martín Guzmán, Sergio Massa y companía, que por mérito de la propuesta ultra-derechista. Los diez puntos que sacó de ventaja Javier Milei son tan contundentes, que no podría haberlo subsanado ninguna táctica electoral: sobre todo cuando el curso del kirchnerismo, desde que CFK terminó su último mandato, fue correr cada vez más a derecha los candidatos y la agenda política.

Un dato que refleja sustancialmente la debacle de los últimos gobiernos, es que entre el de Cambiemos y el del Frente de Todos, hubo una transferencia de ingresos de miles de millones de dólares, desde el bolsillo del pueblo trabajador y las mayorías populares, hacia el capital concentrado. Es decir, el poder adquisitivo y las condiciones de vidas de las mayorías se fueron deteriorando progresivamente, a la vez que aumentaban las ganancias de los grandes empresarios y banqueros. Pero esto no es algo que el gobierno de Milei haya venido a revertir, sino a profundizar.

Una vez más, Javier Milei aburrió con una clase de economía floja de papeles, que viene repitiendo incansablemente. Y cuyo único objetivo de alcanzar el déficit fiscal cero. Para el ultra-liberal la inflación de la economía argentina se explica exclusivamente por la "emisión monetaria"; CFK reflota una vez más la explicación de la "restricción externa".

Producto de este obstinado norte del Gobierno, Javier Milei y Luis Caputo tienen el mérito de haber provocado una abrupta caída en el PBI de récord histórico, provocada en gran medida por brutales políticas de ajuste, que generaron recesión económica. La casta está intacta, con aumentos millonarios para el personal político; y los que pagan las consecuencias son los asalariados, pensionados, los jubilados, el sector de la salud, la educación, y las grandes mayorías que trabajan en la informalidad. Hasta la comida de los comedores han retaceado. A la par de que descargan ataques persistentes a los trabajadores estatales, con especial saña en Centros de la Memoria, en el ex Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidades, o contra los programas para personas con discapacidad.

Por otro lado, CFK tiene un punto en marcar que el fenómeno inflacionario del país se explica en gran medida por la restricción externa. Argentina tiene una matriz económica dependiente, a la par que el dólar estadounidense es la reserva de valor que domina al peso nacional. Lo que no admite la expresidenta es que ninguno de sus gobiernos buscó revertir la condición de sumisión económica de la Argentina, y mucho menos, terminó con la estafa de la deuda externa que es una de las principales sangrías de dólares que tiene el país.

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El gobierno de Javier Milei que desde sus bases teóricas "no la ve", tampoco busca revertir esto. Sino más bien, profundizar la decadencia nacional, en favor de Estados Unidos y los grandes capitales extranjeros. Por la vía del ahondar en la entrega extractivista, y por inclinarse ante la fraudulenta deuda con el FMI, y otros acreedores externos.

Atados a los caprichos de los dueños del dólar, no hay salida para ninguno de los problemas de la economía, y mucho menos para el pueblo trabajador y las mayorías populares.