"Repudiamos la violencia venga de donde venga". Así el intendente de Merlo y presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez, se sumó a la campaña contra los manifestantes.
Matías Pore @MatPore
Jueves 21 de diciembre de 2017 10:27
Gustavo Menéndez, intendente de Merlo, electo presidente del PJ bonaerense pocos días atrás, publicó en su cuenta de Facebook que condena la "violencia venga de donde venga".
Asimismo varios periodistas reivindicaron que se haya ido de la movilización en el momento más fuerte de la represión. Incluso destacó que con un grupo de intendentes peronistas intentaron ingresar al Congreso para narrar los "incidentes de violencia en la calle". De esta manera se sumó a las voces de la CGT que repudiaron la "violencia" de los manifestantes avalando de esta manera el criminal despliegue represivo que montó el Gobierno.
De esta manera el nuevo conductor del PJ bonaerense se puso a tono con los medios, que durante el día martes se dedicaron a desprestigiar y demonizar la enorme movilización callejera contra el ataque a los jubilados y los más pobres.
Miles de jubilados, trabajadores y jóvenes estudiantes enfrentaron la represión que Macri descargó con gran odio de clase contra la multitud movilizada, con un saldo de cientos de heridos y miles ahogados por los gases, entre los cuales 4 perdieron un ojo, hubo más de 40 detenidos, La Policía le pasó por arriba a un joven cuando estaba en el piso.
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Mientras la Policía reprimía manifestantes y agredía a diputados, el miércoles pasado Menéndez se reunía con Juan Manuel Urtubey y Miguel Ángel Pichetto quien por si quedaba alguna duda declaró: "Nosotros no somos la izquierda, tratando de que ocurra siempre lo peor, somos un partido con experiencia de gobierno al que nos cuesta ser oposición". También se reunió con Bossio, Randazzo y Massa, intentando arribar a una unidad del peronismo con una marcada tendencia colaboracionista del gobierno, a tono con el rol de la CGT y los gobernadores.
Se vio claramente en el golpe a la caja de jubilaciones del Banco Provincia, el cual no hubiera sido posible de no contar con la participación de tres diputados elegidos en las listas de Unidad Ciudadana que responden a Intendentes de diferentes distritos.
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El macrismo pudo aprobar la Ley Previsional con un Congreso vallado, reprimiendo con gases y balas de goma, con el voto de diputados del PRO, radicales y también del PJ. Por su parte Scioli, el candidato del ¨mal menor¨, no estuvo en el momento de la votación, avalando de esta manera el histórico saqueo a los jubilados.
El odio y la bronca no paraban. La resistencia a irse de la plaza a punta de pistola se hizo cada vez mayor. Al ver la decisión de los manifestantes a expresar su repudio ante semejante robo, la saña de la Policía Metropolitana, la Federal y Gendarmería aumentaban.
Esa misma Gendarmería que asesinó a Santiago Maldonado sigue al frente de los operativos de represión que muestran la saña y odio contra los pobres. Mientras el crimen de Rafael Nahuel a manos de Prefectura sigue impune.
Ayer se cumplieron 17 años del 20 de diciembre de 2001 donde asesinaron a más de 30 jóvenes que enfrentaban a De La Rúa por la terrible desocupación, el hambre y el ajuste que estaba aplicando. Pero parece que estas vidas no valen nada, De La Rúa continúa en libertad y gozando de privilegios.
El macrismo es un gobierno para ricos. Un Gobierno de millonarios que se enriquecieron con la última dictadura, donde los Macri multiplicaron la cantidad de 7 a 42 empresas al finalizar el Gobierno de facto. Ese mismo grupo de empresarios en el Gobierno, es el que usa el poder de fuego del Estado para defender sus intereses.
Menéndez al condenar ¨las dos violencias¨, se pone del lado del Gobierno, de los poderosos.
De un lado de la valla, un Gobierno que ataca la vida del pueblo pobre a favor de sus ganancias, con todo el aparato del Estado para defender a los empresarios, a sangre y fuego. Del otro lado de la valla, una lucha popular contra este robo, que expresa el hastío de vivir como ganado, de laburar hasta el último minuto de vida.
El hastío de una juventud que pasa de trabajo en trabajo, en negro, precarizados, una juventud perseguida por la Policía, por los "guardianes del orden".
De este lado de la valla tenemos el elemental derecho a defendernos de ese gigantesco aparato.
Minutos antes de que aprobaran la ley, la diputada Nathalia González Seligra del PTS - Frente de Izquierda lo planteó claramente: ¨Si no hay pan para los jubilados, ustedes no tendrán paz."
Nosotros estaremos siempre de este lado de las vallas.