Este lunes 29/09 la Universidad Nacional de Quilmes festejó sus 25 años de existencia con funcionarios pero sin estudiantes.
Jueves 2 de octubre de 2014
Este lunes 29/09 la Universidad Nacional de Quilmes festejó sus 25 años de existencia con funcionarios pero sin estudiantes. Estuvieron junto al rector Mario Lozano y el vice-rector Alejandro Villar, el intendente de Quilmes Francisco “Barba” Gutiérrez, el ex jefe comunal Eduardo Camaño y el senador provincial por el FPV Alberto De Fazio junto a autoridades de gestiones anteriores de la universidad.
Hubo palabras de celebración, como expresó el senador De Fazio ante El Sol: “Es un orgullo como quilmeño. Donde vayamos, no solo nos conocen por la cerveza, sino también por la universidad”. Más allá de esto, las autoridades de la UNQ destacaron la “innovación en el desarrollo académico” de la universidad “las políticas de inclusión social” y “política territorial”. Todos ellos, viejos funcionarios del PJ, alineados con Scioli y Cristina Kirchner.
¿De qué se trata todo esto?
La creación de esta universidad fue parte de una política llevada a cabo por el menemismo en los años 90 para repartir a los barones del conurbano las “casas de altos estudios” en los distintos municipios como Lanús, La Matanza, San Martín, General Sarmiento, entre otras. En estrecha relación con los gobiernos de turno desde aquellos años hasta ahora, estas universidades han “innovado” planes que avanzaron en la privatización de la educación pública, como la creación de la Universidad Virtual de Quilmes, arancelada desde sus inicios hasta ahora, así como también maestrías y posgrados pagos al igual que en las universidades de todo el país.
Al mismo tiempo, las empresas y el obispado tienen voz cantante en la mayoría de los convenios firmados por la universidad. Desde bancos privados, como el Santander Río, hasta empresas con renombre como la Cervecería y Maltería Quilmes o Laboratorios Bagó, han “invertido” en la universidad para la creación de planes de estudio y carreras a medida de sus necesidades.
¿Y ahora qué pasa?
Durante la década K, miles de jóvenes han ingresado a la educación superior eligiendo las universidades del conurbano por cercanía al domicilio, la corta duración de las carreras, entre otros motivos. La Universidad Nacional de Quilmes ha aumentado sus instalaciones en el predio durante los últimos años, pero la realidad está alejada de la imagen que quieren transmitir.
Con cátedra única y preferencia para los altos promedios, cientos de estudiantes se quedan sin poder cursar cada cuatrimestre. Las autoridades aluden esta situación a la falta de aulas como respuesta, mientras los estudiantes tienen que hacer colas interminables para poder cursar al menos una materia. Por supuesto, en la que haya cupo.
En el conurbano bonaerense, poblado por miles de jóvenes que sufren la precarización laboral y la desocupación, la UNQ, al igual que otras 23 universidades, forma parte del plan ProEmplear impulsado por el Ministerio de Trabajo. Se trata de un convenio entre las universidades y las empresas para “fomentar” el empleo entre los jóvenes estudiantes. Con una beca de unos $2000, pretenden que los jóvenes trabajen para las empresas que están en el convenio, aumentando de esta manera la beca de $600 que había anunciado Cristina meses atrás. Una manera de precarización y explotación “encubierta” por La Cámpora con un salario por debajo de la canasta familiar.
Pero hay más…
Mientras tanto, el rector Lozano se sumó al plan de seguridad de Scioli, abriendo la carrera de Tecnicatura de Oficial Penitenciario, y la inscripción para la Policía Local, esperando alojar alrededor de 700 efectivos en los predios de la universidad con la “colaboración académica” de la Escuela de Policía Vucetich. A diferencia de los jóvenes a los que nos ofrecen planes de precarización del Ministro Tomada, a los futuros agentes de la Policía Bonaerense les ofrecen becas de $3500 mientras estudian y sueldo de $10000, asegurado una vez egresados.
Las agrupaciones del rector Lozano, como La Cámpora y Alianza Universitaria, que festejaron junto a los funcionarios del PJ, estos 25 años de la universidad son parte activa de estos proyectos . Mantienen el mismo discurso, e intentan convencer, cada vez más inútilmente, a los estudiantes de esta política.
¿Centros de estudiantes para qué?
A diferencia del resto de las universidades del conurbano, en la UNQ hace varios años, los centros de estudiantes de “Sociales”, “Economía y Administración” y “Ciencia y Tecnología”, están dirigidos por agrupaciones que no responden al rector, a pesar de sus ataques.
Lamentablemente poco y nada han hecho durante todos estos años las agrupaciones que los dirigen como El Túnel o la alianzas de la CEPA, PO y PSTU para enfrentar estas políticas de la gestión mencionadas previamente. Mantienen los Centros de Estudiantes como administradores de buffet y fotocopiadoras.
Para enfrentar los planes precarizadores que quieren imponer desde el Gobierno que el rector de la UNQ avala, es necesario refundar los centros de estudiantes, para que sean centros militantes, que se unan a los trabajadores que hoy pelean contra los despidos y las suspensiones, solidarizándose y apoyando cada lucha como la de los despedidos de Shell, Calsa y Lear para impedir el flagelo de la desocupación y para abrir las puertas de la UNQ a los miles de jóvenes trabajadores de las barriadas pobres que no tienen acceso a la educación gratuita y de calidad, pelea que da la Juventud del PTS junto a estudiantes independientes.
Avanzar en esta perspectiva sería una buena forma de festejo que haríamos los estudiantes. El resto es puro cuento K.