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La verdadera casta: la corporación detrás de Milei

Gabi Phyro

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La verdadera casta: la corporación detrás de Milei

Gabi Phyro

Ideas de Izquierda

El gobierno habla de “la casta política” pero oculta lo importante: hay una casta de empresarios que manejan el país en las sombras y que nadie se anima a cuestionar. En este artículo analizamos a la corporación que formó y sostiene a Milei: el grupo América y su dueño, Eduardo Eurnekian.

En su Manifiesto Comunista Marx y Engels describieron sintéticamente que “el gobierno del estado no es más que la junta que administra los negocios comunes de la clase burguesa”. En otro texto, el autor de El Capital apuntaba que el Estado, lejos de suprimir las diferencias de hecho, “descansa más bien en la hipótesis de esas diferencias” (La cuestión judía). La idea de una sociedad dividida entre una “casta de políticos” por un lado y “la gente” por el otro, no sólo es una operación ideológica que encubre el lugar de los empresarios en la sociedad sino que, complementariamente, omite referir a los vínculos profundos y estructurales que ligan al Estado capitalista (y su funcionariado político) con los intereses generales de la clase dominante. Estos, a su vez, se pueden combinar con los intereses particulares de un sector de estas clases dominantes, e incluso de algunos grupos económicos en particular.

Partiendo de esta idea, hace un tiempo escribíamos en este mismo suplemento que el discurso según el cual “el ajuste lo está pagando la casta política” no sólo se vio refutado por la realidad, sino que oculta una fuerte operación ideológica: pretende obnubilar el dato fundamental de que un pequeño puñado de empresarios concentran gran parte del PBI y que los ajustes, por lo menos desde 2013 en adelante, no hacen más que darles una mayor tajada de la torta a costa de las mayorías trabajadoras. De este modo, se intenta poner el foco de atención en la “política tradicional” y ocultar el rol del FMI, de banqueros, terratenientes y grandes empresarios, o sea, en quienes están detrás de aquella casta política para convertirse en los grandes ganadores de la crisis.

En ese mismo artículo hablábamos del grupo Techint y su actual CEO, Paolo Rocca, el grupo que más funcionarios ha logrado colocar en el nuevo gobierno de La Libertad Avanza, poniéndolos en sectores claves que se corresponden con sus intereses corporativos, ya de por sí capaces de controlar varios de los factores claves de la economía local. En este caso analizaremos a otra de las corporaciones que está detrás de este gobierno: el grupo América y su dueño Eduardo Eurnekian, el (¿ex?) patrón de Javier Milei.

Un “emprendedor” con ayudita del Estado

A pesar de los mitos en torno a los empresarios “que se hacen desde abajo”, como la inmensa mayoría, Eduardo Eurnekian viene de una familia armenia que ya contaba con negocios en el país: en la década del 70 se dedicaban a la industria textil, siendo proveedores locales de la importante marca de ropa Puma. Pese a la crisis que afectó al sector durante la época de Martínez de Hoz, se comenta que, como muchas otras empresas de la rama, los Eurnekian mantuvieron sus empresas a flote durante los 80 pidiendo prestado decenas de millones de dólares a un banco de desarrollo del gobierno que nunca fue reembolsado. En la pulseada por negar una indexación de los préstamos (recordemos que en los 80 se desató una inflación galopante), parece que lograron pagar migajas por el dinero obtenido. Pero además, (para variar) el hermano y socio comercial de Eurnekian ocupó un alto cargo en el gobierno del entonces presidente Raúl Alfonsín.

Ya en 1982, Eduardo da el primer gran giro en las inversiones familiares, acercándose al mundo mediático mediante la adquisición de la incipiente Cablevisión S.A. Junto a ella, vino la compra de varias emisoras de radio y televisión locales (algunas al borde de la quiebra) que al compás de los cambios en los consumos mediáticos y del plan de convertibilidad (el gobierno habilitó en ese entonces la recepción y retransmisión de señales digitales generado que Cablevisión alcance unos 400 mil abonados en esos años) transformaron al grupo en el actor dominante dentro del rubro. Habiendo alcanzado esta posición, sin embargo, Eurnekian decide desprenderse en 1995 del 51% de Cablevisión, adquirido por la multinacional Tele Communications International (TCI), por la fastuosa suma de 285 millones de dólares, siendo esta la operación más grande entre privados en la historia argentina hasta ese momento. No obstante, continuó teniendo durante algunos años más el dominio de empresas como América TV, radios como Aspen, Mega o Del Plata, o el diario El Cronista, que terminó vendiendo, en este último caso librado de todo tipo de impuestos por las exenciones impositivas que funcionaban en el periodo.

En los años 90 tener dinero y relaciones con el poder, especialmente a través de garantizar operaciones de prensa y “servicios” a la imagen presidencial (cómo todo gran multimedio), implicaba una cosa: beneficiarse de las privatizaciones y los negocios en el Estado. Eurnekian no fue la excepción y en esos años adquirió dos grandes negocios: la concesión de las rutas 4 y 8 argentinas (que unen Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y la región de Cuyo) y su gran negocio de las últimas décadas, el manejo de los aeropuertos de Aeroparque y Ezeiza, dos de las vías estratégicas del tráfico aéreo en Argentina, mediante Aeropuertos Argentina 2000. El negocio, concretado en 1998 (cuando Carlos Menem decretó la privatización del conjunto de aeropuertos que formaban parte del Sistema Nacional de Aeropuertos) fue tal que, según informa la propia páginade la empresa, desde aquel entonces, y en menos de dos décadas, la compañía pasó a controlar 52 aeropuertos en 6 países (Argentina, Armenia, Brasil, Ecuador, Italia y Perú), los cuales recibieron más de 71 millones de pasajeros y más de 800 mil aviones en 2016. Sólo en Argentina, el grupo Eurnekian tiene 33 terminales aéreas, que representan ganancias por 1.500 millones de dólares. Además, desde esta posición monopólica adquirió en esos años otras empresas “encadenadas” (del mismo rubro, pero en otros sectores) como LAPA, Southern Winds, Aerovip y la italiana Volare, además de quedarse con el control del transporte interno de los aeropuertos, empresas de logística, el Duty Free, comercios, servicios de limpieza y publicidad que operan allí.

No es casualidad, por lo tanto, que Eurnekian (ex jefe de Javier Milei que se presentaba en su momento en el programa de Mirtha Legrand como “el economista jefe de Aeropuertos 2000”) sea uno de los sedientos lobbistas detrás de los intentos por liquidar y privatizar Aerolíneas Argentinas, la aerolínea de bandera: es uno de los pocos resquicios que le quedan para controlar la totalidad del mercado del transporte aéreo en el país. Como señalan los trabajadores de GPS que hoy están peleando contra los despidos, los mismos se dan en el “marco de un ataque general contra Aerolíneas Argentinas, la quieren vaciar, desfinanciar y, finalmente, vender a sus amigos como Eurnekian, BlackRock y los buitres que están al acecho de la aerolínea de bandera".

Habiendo hecho pie en este terreno, al igual queotros grandes grupos empresariosen los últimos años (como vimos que ocurrió con Techint), Eurnekian fue combinando este negocio con el mundo de los combustibles y la especulación financiera, dos de los pilares que marcan el signo del régimen del FMI y que guiaron las políticas de los últimos gobiernos. Los patrones de inversión se repiten: adquisición de empresas mediante operaciones financieras con compañías “fantasmas”, en general radicadas en paraísos fiscales, desde donde se puede especular con uno de los negocios más rentables del último tiempo, la energía. Por ejemplo, en 2018 mediante Latin Exploration, una sociedad anónima con sede en Andorra (paraíso fiscal) Eurnekian adquirió varias empresas de ese rubro como Petronado SA (sociedad radicada en Venezuela dedicada a la explotación de petróleo), el Gasoducto Gasandes SA (dedicado a la explotación gasífera en Chile) y Gasinvest (una sociedad anónima constituida especialmente para adquirir las acciones de Transportadora Gas del Norte). De conjunto, la Compañía General de Combustibles, la parte del grupo América dedicada a ese área, es el sexto productor de gas más grande de la Argentina, operando o participando en 40 yacimientos de petróleo y gas, distribuidos en 12 áreas de la Cuenca Austral, un área en Cuenca Neuquina y otra en la Cuenca del Noroeste. En 2018 la red de gasoductos controlada por la empresa representaba el 40 % del transporte de gas en el país, abarcando más de 7.300 km.

Como otros actores, durante la década del 2000 Eurnekian con la “mano invisible” del Estado mediante, y no sin escándalos de corrupción como veremos en el próximo apartado, amasó gran parte de esta fortuna y expandió suimperio. Tal es el caso de la Unitec Bio, la empresa de biocombustibles beneficiada por la Ley de Biocombustibles, votada durante el Gobierno de Néstor Kirchner. También es el caso de la empresa Helport, dedicada a la construcción y a la obra pública , una de las “cajas oscuras” del Estado, que ejecutó 23 licitaciones de obras viales entre 2003 y 2015.

Siguiendo la lógica de otros grandes “fugadores seriales”, parte de los multimillonarios recursos que maneja el grupo transcurren fuera del país, en paraísos fiscales y empresas fantasmas. El Corporación América Airports SA, por ejemplo, tiene sede en Luxemburgo y depende del holding también luxemburgués A.C.I. Holding SARL, además de varias empresas “cáscara” en Uruguay, Panamá y otros destinos en donde se pueden evadir impuestos.

Corrupción y entreguismo

Hasta ahora hemos descrito algunas características del grupo que coinciden con las de los grandes emporios empresariales del país: orígenes impulsados por herencias y negocios excepcionales con el Estado, acceso privilegiado a la estafa de las privatizaciones, diversificación con tendencia al sector de hidrocarburos y combustibles, actividades monopólicas, internacionalización y fuga de capitales.

Sin embargo, el grupo cuenta en su acervo con algunas características que contornean sus rasgos entreguistas y de subordinación al imperialismo. Una de ellas tiene que ver con la relación de Eurnekián con la cuestión Malvinas. En junio de 2021, sorprendió la noticia de que Eduardo Eurnekian recibió una condecoración de la Reina de Inglaterra por su contribución a “fomentar la relación entre el Reino Unido y la Argentina”. El supuesto motivo de la condecoración tuvo que ver con los servicios prestados por el empresario para la construcción del cenotafio de las Islas Malvinas que homenajea a los soldados caídos y por la organización de los viajes de sus familiares al territorio malvinense, realizados entre 2018 y 2019.

Al parecer, el eslabón que conecta al grupo América con Malvinas pasa por Roberto Curilovic, un ex capitán de navío y veterano de guerra que se dedica al área de seguridad y es Gerente de Desarrollo de Negocios y Programas Internacionales de Aeropuertos Argentina 2000. Esta función implica contactos permanentes, entre otros sectores, con las Fuerzas Armadas. Se trata de un conjunto de entramados que vinculan a empresarios argentinos, malvinenses e ingleses, ex militares retirados y sectores de la diplomacia pro-británica que sostienen un discurso de “paz” y “reconciliación” con el imperialismo. De hecho Curliovic mantuvo un estrecho vínculo con el ex embajador argentino en Londres, Carlos Sersale, quien defendió la soberanía de Gran Bretaña sobre las Islas Malvina desde su cuenta de Twitter sosteniendo que los funcionarios británicos designados por la corona eran las “máximas autoridades de la isla”. Sersale fue conocido por ser un activo lobbista a favor de abandonar el reclamo por la soberanía de Malvinas y enfocarse en el comercio bilateral para “atraer inversiones británicas en Argentina”. Curilovic fue uno de los que salió en defensa del Sersale en aquel entonces: “Lo conozco al embajador y sé de los esfuerzos que hizo por llevar adelante el proyecto humanitario de identificación de los caídos, por dar paz a los familiares. El esfuerzo por acercar y relacionar. Si no tendés puentes no se va a llegar a nada”.

Más cuidadoso, pero en el mismo sentido, Eurnekian es un apologista de la “reconciliación”, abandonando todo tipo de reclamo por Malvinas: “La paz es un bien y una virtud, pero también es un proceso dinámico y constructivo que requiere un continuo cuidado para preservarla de las causas que la perturban”. ¿Tendrá que ver con todo esto la política entreguista de Milei y Mondino sobre la cuestión Malvinas? ¿Estará relacionado este lobby con el hecho de que la Compañía General de Combustible del grupo América viene viene incrementando sus ingresos vertiginosamente, gracias a sus operaciones en la Cuenca Austral y del Golfo San Jorge (zonas en estrecha relación a la disputa geopolítica con Inglaterra por la obtención de los recursos estratégicos)? ¿Quiere Eurnekian ser socio de esa entrega? Tal vez faltan pruebas, pero quedan pocas dudas.

Lo cierto es que no es el único caso en el que Eurnekian busca ubicarse como lobista del imperialismo para ver si puede ser su representante local. En los últimos tiempos trascendió que Milei está planeando firmar un decreto para cambiar la gestión de la Hidrovía, el canal más importante de Argentina, que constituye la principal vía para el comercio exterior del país, siendo el canal de flujo de aproximadamente el 80% de la exportación nacional. El objetivo sería disolver el Consejo Federal de la Hidrovía, trasladando el control de la misma el Ministerio de Economía, volviendo a un esquema noventista en la licitación. ¿Quién sería beneficiado por este proceso? El nombre que resalta fuerte es nuevamente Eduardo Eurnekian que se presentó como el intermediario local del consorcio holandés Boskalis Dredging International, ligado a la familia real de Holanda y apoyado previamente por Mauricio Macri.

El entramado entre el grupo América, los distintos gobiernos y los “favores” que facilitaron su fortuna, de todos modos, no empezaron con Milei. Ya mencionamos los vínculos con el alfonsinismo y el menemismo, pero vale destacar que Eurnekián además de aparecer en la revista Forbes, también aparece en los titulares de varias causas de corrupción que trascendieron en los últimos años como los llamados “Panamá Papers” y la causa de los “Cuadernos de Centeno”. En este segundo caso se lo acusaba de haber pagado coimas por el corredor vial 4, a cargo de Corporación América y por la ruta 8 en el tramo Pilar-Pergamino. Y aunque Eduardo intentó desligarse del caso, Hugo, su sobrino, ya había declarado en 2018 en la causa reconociendo el pago de coimas a Roberto Baratta, un funcionario kirchnerista que trabajaba en el Ministerio de Planificación Federal que conducía Julio De Vido. Además, en aquella declaración, Hugo reconoció que aportó dinero a la campaña electoral del Frente para la Victoria durante 2013 en al menos dos ocasiones, aunque sosteniendo que "lo hizo a título personal exclusivamente, con fondos propios debidamente registrados en sus declaraciones juradas impositivas". Parece que todo este antecedente no fue un impedimento para que el sobrino de Eduardo sea uno de los “empresarios estrella” que acompañó a Javier Milei en su reciente visita al Vaticano como representante de la Compañía General de Combustibles.

Parece ser que los “principios morales” de Milei, que se la pasa hablando de los “políticos chorros”, de la “casta de ladrones” y de los “corruptos”, tiene una doble vara cuando se trata del empresariado: cuando hay que meterse con los verdaderos dueños del país muestra su carácter de gatito mimoso y recuerda su rol subordinado, como actor de reparto, en el saqueo nacional que quieren llevar adelante sus ex jefes.

Desde este punto de vista, lo que hace Milei es darle continuidad a una política que se viene desarrollando en los últimos años, tanto durante el macrismo como durante el gobierno del Frente de Todos, centrada en darle privilegios extraordinarios a las empresas vinculadas a la extracción de bienes naturales, particularmente hidrocarburos, entre las que el grupo América se ubica como gran jugador. Para muestra baste un botón: la Compañía General de Combustibles recibió entre 2022 y los primeros cinco meses de 2023 la suma de $5,643,296,905 en materia de subsidios a los combustibles fósiles. Se anotó en todos los planes gubernamentales (un verdadero “planero”) que beneficiaron al sector: los destinados a la oferta (Plan Gas Ar, Resolución 46), y aquellos clasificado como destinados a la demanda (Productores de Gas Propano, Asistencia Económica a las Empresas Productoras, Fraccionadoras y Distribuidoras de GLP).

Precarización laboral

Como hemos señalado también para el caso de Techint, la otra cara de todo este entramado de negocios es la explotación y precarización de los trabajadores en sus empresas. Parece ser que cuánta más plata tienen más precarizadores e inhumanos son. Un ejemplo de esto es el trato que reciben los trabajadores de Bodegas del Fin del Mundo, la Bodega de lujo de Eurnekián en Neuquén. Según una tardía inspección del Ministerio de Trabajo realizada en 2021 se detectó que allí laburaban trabajadores contratados por una cooperativa, sin registrar y que les pagaban la mitad del sueldo básico. Como se señalaba en este artículo de la La Izquierda Diario, los trabajadores que trabajan en la poda de la Viña tendrían que trabajar más de 4 días para poder comprar una de las botellas que vende la bodega.

El problema no se limita los salarios. Esta precarización mata, como lo demuestra el caso de Juan José Gómez, que con 24 años había llegado de Formosa hasta Neuquén en busca de trabajo y un futuro para su familia. Juan perdió la vida luego de que lo mandaran a trabajar en un tanque sin la protección adecuada y sin el refuerzo de otros compañeros para una tarea que se hace entre varias personas: luego de pedir auxilio y pese a los intentos de sus compañeros falleció producto de la inhalación de anhídrido carbónico.

Esta concepción inhumana, en donde todo vale para llenarse los bolsillos, también se expresa en las tierras que tiene Eurnekián en el norte del país, particularmente en Chaco. Según un informe de Greenpeace Eduardo sería uno de los principales deforestadores del norte argentino, teniendo en su haber 25 mil hectáreas de campo desmontadas, una superficie equivalente a la mitad de la ciudad de Resistencia. Como complemento, desde su estancia “Don Panos”, destinada a la producción agropecuaria, Eurnkián (cual terrateniente patagónico en el siglo XIX) le declaró la guerra a los pueblos Qom de la zona, con permanentes fumigaciones, restricciones en el acceso al agua y usurpaciones de territorio.

Un lugar clave en el gobierno de Milei

Junto con Techint, el grupo América es de los grupos que más funcionarios logró colocar en el actual gobierno. No es es de extrañar pues, como ya es sabido, el grupo de Eurnekián colaboró activamente en la instalación mediática del entonces ignoto líder libertario desde su influencia en América televisión y radio. La confianza se debía a vínculos de más largo aliento que prefiguraban parte de lo que se vería en el gobierno actual. Según señala el libro El loco. La vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina de Juan Luis González (2023), aunque Milei trabajaba para el grupo América desde 2008, hasta el año 2016 “no se presentaba en público como parte del staff, sino como miembro de la Fundación Acordar de Daniel Scioli. Una curiosidad: a esa institución la comandaba Guillermo Francos, histórico hombre de Eurnekian (desde el año 2000 trabaja para él), al punto tal de que cuando Francos se convirtió en director del Banco Provincia durante toda la segunda gestión de Scioli lo llamaban, puertas para adentro del gobierno bonaerense, el ‘infiltrado del armenio’ ”.

De todos modos, para evidenciar la conexión entre ambos no hace falta hurgar en zonas tan opacas. Basta mencionar la relación de varios funcionarios de alto rango del gobierno de Milei vinculados a Eurnekián. En primer lugar el malogrado Nicolás Posse, ex Jefe de gabinete que fue el director de proyectos en Aeropuertos Argentina 2000 y Gerente General de la Unidad de Negocios Sur, además de otros puestos. Su reemplazo, el hombre del “volumen político” (que evidencia la pata puesta por Eurnekián en todos los gobiernos), Guillermo Francos, fue Director de Aeropuertos Argentina 2000 y presidente de ARG Línea Privada Argentina, ex LAPA. Otro caso relevante es el del ministro de justicia Mariano Cúneo Libarona que fue el abogado de la familia Eurnekian en numerosas ocasiones, entre ellas, nada menos que la llamada “Causa de los cuadernos”. También se conocen los vínculos del empresario armenio con la oscura figura del brigadier Jorge Antelo (también cercano a Victoria Villarruel) que se desempeñó hasta hace poco como secretario de Estrategia Nacional, área vinculada a la geopolítica y a los servicios de inteligencia. En este sentido, podría interpretarse que los cambios en el gabinete (que coinciden con una toma de distancia de Eurnekián respecto de Milei) son una especie de “retirada parcial” del grupo que, sin embargo, ya garantizó varios de los negocios que tenía en mente. Podría decirse que el pensamiento del grupo es el de la verdadera casta: “todos los gobiernos pasan, nosotros quedamos”.

Finalmente, vale destacar que así como podríamos ver los dedos del titiritero sosteniendo a la marioneta, se puede ver la coincidencia “ideológica” y política en algunas de las ideas fundantes del gobierno entre Milei y Eurnekián. Un ejemplo es la “coincidencia” de la agitación por parte de Milei durante su campaña (y en los años previos) sobre el tema de la dolarización. Ya en el año 2018 el empresario sostenía: “No tenemos una moneda. El 80% del día estamos siguiendo cómo está el dólar. Si es así, dejemos de lado el peso y adoptemos el dólar. Si tomamos una decisión política de adoptar el dólar, se soluciona todo”. Las “coincidencias” van más allá: una de las frases recientes del empresario armenio define toda la “filosofía” de esconder a la casta empresarial bajo la falsa idea de “hacer pagar a la política”: tras las elecciones presidenciales salió a marcar la cancha diciendo que “el esfuerzo lo tienen que hacer los políticos, no nosotros”, en clara sintonía con lo que sería la insignia libertaria.

Milei dice que quiere “destruir el Estado desde adentro”, pero no sólo es un delirio al que nos tiene acostumbrados, sino un ocultamiento de su verdadero rol: si está a cargo del Estado es, en parte, porque determinados grupos empresarios alentaron, financiaron y dirigieron su campaña, luego pusieron funcionarios y finalmente le dictaron algunas de las políticas económicas centrales de su gobierno. Rebajando salarios, garantizando el extractivismo, atacando a los jubilados, el gobierno de Milei es más bien todo lo que espera la clase empresaria del Estado: que le garantice cada vez mejores negocios.

Que lo pueda hacer ya es otro cantar. Nuevamente, si corremos el velo de las ideologías libertarianas, aparece la lucha de clases como factor que determinará, en última instancia, el destino del gobierno. Los intereses de empresarios como Eurnekian y los de las mayorías trabajadoras no son compatibles. En un país semicolonial y dependiente como Argentina, no existe posibilidad de una salida que sea favorable a las masas sin terminar con el sometimiento al FMI y sus socios locales. Si la “democracia” consiste en ir a votar cada dos años pero los que deciden todos los días están encerrados en oficinas a miles de kilómetros, se vuelve necesario expresar el descontento en las calles e imponer una serie de medidas que nos hagan salir del espiral de crisis cíclicas y saqueos nacionales.

Destapar el velo de las ideas libertarianas, redirigir el odio hacia los empresarios que se enriquecen a costa de las mayorías, nos arrima al último deseo del viejo George Engel al pie del cadalso cuando decía: “Yo no combato individualmente a los capitalistas; combato el sistema que da el privilegio. Mi más ardiente deseo es que los trabajadores sepan quiénes son sus enemigos y quiénes son sus amigos.”


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Gabi Phyro

Historiador. Miembro del Comité Editorial de Armas de la Crítica