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Red Internacional
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Tribuna Abierta. La violencia política se despliega

Milei, Bullrich, Massa. La casta y la violencia explícita del Estado. Una alternativa contra el ajuste y el FMI.

Domingo 10 de septiembre de 2023 14:40

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Sabemos que el Estado, en cualquier instancia de la historia y lugar, defiende, justifica, legisla, narra y reprime para la clase social que es propietaria de los medios de producción y si el propio marco legal que se fija es considerado insuficiente para defender sus intereses, lo pisotea y actúa en consecuencia como vimos en Argentina con las distintas dictaduras, desde la de 1930 a la de 1976. También la burguesía hace uso de la violencia y el crimen a través de grupos paraestatales como durante el primer gobierno de Hipólito Yrigoyen, con la autodenominada Liga Patriótica y durante el peronismo, en el período 1973-1976, con la Triple A.

En estos días se reiteran amenazas de violencia política en gran escala y también sabemos que las amenazas de ese tenor suelen ser promesas que se cumplen cuando se llega al control del Estado. En febrero de 1973 Perón expresó que “en Argentina hace falta un Somatén” (histórica organización paraestatal catalana empleada por los Barones de esa región destinada a matar a los que estos aristócratas consideraban sus enemigos). En junio de ese año, y con la llegada de Perón a la Argentina, aparecía la Triple A, que asesinó alrededor de 1500 personas entre militantes obreros, estudiantes, abogados de izquierda y progresistas. El 23 de octubre de 1975, otro General del Ejército argentino, Jorge R. Videla, Jefe del Estado Mayor del gobierno de Isabel Perón declaraba en Montevideo durante la XI Conferencia de Ejércitos Americanos: “… si es preciso, en la Argentina deberán morir todas las personas necesarias para lograr la paz del país.” En marzo del año siguiente encabezó el Golpe de Estado con los resultados que todos conocemos.

El sujeto que obtuvo la primera minoría en las elecciones PASO del 13 de agosto último ya realiza, y de manera reiterada, amenazas de toda índole. Expresó: “¿Qué es en el fondo un socialista? Es una basura, un excremento humano. Ser socialista, en el fondo, es una enfermedad del espíritu, una enfermedad del alma”. Ninguna diferencia con expresiones de Hitler al respecto. Como recordó bien el Pollo Sobrero, “el socialismo no gobernó ni un solo día en el país, vivimos en una Argentina capitalista postrada”. Convengamos también en que Milei considera socialistas hasta poíticas/os conservadores; para él María E. Vidal es “recontrazurda” y Rodríguez Larreta “un comunista de mierda”.

Además de negar el cambio climático manifiesta:” Una empresa puede contaminar el rio todo lo que quiera, el problema radica en que no hay derecho de propiedad sobre el agua”. Y se puede continuar con la suma de brutalidades similares.

Claramente se observa que lo que remite a “la casta” es otra expresión demagógica, pues ya se reunió con el dirigente sindical- empresario Luis Barrionuevo, del que no es necesario explicitar nada, menemista enriquecido desde su posición en el sindicato de los gastronómicos y en la CGT. También se encontró con Gerardo Martínez de la UOCRA, célebre por ser parte de los servicios de inteligencia desde 1976, responsable de delaciones de compañeros, que tuvieron como resultado el secuestro y desaparición de 105 obreros de la construcción, como bien se recuerda en una nota muy completa realizada por Rosa D’Alesio en La Izquierda Diario de abril de 2018.

Como el mundo es pequeño, el Juez que lo sobreseyó en la causa por el 601 fue Ariel Lijo, por entonces kirchnerista y hoy el hermano de este juez, el “operador judicial” Alfredo Lijo se presenta en Tribunales como “el hombre de Milei” en el mundo judicial. Junto a Guillermo Francos, candidato a Ministro del Interior de Milei y a otros políticos burgueses intercambian piropos con Macri.

En el ámbito de los medios de comunicación, algunos de los que más se identifican con la derecha local están “preocupados” por su equilibrio psíquico, como lo apreciamos en Joaquín Morales Solá, hoy periodista en La Nación y durante la dictadura última en Clarín; también en Carlos Pagni del diario y la TV de los Mitre y antes vinculado a Yabrán. Hacen hincapié en sus falencias emocionales y en la falta de equipo para gobernar.

La sugerencia es clara y tiene un destinatario: el PRO, para que en caso de acceder Milei al gobierno en diciembre próximo, faciliten sus cuadros para una administración de Milei. No podía ocultar su alegría Macri con la elección realizada por La “libertad avanza” y es entendible, pues la propuesta privatizadora, de ajuste y acuerdo con el FMI, es afín a la de los llamados “libertarios”.

La compañera de fórmula de Milei, Victoria Villarruel, vindicadora de la dictadura, NO es la encarnación de la llamada “teoría de los dos demonios”, sino que explicita la tesis de la dictadura: los militares salvaron a la patria del terror rojo. Es importante tener clara esta cuestión: la llamada “teoría de los dos demonios”, no es una teoría sino un sofisma enunciado por Antonio Trócoli, Ministro del Interior de Raúl Alfonsín, al presentar el informe de la Conadep, antes del Juicio a las Juntas. El argumento era que los horrores de la dictadura eran producto de una respuesta ilegal al accionar de las organizaciones guerrilleras de los años “70”, principalmente Montoneros y el PRT-ERP. A la violencia del “terrorismo” de izquierda se respondió de manera similar desde un gobierno “de facto”.

Pero el planteo de Victoria Villarruel es diferente y retoma los argumentos de la dictadura: “Ante el accionar de bandas terroristas las Fuerzas Armadas (FFAA) se vieron en la necesidad de tomar las riendas del Estado y exterminar a los “subversivos” y salvaron a la patria del comunismo”. Para esta gente sólo hubo terrorismo de izquierda y sectores que los apoyaron y si hubo fuerzas “demoníacas” eran los grupos de izquierda, de ninguna manera las FFAA, a las que guiaba dios.

Con palabras distintas ya se expresó en relación a la violencia estatal futura Patricia Bullrich, que amenazó con “meter en cana”- textual- a un conocido burócrata sindical. Si eso piensa con relación a la burocracia sindical- empresarial, que no haría con los obreros combativos y clasistas.

Y si vemos tanto el accionar como la historia política de Massa no hay porque tener otras expectativas. Sigue ajustando a los trabajadores aplicando el programa del FMI y en ningún momento repudió ni la represión en Jujuy, ni las palabras de Milei y Bullrich en torno a la violencia, busca en otros puntos la diferencia. En todo momento es preciso recordar el comportamiento de Menem cuando llegó al gobierno: tomó el programa neoliberal de su competidor Eduardo Angeloz de la UCR y lo hizo propio.

Los aspectos específicos de violencia explícita por parte del Estado en mano de los tres candidatos burgueses, con más posibilidades de gobernar, constituyen una cuestión de suma importancia para no caer en la trampa del llamado “mal menor”. Consideremos que Massa contaría con la estructura del Partido Justicialista, los gobernadores afines y con la CGT en manos de burócratas- empresarios.

Hoy, más que nunca es preciso marcar la diferencia entre los tres candidatos burgueses y los que acompañan codo a codo la lucha, de los trabajadores, las mujeres y la juventud, contra las políticas de ajuste y el FMI, que sigue esquilmando a nuestro pueblo: los candidatos del Frente de Izquierda Unidad, encabezados por Miriam Bergman y Nicolás del Caño.