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Red Internacional
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Gobierno. La vuelta a los consensos de los 30 años: Mario Marcel habla de renunciar a los “extremos” tras el plebiscito

Durante el evento “Latam: The deep value of responsability”, el ministro estrella del gobierno de Boric señaló que el país debe olvidarse de los extremos y trató de “utopía irrealizable” a las demandas de la rebelión del 2019

Miércoles 24 de agosto de 2022

Nuevamente el ministro favorito de Boric, Mario Marcel, declaró durante el foro empresarial “Latam: The deep value of responsability” las directrices que el gobierno esta siguiendo de cara al debate sobre la reforma tributaria y el escenario post plebiscito.

Según consignó “La Tercera” Marcel señaló: “Creo que tenemos que renunciar a dos extremos: la idea de volver al país previo al 18 de octubre de 2019 y tampoco utopías irrealizables. Lo que debemos preocuparnos es buscar respuestas concretas, viables, graduales y, al mismo tiempo, aprovechar las oportunidades que se van abriendo para la economía chilena, que hace 10 o 15 años no las teníamos ni siquiera en nuestra imaginación”, mostrándose como el sector moderado del gobierno, el que quiere “tranquilidad” y “paz” para los negocios, con mayor razón si los índices económicos parecieran mostrar que la situación se está deteriorando y un escenario de alta inflación y bajo o nulo crecimiento, viene siendo lo más probable.

Además, gran parte de su alocución la dedicó a los llamados a la unidad, a pensar “que podemos hacer si gana la opción distinta de la que nosotros preferimos”, convocando a los presentes a un diálogo que busque puntos en común entre autoridades, empresarios y dirigentes sindicales.

La política de Marcel no es más que las ganas que tiene el gobierno de revivir la política de los “acuerdos”, se acercarse a un extremo realismo “sin renuncia”, sobre todo pensando en la posibilidad de que sea el rechazo la opción ganadora el 4 de septiembre y donde la llave de las reformas las tendrá el parlamento, donde el oficialismo no tiene mayoría y dependerá del pirquineo de votos en la oposición para sacar adelante su programa.

Pero todo este entramado ha sido fabricado paso a paso tanto por el ala moderada del gobierno, con la que Boric se siente cada vez más cómodo, como por los partidos de Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad, quienes han llevado adelante una serie de reuniones con un amplio abanico de referentes de la centro y centro izquierda en post de calmar las aguas del rechazo e intentar atraer votos al “aprobar para reformar”.

Aún cuando han destinado una importante energía para esta operación, el resultado no está siendo el esperado y no hasta la última encuesta publicada, no se logró revertir la tendencia entre el apruebo y el rechazo.

Por eso, los dichos de Marcel no caen del cielo, así como la presencia de dirigentes empresariales y de la derecha durante el anuncio del proyecto de las 40 horas, que fue proclamado con bombo y platillos en la moneda durante la jornada de ayer.

El gobierno y el oficialismo comienzan a preparar el terreno para un periodo donde tendrán que sentarse y negociar con una derecha fortalecida por ellos mismos al impulsar las políticas pendientes del gobierno de Piñera, como infraestructura crítica o darle nueva validez a políticas represivas como la extensión del Estado de excepción constitucional en el Wallmapu, y con posibilidades ahora de que se implemente en otras regiones e incluso en el norte del país.