La decisión debe ser ratificada por el Servicio de Clasificación. Puede ser recurrida por la Fiscalía y que ésta maniobre para que la última palabra la tenga Marchena y el Supremo.
Jueves 2 de julio de 2020
Las tres juntas de tratamiento penitenciario de las prisiones de Wad Ras, Lledoners y Puig de les Basses, han propuesto el tercer grado para los presos políticos condenado en el juicio del procés del Tribunal Supremo. Ahora hay un plazo de dos meses para que el Servicio de Clasificación estudie la propuesta. Este Servicio en general tramita favorablemente las decisiones de las juntas.
La tramitación se hará con urgencia pero todavía no podrán salir este fin de semana. Los presos podrán disfrutar del tercer grado inmediatamente sea aprobado por el Servicio de Clasificación, aunque haya una apelación de la Fiscalía. Cómo se ve la vía judicial es lentísima, larga y con pocas brechas. Al fin y al cabo, las leyes han sido hecha desde el poder parlamentario del Régimen del 78 e interpretadas por la judicatura de Torquemada.
La cuestión ahora es que hará la Fiscalía ante esta situación. Como es previsible, apelará hasta tratar de llegar al Tribunal Supremo. Si el juez Marchena es quien toma la última palabra ya la sabemos. De todas formas, la ley no contempla que el Supremo sea competente. Tendría que ser la Audiencia del territorio donde se juzga, Cataluña en este caso. Pero, ya conocemos la justicia española.
El tercer grado implicará que de lunes de viernes podrán salir de las prisiones y volver a dormir. Algunos ya podían salir, pero solo unas horas para hacer algún trabajo. Los fines de semana podrán dormir en su casa por primera vez. Esto obviamente no es justicia, son migajas. Votar no es ningún delito.
Tenemos que recordar que en este proceso judicial, el Tribunal Supremo ha ejercido todo tipo de presiones sobre los funcionarios de prisiones para evitar que permitan la salida parcial de los dirigentes políticos catalanes. Y que nadie dude que las presiones de toda la Judicatura y el reaccionario Régimen del 78 hará todo lo que pueda para evitar la aprobación del tercer grado. Empezando con una fuerte campaña de la “casposa” prensa derechista.
De todas formas, la represión ejercida desde Madrid todavía continúa. Pero es una represión que además, tiene del apoyo de la Generalitat. Sobre todo cuando se reprime a la izquierda independentista. Es el caso de los 9 de Lledoners o el caso de Ibrahim y lo Charaf entre otros.