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Red Internacional
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DECRETO 702/18. Las asignaciones familiares caerán hasta 75 % en algunas provincias

Otro ataque a la familia trabajadora en el marco del fuerte plan de ajuste del gobierno. Recorte de asignaciones familiares en algunas provincias que son las más afectadas por el costo de vida y limitación de su otorgamiento con cambios de topes.

Lucía Ortega

Lucía Ortega @OrtegaLu_

Sábado 28 de julio de 2018

Sigue el ajuste fiscal para cumplir con el pago de intereses de deuda, a la medida del FMI. Esta vez toca directamente a los niños y niñas cuyos padres reciben una ayuda de ingresos ("salario familiar" o asignaciones familiares), que verán en muchos casos reducidos sus ingresos.

Los cambios en asignaciones familiares mediante el decreto 702/18 publicado ayer implican un fuerte recorte con el que la Anses espera "ahorrar" casi $ 10.000 millones al año, el único objetivo de una medida que perjudica directamente a las familias trabajadoras y de menores ingresos.

El decreto sólo establece modificaciones en las asignaciones familiares contributivas por hijo que perciben los y las trabajadores y monotributistas. Por el momento no afecta las Asignaciones Familiares por Hijo (AUH) o por embarazo para protección social.

Los cambios más importantes son:

* Elimina la diferencia por zona, "hacia abajo". Esto significa que todos percibirán el mismo monto según ingresos familiares, sin distinción de la provincia o zona de residencia. Pero en lugar de nivelar "hacia arriba" para elevar los montos de las asignaciones, se apunta a recortar y "sacarle el pan de la boca" a los niños y niñas de las zonas desfavorables. La medida afectaría a 100 mil niños y niñas.

Con la eliminación de las zonas diferenciales, a partir de septiembre se reduce hasta un 75% la asignación familiar prenatal y por hijo de los trabajadores en relación de dependencia de varias provincias y regiones del país.

Las "zonas diferenciales” que cobran asignaciones de montos mayores, y que ahora desaparecen, son Tierra del Fuego, Santa Cruz, La Pampa, Río Negro, Neuquén y varios departamentos de Formosa, Mendoza, Catamarca, Buenos Aires y Salta.

La disminución de la prestación podrá llegar hasta $ 1.892 mensuales menos por cada hijo.

Para los salarios más bajos la asignación por hijo es de $ 1.578 pero puede alcanzar los $ 3.407 en determinadas provincias o regiones. Al unificarse en $ 1.578, se reduce en un 54 % el monto del beneficio.

Para la siguiente escala de ingreso salarial o familiar, la asignación es de $ 1.063, pudiendo alcanzar los $ 2.802 en ciertas regiones. Aquí la diferencia es de $ 1.739 por hijo, equivalente a una merma del 63 %.

En el siguiente nivel de ingreso, el salario por hijo es de $ 640 pero el valor diferencial puede alcanzar los $ 2.532. La diferencia es de $ 1.892, un 75 % menos.

Y en los ingresos más altos, hasta el nuevo tope de $ 83.917 mensuales, el salario por hijo se unifica en $ 328, un 75% menos que los $ 1.286 de valor diferencial máximo.

*Suba del piso mínimo de ingresos para percibir la prestación. Antes era de $ 200 y pasará a ser $ 2.815, que es la base imponible mínima previsional.

* Se baja el límite máximo de ingresos. Era de $ 94.786 y bajará a la base imponible máxima previsional, de $ 83.917. Este punto dejaría por fuera de la asignación a una importante cantidad de familias, en un contexto de caída del salario real por la inflación, los tarifazos y los techos a las paritarias acordados con las burocracias sindicales.

* Se restringe el otorgamiento. No puede percibir la asignación si un integrante del grupo familiar cobra más de $ 41.959, siendo que antes el límite era de $ 47 mil.

Al mismo tiempo que se estableció este decreto de la Anses para recortar los montos de asignaciones, la Afip también implementó un recorte a los trabajadores que pagan ganancias (impuesto al salario), quitando la posibilidad de que los cónyuges puedan descontar del referido impuesto la deducción por hija/o.

Es decir que de conjunto estas medidas constituyen un nuevo ataque a la clase trabajadora, tanto a quienes tienen ingresos medios y bajos y perciben asignaciones familiares, como a aquellos que tienen el "privilegio" de pagar el impuesto al salario. En ambos casos el gobierno avanza con su plan de ajuste sobre los trabajadores afectando un eslabón sensible: los hijos e hijas.

En un país en donde casi la mitad de los niños viven en condiciones de pobreza, estas políticas de recorte sobre las familias trabajadores muestran toda la crudeza y barbaridad de un ajuste sin límites con el fin de satisfacer la demanda de especuladores, los acreedores externos y el gran capital.


Lucía Ortega

Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.

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