Fútbol Femenino. Las jugadoras de Deportivo Español reclaman derechos para todas las futbolistas

El domingo por la mañana se enfrentaban Boca Juniors y Deportivo Español por la última fecha del Campeonato YPF de Primera División. Un acontecimiento muy esperado, ya que para las xeneizes significaba la vuelta de su gente a las tribunas.
Las Gallegas iban a disputar ese día su último partido del año, ya que no lograron clasificar a los Cuartos de Final del certamen. Siendo conscientes de esta situación, decidieron aprovechar el escenario y la televisación por los medios públicos para difundir un comunicado que venían craneando hace tiempo. Lo hicieron post partido, luego de haber caído 4 a 2.

“Esta protesta hace alusión a las diversas vicisitudes que atraviesa el fútbol femenino hace años, por lo que necesitamos ser escuchadas para reducir el cansancio emocional y el estrés mental que estas situaciones generan a diario", comienza el texto de las jugadoras en la voz de María Cecilia Ojeda ,en el que se hace referencia a incumplimientos de contratos y retraso en los pagos. Denuncian también la falta de control de las entidades superiores a los clubes. Esta parte puntual del reclamo le compete a la Comisión Directiva de cada club, a AFA, a Futbolistas Agremiados y al propio Estado que se desentiende de los padecimientos pero posa para las fotos con las futbolistas cuando es redituable y conveniente.
El incumplimiento del contrato laboral quedó expuesto, cómo así también la soledad y la falta de herramientas con las qué pelean dia a día las mujeres y disidencias sexuales que practican el deporte.

Es indiscutible el duro golpe que es para las pibas de clase trabajadora un mínimo incumplimiento de las condiciones pautadas. Un puñal al centro de un sueño que están cumpliendo o comenzando a soñar con cumplir. Un despropósito atroz.

“La escasez de herramientas y la falta de recursos para un correcto y óptimo desarrollo de la actividad, personal capacitado (esto es cuerpo técnico y personal de la salud), material de trabajo óptimo y espacio de entrenamiento acordes”, reclamaron las integrantes del plantel en el duro comunicado que permite ver lo que es la vida de las futbolistas de Primera División hoy, muy alejada de los contratos prometidos, el avance para ellas y la disciplina, de los derechos conquistados.

Este mismo equipo se quedó sin técnico después de que Carlos Torres fuera detenido por el abuso a una jugadora de las inferiores del club. Hecho que ya se encuentra en la Justicia.

La futbolista encargada de leer el comunicado, con sus compañeras de equipo a sus espaldas, bancando, fue María Cecilia Ojeda. La santafesina rompió el hielo en el mediodía de La Boca y le dio voz a una exigencia que trasciende a Español y a AFA, habló por cada una de las futbolistas y equipos de nuestro país.

La mediocampista dialogó con La Izquierda Diario en pos de visibilizar el reclamo y que no se pierda con el tiempo, luego de tremendo gesto de coraje y decisión ante tanto silencio.

"En principio se nos ocurrió no presentarnos directamente, sabíamos que no jugar un partido tan importante como este iba a generar importantes repercusiones", comenzó diciendo la joven volante.

Las Gallegas levantaron la bandera de una situación muy grave que atraviesa a todos los equipos del país en mayor o menor medida y decidieron: "Hacer algo más general y buscar apoyo de compañeras de otros clubes para que además no quede como que es algo propio de nuestro club sino aprovechar nuestra situación y solidarizarnos con todas y generar un mayor impacto. Nos reunimos entre nosotras muchas veces y debatimos acerca de esto, decidimos presentarnos para poder tomar la palabra ahí mismo a sabiendas de que estaría la TV y abría mucha audiencia, queríamos general realmente un impacto significativo".

"Si no nos tendríamos unas a las otras la permanencia en los clubes no sería posible. Es muchísimo el agotamiento mental y emocional"

María Cecilia deja entrever en sus palabras algo clave: el apoyo y la organización entre compañeras de equipo y todas las futbolistas para poder pujar porque la disciplina tenga un desarrollo y crecimiento real, para que la violencia simbólica y psicológica hacia nosotras cese de una vez por todas y haya inversión y apoyo institucional.
La ex Unión de Santa Fe expresó: "No hay con quien hablar, no hay a quien pedirle una estadía honrada y tratos dignos".
Ojeda toma la posta una vez más y subraya: "Si no tenemos agua corriente ni agua para bañarnos, ¿a quién le reclamamos que está escaseando este recurso vital? Nos prometen pensión completa y solo nos dan algo de dinero para la cena. Nuestras compañeras que no tienen una familia con un buen pasar económico para enviarles dinero, ¿Qué comen durante el día?".
Las futbolistas del Español reclaman que en la pensión no pueden suplir siquiera sus necesidades básicas "nos quedamos sin gas y tenemos que salir en la madrugada a buscar garrafa, incluso nos hemos ido a dormir sin comer. No tenemos ni un baño privado".

¡Compromiso ya de parte de los clubes y apoyo de todas las entidades responsables!

"Pedir esto y que nos traten como ’pretensiosas’ y nos ataquen siempre diciéndonos que el fútbol femenino solo genera gastos, que somos desagradecidas por no valorar poder jugar en un estadio como el que tenemos y que si no nos gusta algo ’elijamos cualquiera de las 7 puertas para irnos’", es un duro reflejo de la realidad y del estrés al que están expuestas estas deportistas.

María Cecilia relata que ese incumplimiento del contrato laboral incluye no cobrar en tiempo y forma, que las compañeras que se lesionan no perciben el ingreso por meses, etc.

"Si no tenés un contrato de respaldo pero si un viático prácticamente no hay derecho a reclamar nada, condiciones mucho menos", indicó la mediocampista.
En el caso de una lesión, quedan aún más expuestas: la única que les da una mano y acompaña es una médica del club que no cobró durante todo el año y un kinesiólogo de la Primera que hace lo propio algunas veces. Una lesión para las deportistas supone riesgos aún mayores que los estrictamente médicos. Los costos de recuperación corren por su cuenta. La realidad es que nadie piensa en la salud integral de las jugadoras.

"Si no valoran el esfuerzo es difícil sacar fuerzas y seguir, se agota el motor de impulso, cesan las ganas"

Las Gallegas reclaman también que se las tomé en serio desde lo futbolístico, tener un cuerpo técnico completo y "entrenamientos que permitan un trabajo progresivo y organizado de real sentido y significancia para nuestro crecimiento y desarrollo".
"Gracias a Dios contamos en el club con una psicóloga que durante todo el año se hizo presente con nosotras también por ’afinidad’ ya que no ha recibido pago por su trabajo en todo el año". Claros ejemplos de que entre compañeres de clase se bancan y sostienen, se ayudan, mientras los de arriba solo ponen palos en las ruedas.

Estas circunstancias repercuten en su vida diaria y en lo estrictamente deportivo: "Te cambia la vida, el ánimo, el humor, en muchos casos ha acabado con el sueño de muchas que han desistido de seguir jugando producto de las incesantes injusticias y escases de atención mínima y tratos dignos. El estrés repercute en el cuerpo sin lugar a dudas".

"Nos tenemos unas a las otras inagotablemente dándonos aliento"

Ante tanta violencia, nos podíamos preguntar dónde están les dirigentes, la AFA, Futbolistas Agremiados, el propio Estado que levanta la bandera del fútbol femenino federal, visible e inclusivo. ¿Qué aporte monetario hace el convenio entre el gobierno y la Asociación de fútbol de Argentina e YPF (sponsor oficial) al bolsillo de cada jugadora o a que el club invierta en la disciplina? No sé discute la importancia vital de la televisación y la pantalla que significa esto. Se exige un compromiso y un apoyo real. Que se involucren. Plantarse para que uno de los clubes pioneros en esta disciplina desde el Campeonato de 1991 y el resto de los equipos de AFA y del país crezcan en derechos laborales y en equidad.

"Nos hemos convencido entre nosotras mismas de salir a dar pelea con lo qué teníamos a sabiendas de que el miedo a involucrarse (haciendo referencia a otras jugadoras) siempre domina las situaciones", remata Ojeda. Incluso es un mensaje para las futbolistas que están teniendo un presente mucho mejor.

En sus palabras hay un grito de lucha, de tenacidad y de valentía que no todas tienen, pero las jugadoras de Español hoy si. Desde Pan y Rosas Argentina y el Partido de los Trabajadores Socialistas apoyamos este reclamo, por su validez e importancia como motor para crear condiciones y derechos reales para las personas que practican la disciplina. Porque es hoy, es ahora, que hay niñas y adolescentes, madres y adultas pateando una pelota a lo largo y ancho del país, y tomándose unos mates para ver un partido de las pibas por la tele. Porque es vital el derecho a lo recreativo, al deporte, al ocio por parte de las clases populares y trabajadoras.
Para que "el fútbol va a ser de todes o no va a ser" deje de ser un mero slogan y se levante como una bandera que no vamos a soltar hasta que se cumpla con eso y lograr la equidad por la que tanto peleamos.

"Agremiados, AFA o quien corresponda hágase presente, invítennos a los medios, escúchennos, denos la palabra, si hay mujeres con ganas de armar una comisión o sindicato para fútbol femenino háganlo visible y empecemos a formar una entidad. La salud no puede esperar", manifestó María Cecilia.

Las futbolistas en Español comparten contratos y perciben la mitad de los ingresos estipulados para una, bancan con rifas la cobertura de necesidades básicas y la vuelta de cada deportista a su ciudad o provincia de origen, desconocen los detalles de sus propios contratos, les han cortado el agua e internet (esto es importante para poder estar comunicadas con sus familias) en la pensión, están desamparadas y "en la nada", nadie les confirmó oficialmente si en diciembre deben presentarse a entrenar y si se les renovará.

Las Gallegas, en jugada magistral, abrieron la cancha, metieron un pase filtrado para que este reclamo lo empuje cada une de nosotres que juega, ama, vive, se apasiona por el fútbol día a día. Sabemos que está lucha es colectiva.