Licencias de cuidados para madres trabajadoras, sin plenos derechos

En el marco del inicio adelantado de las elecciones presidenciales, en los últimos meses han proliferado distintas promesas de legisladores de los partidos del régimen hacia las y los trabajadores, así como hacia el movimiento de mujeres, que aunque puedan parecer muy progresistas, presentan grandes límites, sin que se apuesten por cambiar de raíz las condiciones laborales de las y los trabajadores y solo buscan apropiarse de nuestras demandas para capitalizarlas electoralmente.

Ahora el senador panista Erandi Bermúdez Méndez presentó una iniciativa para incluir, en la Ley Federal del Trabajo, el derecho a permisos de ausencia laboral, con goce de sueldo, para madres, cuando sus hijos menores de 18 años se encuentren enfermos de gravedad.

La reforma implicaría adicionar a la fracción VIII al artículo 170 de la Ley Federal del Trabajo, que establece los derechos de las madres trabajadoras, como no realizar ciertos trabajos para el periodo de gestación, descanso de seis semanas anteriores y posteriores al parto, en caso de adopción descanso de seis semanas con goce de sueldo, reposos para el periodo de lactancia o reducción de la jornada laboral para ello y a percibir sueldo completo, a regresar al puesto que desempeñaba si es antes de un año de la fecha de embarazo, a que se computen dentro de la antigüedad los periodos pre y postnatales.

El legislador panista evidencia que es consciente de las dobles o triples jornadas de las mujeres, al señalar que padecen los precarios salarios, la falta de seguridad social de aquellas que no tienen empleo formal y que se enfrentan al “desafío de conciliar el rol de jefas de familia, pero también la responsabilidad laboral”. Incluso naturaliza que “la maternidad es un camino lleno de desafíos y sacrificios para las madres trabajadoras y jefas de familia”.

Señala que así se reconoce “su responsabilidad fundamental de cuidar y tratar a sus hijos en los momentos de enfermedad”. Argumenta que lo anterior “representa un paso crucial hacia la construcción de una sociedad más inclusiva” y que hay un “deber como sociedad de enfrentar y ayudar para que tengan el apoyo necesario, para que puedan cumplir con su rol de madres y jefas de familia sin tener que sacrificar su estabilidad económica”.

Las condiciones laborales de las madres trabajadoras

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), para el 2022 había 25 millones de mujeres trabajadoras, que representan 40% de la población económicamente activa, además se destaca que el 30% de las mujeres ocupadas son madres, es decir, tres de cada diez mujeres que trabajan en nuestro país son mamás. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) señala 17 millones de madres trabajadoras, de las cuales 72% tiene al menos un hijo o hija.

¿En qué condiciones laborales se encuentran las madres trabajadoras? 3.3 millones (19%) tienen jornadas laborales de más de 48 horas a la semana y según un estudio de la bolsa de trabajo en línea OCCMundial, el 52% de las encuestadas señala que en sus centros de trabajo no tienen apoyo para equilibrar las cargas de trabajo desproporcionadas que enfrentan.

Este mismo estudio apunta a que el 90% de las empresas tiene dentro de sus plantillas laborales a mujeres con hijos o hijas; en el 29% de las compañías, más de la mitad de su personal es mamá y el 17% de las mamás encuestadas informaron que las empresas donde trabajan no respetan este periodo de licencia de maternidad y les insisten en volver a trabajar, aunque deben poder contar con 12 semanas con goce de sueldo- aunque es menor a las 14 semanas recomendadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)-, incluso a pesar de que, desde marzo, el Congreso reformó los artículos 101 y 102 Bis de la Ley del Seguro Social para que las mamás o personas con capacidad de gestar puedan transferir hasta cuatro de las seis semanas de licencia previas al parto para después de dar a luz.

¿Cómo le hacen las madres trabajadoras con los cuidados? A 40% le ayuda la familia, el 23% cuenta con guardería o la escuela y 15% con la corresponsabilidad de su pareja. El 10% contrata a alguien para que se ocupe de ese trabajo y 15% dijo que lo hace sin apoyo. Esto evidencia la falta de guarderías en los centros de trabajo, derecho que es negado por parte de las patronales y que constituye una avanzada contra los derechos de seguridad social en general.

Finalmente, si bien las empresas no deben exigir certificados médicos de no embarazo (artículo 133 de la LFT), al 90% de las mujeres les han preguntado si tienen hijos o hijas como parte de una entrevista de trabajo. Con todo lo anterior se visibilizan vulneraciones a derechos laborales de las madres trabajadoras y el aumento de la precarización laboral.

Trabajo de cuidados

En el discurso de la iniciativa de ley el legislador naturaliza que el trabajo de cuidados realizado por las mujeres es "desafío, sacrificio y deber", lo que termina en operación ideológica que sostiene el privilegio masculino de poder desentenderse de las tareas cotidianas de la reproducción de la vida y enmascara que los beneficios económicos que de allí se producen son para la clase capitalista, que generan para las mujeres empleos cada día más precarios.

Pero no se queda ahí, pues el legislador proviene del PAN, donde hay candidata mujer como Xóchitl Gálvez rumbo a la presidencia, lo cual también evidencia que esto es insuficiente para tomar seriamente las demandas de las trabajadoras y sus familias.

Además, no podemos olvidar que partidos como el PAN se encargaron durante años de profundizar el ataque neoliberal y políticas como la militarización que hoy son causa de una violencia profunda en el país que afecta principalmente a mujeres, juventud y pueblos originarios, por lo que las mujeres nos enfrentamos a representantes políticos que utilizan sus puestos para garantizar los negocios capitalistas.

Las tareas de cuidado fueron y son un punto de discusión dentro y fuera del movimiento de mujeres, pues garantizan la vida cotidiana de los integrantes del hogar, como un rol asignado por prejuicios patriarcales, que es sostenido por el capitalismo para que ni empleadores ni el Estado sean responsables del costo total de mantener la fuerza de trabajo, a las infancias y a las personas que por su edad no pueden trabajar y percibir un salario, que pasa a ser una jornada de trabajo gratuito que recae mayoritariamente sobre las mujeres, como una sobrecarga a la que se suma la dificultad para acceder a un trabajo con plenos derechos laborales como licencias, vacaciones, etc.

Las mujeres requerimos salir a luchar, desde una perspectiva independiente del Estado y sus instituciones, porque proyectos parciales como la licencia de cuidados verdaderamente estén en agenda y podamos discutir problemáticas de fondo como la precarización, aunque al final requerimos pelear por una sociedad donde no haya opresión, echemos al patriarcado y al capitalismo, por la organización de la sociedad totalmente distinta, donde las tareas de cuidado sean socializadas, transformarlo en gran medida en trabajo asalariado y servicios sociales públicos y gratuitos.

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