Según el SERVEL, “en 2016, contaron con un 5,53% de participación. En 2020, las primarias de alcaldes contaron con un 4,37% de participación. En paralelo se realizaron las de gobernadores, con un 2,87% de participación. La participación en estas primarias ha sido del 6, 1% del electorado.”
Martes 11 de junio
La tarde del día domingo estuvo marcada por el debate de la participación. El Partido Socialista responsabilizó al gobierno, la vocera de gobierno responsabilizó a los partidos políticos. Más tarde, el SERVEL publicó que las cifras del 2024 superaron las primarias del año 2020 tildando la participación como “histórica”. Sin embargo, el aumento ha sido ínfimo y las primarias no terminan de hacer sentido a las grandes mayorías.
Según el SERVEL, “en 2016, contaron con un 5,53% de participación. En 2020, las primarias de alcaldes contaron con un 4,37% de participación. En paralelo se realizaron las de gobernadores, con un 2,87% de participación. La participación en estas primarias ha sido del 6, 1% del electorado.”
El debate de la participación marcó la verdadera disputa: la interna del oficialismo y la derrota de la Democracia Cristiana y del Partido Socialista en comunas claves como Peñalolén y Providencia.
En diferentes comunas, los alcaldes en ejercicio que no pueden ser reelectos impulsan sus propios candidatos, algunos de ellos independientes. La mayoría salieron electos, es el caso de Daniel Reyes en La Florida (delfín de Cárter). No ocurrió lo mismo en Peñalolén, donde el candidato de Carolina Leitao no llegará a la papeleta de octubre.
El término "delfines" se refiere a figuras políticas que, aunque se presentan como independientes, en realidad están respaldadas por partidos políticos tradicionales. Lo mismo sucede con Karla Rubilar en Puente Alto.
Tanto el Partido Comunista, como el Frente Amplio anotan importantes triunfos en comunas emblemáticas: el Frente Amplio en Providencia, Peñalolén y Valparaíso, el Partido Comunista en La Florida y en Antofagasta.
Si bien los resultados no fueron del todo favorables para algunos conglomerados, los resultados no definen las próximas elecciones municipales ya que, más que configurarse como una vía democrática de expresión popular con el fin de que la población determine sus propios candidatos, las primarias son un mecanismo para que los partidos políticos y sus simpatizantes definan el candidato más competitivo. Queda un gran porcentaje de personas que no acudió a votar en primarias y que sí lo hará en octubre.
En estas elecciones el Frente Amplio apostó a un pacto único que va desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana. Estos partidos durante años buscaron diferenciarse del “duopolio” de la derecha y la Concertación, y hoy por primera vez van todos juntos en un mismo pacto electoral. Esto constituye un importante paso en la socialdemocratización del FA y el PC. Dicen que para enfrentar a la derecha se requiere la más amplia unidad. Sin embargo, esa es una batalla estructural que tiene relación con las grandes aspiraciones sociales que desataron, también, lo que fue la rebelión. Aspiraciones y necesidades que se encuentran aún irresueltas.
Hasta ahora la derecha avanza porque el gobierno ha incumplido su propio programa o ha gobernado con políticas provenientes de la derecha: el TPP-11, la militarización de la Araucanía, la Ley Naín Retamal, la ley antitomas, entre otras políticas represivas. Ha gobernado anteponiendo políticas punitivas y efectistas al problema de la seguridad, fortaleciendo el aparato represivo del Estado, sin atender la crisis de la educación pública, de la salud, las pensiones o la vivienda.
Desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios presentaremos nuestros candidatos hacia octubre en la comuna de Antofagasta con un programa político que aporte al fortalecimiento de la organización de los trabajadores y pueblo, amplificando importantes luchas como lo fue la movilización docente tras la muerte de Katherine Yoma, la lucha por salud o el derecho a vivienda.