La noche del sábado 8 junio quedó en la historia para el pueblo Ricotero: “Los Funda” colmaron el Estadio Unico Diego Maradona en La Plata, para mostrar la vigencia del pogo más grande del mundo.
Daniel Lencina @dani.lenci
Lunes 10 de junio 23:33
Fotos: @phuerza / @enfoquerojo
Es una tarde de primavera, pero en invierno; casi como una caricia al alma que el cambio climático ofrece de regalo a los amantes de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y, sobre todo, de su vocalista, el Indio. Nuevamente la Panamericana es un desfiladero de micros, autos y motos que llevan flameando banderas de los Redondos.
La tarde se (re) presta para uno de esos refrescos de botella cortada, con unas pares de piedras de hielo pogueando al son del Rock que inunda el micro escolar color naranja al que voy trepado, junto a decenas de personas, que horas más tardes se multiplicarán hasta el infinito. Hasta el infinito, literalmente, porque el show que ofrecieron Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado fué transmitido por Youtube por única vez y lo pudieron disfrutar en vivo miles de fans de los más remotos rincones del mundo.
El clima de fiesta se vive y se palpita en cada detalle, en ese espíritu rebelde que tan bien le hace al corazón en tiempos de ajuste y represión. Las inmediaciones del Estadio Único Diego Maradona se transforman en un festival de colores y sabores. La manija aumenta a medida que nos acercamos a las puertas del estadio. Un flaco luce una chaqueta camuflada, una prenda deluxe y en su espalda, debajo del logo “PR” una leyenda reza: “Fijate de qué lado de la mecha te encontrás”. No sólo no desentona, sino que es la mejor chaqueta para agitar uno de los clásicos de la época que más se corearon en el estadio a viva voz “El que no salta voto a Milei”.
Pasadas las 21.30hs, entre la percu y la tenue luz de un estadio completamente colmado, perdón, colmadísimo; se escucha la voz grave del Indio dando la bienvenida a lo que promete ser un fiestón: “Damas y caballeros, con ustedes Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado”. Pegado a la Intro para comienza a sonar “Alien Duce” del discaso “El último bondi a Finisterre”. Todo es una locura. Trapos y remeras revoleandose en un remolino eterno, aromatizadas por flores que sobrevuelan alto, como el drone que capta un mar de emociones, unidas por la pasión.
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Sonaron grandes clásicos durante toda la noche de los Redondos y del Indio con LFDAA, por ejemplo, un temazo que sonó “una maravilla”, como diría Román, fue “A bailar que no hay infierno”. Y así iban pasando un himno tras otro de esos en que el estadio se vuelve una sola voz, por ejemplo coreando el solo de saxo de “La bestia pop”. Pero, hay que decirlo, Deborah Dixon se comió el escenario cuando interpretó “Blues de la libertad”, cantado como se canta el Blues, con el alma.
El show fue intenso y dinámico porque los temas fueron cantados por todos los integrantes que lograron un mosaico de tonalidades vocales, acorde al repertorio que no se guardó nada: Gaspar Benegas (también es cantante y violero en La Mono, bandasa), Luciana Palacios que canto “Ya nadie va a escuchar tu remera” o Sergio Colombo que la descosió en “Etiqueta negra”. Todxs la rompieron, transpirando la camiseta.
En un momento, desde el escenario avisaron que el Indio nos estaba viendo en vivo y el estadio explotó en aplausos para transmitir el cariño a una leyenda del gran Rock de este país. En simultáneo, otra multitud seguía el minuto a minuto, como en una final, de lo que iba pasando en La Plata dado que la transmisión en vivo también acercó a los corazones y había gente que iba comentando por redes sociales lo que estaba sucediendo.
Luego de eso, el Míster, hizo su aparición a través de la voz que hizo lagrimear y estremecer a más de uno, no importa si estaba en las gradas, en el campo, o trepado a los baños químicos, trepado a lo “alto y peligroso” como en el Mundial 2022 pero en lugar de celebrar la Copa del Mundo la gente estaba agitando los brazos, teniendo la mejor selfie de su vida, o si estabas encontrándote con ese amigx que hace mucho no veías y te dabas el abrazo en el medio del pogo. Pogo de esos que cada dos por tres estas (muy) a punto de perder una zapatilla. Fija. La puesta en escena de LFDAA es simplemente espectacular. El sonido, a cargo de Andy Carbonel, realmente fue brillante y no era para menos dado que hay que hacer sonar a semejante máquina en vivo.
Sobre el final Gaspar dijo antes de tocar “Juguetes perdidos” que “En estos tiempos que tanto esfuerzo ponen en dividirnos, cuidemos mucho esta oportunidad de unidad, esta hermosa unión que nos da la música; defendamos eso”.
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Como decíamos la voz del Indio sonó en varios temazos, entre ellos "Queso Ruso" y "Flight 956" que no estuvo bueno, estuvo buenisimo y dejó el pico bien caliente porque luego empezó el riff con el que la gente se vuelve loca. Y así como AC/DC cierra con “For Those About to Rock (We Salute You)” o La Renga con “Hablando de la libertad”, toda fiesta donde esté el Indio o su presencia en las pantallas, en una remera o un tatuaje, la banda hizo sonar “Ji Ji Ji” de forma tal que no se puede describir con palabras. Solo puedo decir que el pogo mas grande del mundo sigue vigente.
Daniel Lencina
Nacido en Buenos Aires en 1980, vive en la Zona Norte del GBA. Integrante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 1997, es coeditor de Diez días que estremecieron el mundo de John Reed (Ed. IPS, 2017) y autor de diversos artículos de historia y cultura.