Escrita por el dramaturgo español Alejandro Casona y estrenada en el teatro Ateneo de Buenos Aires en 1949, sin dudas fue una de las inspiraciones de Damián Szifrón para escribir su serie. En esta nota te contamos por qué.
Meke Paradela @mekepa
Miércoles 3 de mayo de 2023
Los Simuladores
En los últimos días, Damián Szifrón volvió a ser noticia por el estreno de "Misántropo" que llegará este jueves 4 a las salas de cine. La película, protagonizada por Shailene Woodley, se trata de una historia policial ambientada en Estados Unidos y que cuenta con un elenco internacional. Pero como es de público conocimiento, antes incluso del éxito que supuso "Relatos Salvajes", la popularidad de Szifrón saltó con "Los Simuladores" (2002-2004).
Árboles simuladores
“De los males del cuerpo ya hay muchos que se ocupan. Pero, ¿quién ha pensado en los que se mueren sin un solo recuerdo hermoso? ¿En los que no han visto realizado su sueño? ¿En los que no se han sentido estremecidos nunca por un ramalazo de misterio y fe?”. En "Los árboles mueren de pie", la frase la pronuncia el Director para tratar de explicar cuál es el objetivo de su institución, que en otras palabras sería concretamente sembrar ilusión. Por su parte, Damián Szifrón se refirió a los personajes de Los simuladores como “invasivos, violan absolutamente cada una de las reglas que hay para violar, pero siempre el fin es noble”. Cualquier similitud no es mera coincidencia.
Con algunas reminiscencias muy concretas que quizás tomaría diez años después Julio Cortázar para escribir su cuento “Cartas de mamá”, la trama de "Los árboles mueren de pie” gira en torno a un abuelo que años antes y a espaldas de su mujer, había echado a su joven nieto de su casa. Para ocultarle la realidad, el abuelo comienza a tejer una red de mentiras mediante cartas escritas por él mismo haciéndose pasar por su nieto dirigidas hacia su abuela. El problema comienza cuando años más tarde el verdadero nieto les envía una carta avisando que iría a visitarlos. Es entonces cuando decide contratar los servicios de dos imitadores que son parte de una institución para hacerse pasar por su nieto y su esposa y poder así evitarle el dolor a la abuela. Sin embargo, como todo en la vida, las cosas no saldrán tan bien como los personajes quieren.
Cualquier similitud no es mera coincidencia
Los profesionales de Los Simuladores, considerada “la mejor serie argentina de todos los tiempos”, se dedican a resolver “problemas de todo tipo” mediante “operativos de simulacro” para engañar a quienes les generan dificultades a los clientes que los contratan. Para ello se dedican a realizar una investigación, planificación y una puesta en acción que concluye con la solución al problema. Es justamente con estos ejemplos en los que Casona intenta ejemplificar al espectador las misiones que se llevaron a cabo en la institución, donde rescatan a una mujer del suicidio, logran que en un barrio de comerciantes se deje de hablar de números tras la simulación de un “fantasma” y que el tema sea el misterio, cuenta sobre el caso del ladrón de niños y sobre el juez que evitó la firma de una sentencia de muerte tras el canto de un ruiseñor. Todos operativos de simulación con el fin último de crear una ilusión.
Alejandro Casona fue un director teatral español que nació a comienzos del siglo XX y que junto con Federico García Lorca fueron parte de los artistas que se dieron a conocer a finales de la década de 1920. Ya era una figura conocida dentro del ambiente artístico cuando estalló la Guerra Civil y su compromiso con la República lo llevó a realizar representaciones teatrales para los heridos de guerra. Luego partió al exilio, pasando por distintos países latinoamericanos hasta llegar a Argentina en donde elaboró el grueso de su obra. Tras su estreno en 1949, “Los árboles mueren de pie” se convirtió en una de las composiciones más famosas de Casona, a tal punto que dos años más tarde se estrenó una película, parte de la época dorada del cine argentino, dirigida por Carlos Schlieper.
“¿No cree que sembrar una inquietud o una ilusión sea una labor tan digna por lo menos como sembrar trigo?" El fin de la nobleza del que habla Szifrón es el mismo al que se refiere Casona mediante sus personajes, con esa necesidad de creer lo imposible, donde el destino siempre puede sorprenderlos para cambiar sus vidas y hacerlas un poco más alegres. Veremos por el momento la magia que nos ofrece esta vez con "Misántropo", algo que seguramente no nos vaya a decepcionar.
Meke Paradela
Nació en Capital Federal en 1985.