Asistimos en estos días a un conflicto que se presenta como una puja entre el Estado Nacional y las universidades por el presupuesto destinado a las mismas. Nos preguntamos: ¿es este el fondo del problema o sólo una instancia, un escalón en un objetivo que tiene el PEN en relación a las casas de altos estudios?
Martes 23 de abril 13:03
El PEN cuestiona a las universidades como centros de adoctrinamiento y de difusión de ideología. Pocos gobiernos tienen una carga ideológica más fuerte que el actual y lo del “adoctrinamiento” es un argumento ya empleado en la década de 1930, en la dictadura de Onganía desde 1966 y en la de Videla diez años después, también por las bandas fascistas en 1974, 1975 y principios de 1976, hasta la dictadura terrorista de marzo.
Cuando uno aprecia cómo se expresa el actual titular del PEN percibe que su relación con el sistema educativo no fue muy estrecha: los insultos a los presidentes de México y Colombia, la falta de respeto a las autoridades de Chile y Bolivia, los anatemas de todo calibre a los periodistas, a los gobernadores, denominar excremento a todo político que no adhiere a su gobierno. En más de una oportunidad citó al síndrome de Down como insulto. Un diputado nacional de su fuerza política, amigo y consejero del Presidente expresó que la educación primaria no debe ser obligatoria- discusión saldada en Argentina hace 140 años-, y que se puede habilitar el trabajo en la niñez. Muy tibiamente se dijo desde el gobierno que no se compartía la opinión y el enojo fue con la periodista (maten al mensajero). Benegas Lynch dijo algo fuera de tiempo, según la mirada del gobierno. El diputado José Luis Espert manifestó que el gobierno estudia una reforma para las universidades; el mismo que dijera: “a la izquierda hay que meterle bala”. Imaginamos la reforma.
El hermano de la Srta. Karina, secretaria general de la presidencia- que se autodefine como astróloga, publicista y pastelera- dice que hay que auditar a las universidades ¿Si? El mismo que hace pocos días, en Bariloche llamó héroes a los evasores y felicitó a aquellos empresarios que compren moneda extranjera en el mercado negro. ¿Alguna vez en la historia argentina un presidente procedió así? No sólo ningún presidente constitucional; ningún dictador, desde Uriburu en 1930 hasta Bignone- 1982/83, desde el primero al último. No vimos acción de parte de ningún integrante del Poder Judicial, ni Fiscal ni juez. La “Justicia independiente”. Y este presidente es el que quiere auditar a las universidades, que, empezando por el principio, como diría el Dr. Perogrullo: las universidades son autónomas y por lo tanto no pueden tener supervisión del Estado. ¿No es enemigo este señor de toda intromisión del Estado? Parece que a veces no.
El 28 de junio de 1966 el Gral. Onganía encabezó un golpe de Estado contra el Dr. Illia, se cerró el Congreso, se disolvieron los partidos políticos y se intervinieron las universidades, se prohibieron los centros de estudiantes universitarios y secundarios y toda actividad política en esos ámbitos tenía como sanción desde la expulsión hasta la cárcel. La intervención en las universidades quedó en la memoria por la irrupción de la infantería de la policía Federal a bastonazos en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA el día 29 de julio de 1966: LA NOCHE DE LOS BASTONES LARGOS. En septiembre de ese mismo año, el estudiante de Ingeniería y trabajador Santiago Pampillón era asesinado por la represión de Onganía en las calles de Córdoba. De ahí en más sanciones, cárcel y muerte a estudiantes en diversas ciudades universitarias: Rosario, Tucumán, La Plata, Buenos Aires, Corrientes. El argumento: el que utiliza hoy el gobierno: el adoctrinamiento de los estudiantes. En 1969, el Cordobazo se llevó puesto a Onganía, pero las luchas estudiantiles y populares siguieron.
Estudiantes presos, luego asesinados por las bandas de la Triple A en 1974-75, el fascismo en las universidades (en octubre próximo se cumplen 50 años de la intervención de la CNU en UNLP). Y luego la dictadura terrorista de Videla con miles de asesinados y detenidos desaparecidos. Dictadura esta que fue recordada por el actual gobierno, el pasado 24 de marzo sin mención alguna a la represión, la tortura y el crimen y con la palabra de un veterano provocador de los servicios de inteligencia. Numerosas las provocaciones de toda índole que escuchamos en estos días. ¿La cultura? Levantaron hasta el programa de Cristina Mucci que tenía casi cuatro décadas en el aire de manera ininterrumpida.
¿Qué quiere entonces hacer con las universidades este gobierno, de un puñado de empresarios y banqueros? ¿“Depuración ideológica”? ¡Ni eso! ¿Cuál es el interés en las universidades?
Crematístico, dinero, un espacio importante, muy buenos negocios para estos tenderos prepotentes. Devastar, deteriorar, desprestigiar a la universidad pública y así crear, fabricar una oferta: nuevas universidades privadas, llevarse a los buenos profesores, “orden”. ¿Filosofía, música, plástica, Literatura? ¿Para qué? ¿Qué utilidad tienen para estos sujetos? Y en ciencias: las que consideren “útiles” y con los contenidos que pida “el mercado”. Una universidad pública semi destruida llevará a muchas familias a pensar en otro espacio para la educación superior de sus hijos.
No hay la más mínima preocupación por la calidad de la universidad pública por parte de esta gente. Al frente del Estado, en políticas universitarias Alejandro Álvarez, hijo de un conocido fascista de los 70, el “gallego” Alejandro Álvarez, y como responsable del sistema educativo nacional: Sandra Petovello, integrante del Opus Dei y productora durante varios años de programas del “Filósofo” Luis Majul.
El titular del PEN que dice:” toda intervención del Estado es socialismo”. Que alguien sea semi analfabeto no implica que no sea peligroso. ¿Cómo construyó su subjetividad la gente que festeja que haya nuevos desocupados? Ítalo Calvino plantea que hay obras que son clásicos porque entre otras cualidades, nos siguen interpelando, tienen plena vigencia a través del tiempo. Hace más de cuatro siglos Shakespeare nos mostraba cómo hay seres que gozan por la crueldad de sus actos y que ese goce se incrementa al reiterar acciones en ese sentido.
Llegó el momento de clavar los espolones. ¿Qué hay que esperar? ¿Qué vendan órganos? ¿Qué vendan niños? (El presidente dijo que si él tuviera hijos no los vendería pero que no se opondría si alguien lo quiere hacer).
Por la memoria de la universidad de nuestros padres, por nuestros amigos que no están y por los que están, por nuestras hijas/os que fueron y van a la universidad pública, por nuestros nietos, a los que deseamos ver en la universidad pública!
¡Todos el martes 23 de abril con la Universidad Pública argentina!
Aquí Están/ Estos son/ Los Brazos de Pampillón!