Miles de estudiantes y docentes coparon las calles de la capital el pasado jueves 30 en defensa de la universidad pública. Los secundarios de la Juventud del PTS-Pan y Rosas en zona sur, también nos hicimos presentes.
Viernes 31 de agosto de 2018 22:09
Asambleas enormes, tomas de facultades, marchas y cortes fueron la antesala de la marcha nacional del pasado 30. Al que se sumó un ingrediente más, la disparada del dólar que llegó a $42.
La lluvia y el frío no pudo parar la enorme movilización en la ciudad de Buenos Aires, que también se replicó en distintas provincias ¿Y cómo el agua y el frío iban a parar a esta juventud, los que venimos de la experiencia del 8A? “La marea verde por el triunfo de los docentes”, como decía un cartel. Esta juventud que se está poniendo de pie, se puede volver imparable.
Las y los estudiantes secundarios, protagonistas de la marea verde que copó las calles el 8A, no podíamos faltar apoyando a las universidades en defensa de la educación pública.
La agrupación secundaria de la Juventud del PTS en zona sur (Pan y Rosas–No Pasarán) plantó bandera, y los secus que la integramos nos hicimos escuchar con varios cantitos que se combinaban con el ruido del redoblante. “Que cagazo, que cagazo, obreros y estudiantes, como en el Cordobazo”, se oía muy fuerte mientras saltábamos, como bailando bajo la lluvia, y rebotaban nuestras mochilas mojadas con el pañuelo verde y naranja empapados.
En el conurbano, las escuelas públicas que se caen a pedazos son moneda corriente. También lo es pasar frio en estos tiempos, porque no hay calefacción. E incluso pasar hambre varios de los chicos que van a escuelas con comederos. En estas condiciones esudiamos y dan clases los docentes. Es por eso que la consigna de “No más plata para la iglesia. Plata para la educación”, era la más compartida en las redes. Y más aun sabiendo que la Iglesia usa los millones que les da el Estado para, por ejemplo, hacer campaña contra el derecho elemental de las mujeres como es el aborto legal. Nuestra educación y nuestro futuro vale más que sus ganancias. Hay que separar la iglesia del estado ya.
“No hay ningún festejo. Queremos un plan de lucha” era la canción con la que se retiraban los estudiantes.
Es que esto no termina acá. Hay que seguirla. Uniendo la lucha de los docentes, los universitarios, los secundarios y el movimiento obrero. Con esa fuerza imparable se podría hacer caer en plan de Macri y el FMI, que con la complicidad de los partidos patronales y clericales vienen a por nuestro futuro. Es por eso que te invitamos a sumarte a nuestra agrupación para organizar esta pelea en las escuelas de zona sur.