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Red Internacional
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Coronavirus. Los trabajadores de la salud no somos héroes

Estamos atendiendo sin los recursos necesarios. Estamos desprotegidos nosotros, los pacientes y sus familias ¿Cómo vamos a hacer cuando la crisis llegue al pico máximo?

Viernes 27 de marzo de 2020 21:04

Los trabajadores y las trabajadoras de la salud agradecemos las muestras de reconocimiento que vienen dándose mediante los aplausos en los barrios o en las redes sociales por parte de los trabajadores y vecinos que son los principales usuarios del sistema público de salud. Pero no somos héroes. La realidad es muy distinta a eso. Muchos de nosotros trabajamos con contratos precarios y bajos salarios como en el Municipio de Lomas de Zamora y en toda la provincia de Buenos Aires. No podemos seguir naturalizando las condiciones deplorables en las que trabajamos y en las que atendemos.

El sistema de salud llega a este estado crítico como resultado de las políticas de los últimos gobiernos peronistas profundizadas por el macrismo, que vienen vaciando y desfinanciando la salud pública. En la provincia de Buenos Aires se ve la caída del gasto destinado a salud año a año lo que repercute directamente en el equipamiento y en la infraestructura de los establecimientos [1]. Hoy los principales hospitales de la zona sur se encuentran en condiciones críticas para hacerle frente a una pandemia como esta.

Estamos en la primera línea poniendo el cuerpo pero no queremos dejar nuestra salud, la de nuestras familias y la del resto de trabajadores y pacientes. Dentro de los hospitales sabemos que esto recién comienza, la curva de contagio va a subir y el sistema se va a saturar. Se vienen altos picos de demanda para los cuales no estamos preparados. Necesitamos medidas con urgencia para poder hacerle frente a esta situación. Es importante multiplicar nuestra voz y seguir el ejemplo de cada uno de los lugares donde se organizan para lograrlo.

Planteamos 6 propuestas fundamentales:

1) El virus no es invisible, tenemos herramientas para detectarlo. Necesitamos ampliar los tests de manera urgente a todas las personas que presentan síntomas, que están en grupos de riesgo, que hayan tenido contacto con un caso sospechoso o a personas exceptuadas de la cuarentena que se ven obligadas a seguir circulando, así como también a todos los trabajadores de la salud de manera periódica.

Es necesario utilizar los tests inmunológicos de rápido resultado. Al día de hoy en el país, solamente contamos con los test vía PCR que demoran aproximadamente 24hs.

Para aplanar la curva de contagio es necesario el aislamiento. Pero para que este sea realmente efectivo es elemental una estrategia de diagnóstico precoz ampliando los test, utilizando y combinando ambas técnicas. Es la única forma de planificar la atención y las prioridades.

2) Elementos de bioseguridad en todos los establecimientos. En Italia el 20% de los trabajadores de la salud fueron contagiados y varios de ellos murieron. Sabemos que somos uno de los sectores más expuestos al contagio del virus. Por esta razón es elemental que tengamos todos los elementos de bioseguridad que necesitamos. Si no se cumplen esas medidas y los trabajadores nos contagiamos, somos un posible vector de contagio para cientos de pacientes, trabajadores y sus familias. Esto a su vez agravaría la situación, ya que cada trabajador de la salud con el virus implica menos recursos humanos para atender a la población en medio de una crisis sanitaria.

Tanto la Secretaría de Salud lomense como el Ministerio de Salud provincial son responsables del estado de la salud pública al día de hoy y de exponernos a atender sin los elementos de protección necesarios.

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Ya han habido denuncias de trabajadores, como en el Hospital Lucio Meléndez de Adrogué y la UPA Villa Fiorito que recibieron pacientes sospechosos de Covid-19 y no tenían elementos de bioseguridad para recepcionarlos. Producto de su determinación a no trabajar en condiciones inseguras lograron que lleguen insumos.

3) Sin la infraestructura, las camas y los respiradores necesarios no se puede garantizar la atención. Si ya venimos de un deterioro progresivo que ha llevado a que hoy tengamos hospitales desabastecidos de insumos, disminución creciente del presupuesto, con falta de aparatología y abandono de equipamiento hospitalario, ¿cómo le vamos a hacer frente a esta pandemia cuando los casos se multipliquen?

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En los hospitales de la zona las trabajadoras y trabajadores venimos denunciando que no se avanzó en preparar los establecimientos para esta situación. El Hospital Oñativia de Rafael Calzada nunca fue reconstruido luego de haber sufrido un incendio que afectó gran parte de la infraestructura, los trabajadores y pacientes del Hospital Evita de Lanús vienen denunciando que sufren inundaciones y fallas en el sistema eléctrico. Esto solo por mencionar algunos ejemplos. Necesitamos los recursos con urgencia. Tenemos que estar preparados para darle respuesta a lo que va a venir.

[Video] Inundaciones y cucarachas: el Hospital Evita en estado de emergencia

4) Necesitamos aumento de personal YA. La precariedad también se siente en la falta de personal. Guardias sin cubrir, servicios enteros que han cerrado. Centros de salud y hospitales sostenidos por personal precario, contratados, monotributistas, residentes, becarios y con sobrecarga laboral. En estos momentos de emergencia sanitaria se hace más urgente que nunca el aumento de personal, de la mano de la efectivización de todo el personal precarizado, y un salario igual a la canasta familiar. Si ya no damos a basto, ¿qué va a pasar cuando se multipliquen los casos y las internaciones?

Muchos profesionales de diferentes carreras del área de la salud que están recibidos y debido trabas burocráticas todavía no tienen la matrícula, también hay estudiantes
avanzados de las carreras que podrían ser capacitados e incorporados al sistema de
salud.

En los últimos años hubo despidos en el sector y es necesario que se reincorpore a todos los/as trabajadores. En el Municipio de Lomas de Zamora venimos enfrentando la política de despidos y luchando contra los contratos precarios. Es el caso de Laura Cazal, trabajadora del Hospital Alende, despedida a fines del año pasado.

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Todos los trabajadores del sector que soliciten licencias por pertenecer al grupo de riesgo o sus familiares se la tienen que otorgar. En muchos casos se les ha negado, como en el Hospital Estéves de Témperley donde obligan a las mujeres que son madres de niños pequeños y que no tienen quien los cuide a asistir igual con el argumento de pertenecer a un servicio esencial. Si, por supuesto que se trata de un servicio esencial. Justamente por eso se tienen que cubrir cada uno de los puestos que queden vacíos por las licencias así como multiplicar el personal de forma inmediata.

5) Impulsemos Comisiones de Seguridad e Higiene para garantizar estas medidas y todas las que sean necesarias en cada establecimiento. Tenemos que ser los trabajadores organizados los que revelemos los insumos que hay en los hospitales, para exigir lo que falta y controlar lo que ingresa. Hay ejemplos como en el Hospital Lucio Meléndez o en el Hospital Alende que los trabajadores ya se están organizando para denunciar la falta de seguridad y la precariedad. Nosotros y nosotras, junto al resto de los trabajadores y las familias de los barrios sabemos cuáles son las necesidades de los hospitales y tomamos las demandas de la población, como las familias de Ingeniero Budge, que denuncian que no tienen acceso a agua, luz o falta de comida.

6) Para enfrentar la propagación de la pandemia, el sistema de salud debe ser unificado con centralización estatal de todas las camas, establecimientos, aparatología y recursos disponibles para que el acceso sea verdaderamente universal. La salud privada debe declararse de utilidad pública. Debe funcionar bajo la órbita del Estado, para poder garantizar el acceso a la salud a la mayor cantidad de pacientes y evitar el colapso en el sistema público. Ya vimos en Italia y en España cómo se colapsaron las unidades de terapia intensiva, debiendo muchas veces los médicos elegir entre quién vivía y quién moría, porque no habían camas y respiradores suficientes en los picos de la crisis. Acá el pico de la crisis aún no llegó. Necesitamos estas medidas para estar preparados para hacerle frente y brindar atención a todo el que la necesite.


[1Lasalle, Horacio y Porto, Juan. "Lo que la pandemia deja ver sobre el sistema de salud argentino". 20.03.2020. Ideas de Izquierda. "En 2003 el gasto en salud representaba un 8,42 % (del total del presupuesto provincial), con Daniel Scioli llegó a su piso de 6,19 % en 2009. María Eugenia Vidal lo tomó en 6,36 % en el año 2016 y lo hundió hasta su récord de 5,5 % en 2019. El nuevo gobernador Kicillof aún mantiene ese presupuesto miserable “prorrogado” para los 75 hospitales provinciales y las 17 UPA (Unidades de Pronta Atención)."