El director del Nación expresó su descontento ante el cambio de la política oficial, después de que el Gobierno retrocediera respecto de la expropiación.
Javier Nuet @javier_nuet
Martes 21 de julio de 2020 22:41
En las últimas semanas, uno de los debates instalados en la política nacional es por qué tiene tantos problemas el Gobierno para llevar hasta el final algunas de sus iniciativas, sobretodo aquellas que implican tocar intereses de empresarios poderosos.
Vicentín se convirtió en un caso emblemático en ese sentido. Alberto Fernández había anunciado la intervención y expropiación de la empresa a principios de junio, pero a los pocos días retrocedió después de algunos titulares críticos y algunas manifestaciones de escasa convocatoria. El presidente terminó diciendo que había cometido un error: “Pensé que todos iban a salir a festejar y me acusaron de cosas horribles”.
Uno de los principales impulsores de la medida original había sido el director del banco Nación, Claudio Lozano, que en ese momento había planteado que era un gran paso adelante. Este martes, en una entrevista con el programa Pasaron Cosas mostró su descontento por las desandanzas de su propio Gobierno.
“Hemos pasado de una propuesta de expropiación al rescate de un grupo empresario que llevó adelante una estafa monumental. Lo que se estaría resolviendo es el armado de un fideicomiso en el que los acreedores y otros inversionistas puedan tomar control. No queda claro cuánto va a terminar poniendo el Estado, pero no va a tener el control de esta empresa”, planteó.
Consultado por Alejandro Bercovich sobre si los sectores conservadores están ganando la pulseada dentro del Gobierno, sostuvo que “si no se rectifica en Vicentín, si”. y agregó, en relación al debate sobre el impuesto a las grandes fortunas, que si no entra en discusión en los próximos días en el Congreso también implicaría “un gran retroceso”.
Lozano recordó cuál era la situación de la empresa antes del primer anuncio: un grupo sospechado de estafa al Estado, a sus trabajadores y miles de pequeños productores durante el gobierno macrista, que iba a la quiebra después de haber sido beneficiado con un préstamo millonario del mismo Banco Nación en noviembre. Según su opinión, la investigación parece haberse frenado.
Además preocupa el destino de Vicentín porque afectará el futuro del comercio exterior de granos. El peligro que se había planteado era que se la quedaran capitales extranjeros, siendo la única empresa nacional con control de puertos.
Esta amenaza se haría realidad con el “Plan Perotti” según el director del Nación: “Estamos en riesgo de terminar con una situación donde Vicentín sea el socio minoritario de una empresa extranjera”, dijo. Y agregó: “Con este plan no podemos garantizar la presencia del Estado en el comercio de granos ni hablar de soberanía alimentaria”.
Apuntó directamente contra el juez de la causa, Fabián Lorenzini, diciendo que viene violando la ley de concursos y quiebras. “Todavía ni se presentó el balance”, reclamó. Después desarrolló: “Hay un proceso de vaciamiento donde las acciones las tiene otro grupo empresario llamado ‘Vicentin family group’. Esto es un disparate, puede consagrar la estafa”.
También cargó contra el gobernador de Santa Fé, diciendo que no sigue los pasos planteados por el presidente y que se aleja de los objetivos planteados. Pero el Fernández borró de su agenda el tema, después de pedir perdón. Tampoco es el único tema en el que le "torcieron el brazo" los empresarios: el impuesto a las grandes fortunas viene brillando por su ausencia, la oferta a los bonistas cada vez es más generosa y los despidos a gran escala de privados que hacen como si el decreto de la Rosada no existiera, tampoco generaron ninguna represalia.
Te puede interesar: Vicentin: la izquierda presenta en el Congreso un proyecto de estatización sin pago
Te puede interesar: Vicentin: la izquierda presenta en el Congreso un proyecto de estatización sin pago
El Frente de Izquierda, desde las bancas de Nicolás del Caño y Romina del Plá, fue la única fuerza política que oficialmente presentó un proyecto de expropiación sin pago de la empresa, bajo gestión de sus trabajadores y trabajadoras. La propuesta plantea "la apertura de libros contables y la eliminación del secreto bancario" para demostrar “la estafa y el desfalco". También propone una comisión investigadora independiente para contribuir a dejar en claro las maniobras fraudulentas de estos empresarios”.