Entrevistamos a la delantera del flamante equipo campeón del fútbol argentino. Estudiante de Trabajo Social, sentencia: “El fútbol femenino crece porque las mujeres lo empujamos, pero hay hombres que no quieren que se nivele”.
Miércoles 25 de julio de 2018
A pesar de ser el deporte más popular de Argentina y del mundo, el ambiente del fútbol a nivel sudamericano es mayormente machista y conservador. Desde un bien directo “las mujeres no saben” de algunos círculos de hombres, hasta los mensajes subliminales de regalar la pelota al nene y no a la nena. Desde las escuelas con fútbol “para ellos” y vóley o hockey “para ellas”, hasta el poco apoyo y difusión que tiene la rama femenina.
Macarena Sánchez es santafesina, feminista y futbolera. Ella juega en UAI Urquiza, uno de los clubes animadores del torneo femenino de Buenos Aires y al que llegó hace unos años. Con el paso del tiempo, su militancia y sus estudios en la carrera de Trabajo Social (UBA), cuenta, perdió el amor incondicional por el fútbol y ahora lo ve con otros ojos. Le apasiona jugar pero sabe que es un ámbito en el que hay luchas por dar. Incluso entre las propias chicas que lo juegan.
LID - ¿A qué edad empezaste a jugar?
MS - Juego desde que tengo noción, desde chica. Vivíamos en un edificio y todos los vecinos eran varones. Entonces ellos iban a jugar a la plaza y yo me sumaba. Los fines de semana mi papá iba a jugar con sus amigos y también me prendía, aunque obviamente ahí no jugaba. Somos cuatro mujeres, así que mi papá me agarró a mí como aliada en esto del fútbol. A mis hermanas les gusta, saben bastante, pero no juegan. En Santa Fe teníamos clubes para jugar, pero recién en 2012, cuando me vine para CABA, se estaba armando una liga femenina. Antes jugábamos pero sin una participación en torneos oficiales.
¿Viniste por estudio o exclusivamente a jugar?
No, vine por el fútbol. En Argentina el torneo más “profesional” y competitivo es el de Buenos Aires. Así que o te venís a jugar acá, o te estancás en una liga regional. Una vez hicimos un amistoso con mi equipo de Santa Fe contra UAI, y el DT Diego Guacci me propuso quedarme una semana a probar, y bueno, me vine.
¿Te costó la adaptación?
Futbolísticamente, sí. Me encontré con entrenamientos completamente diferentes. En lo físico, lo táctico, el juego colectivo. Tardé por lo menos un año. Como ciudad también es otra cosa. Santa Fe es una ciudad grande, pero al lado de esto es un pueblo. Igualmente me gusta la diversidad, que haya gente de todos lados, gente más abierta mentalmente, con otro pensamiento. Me gustó venirme.
¿Te pusiste a trabajar y estudiar en Buenos Aires?
En Santa Fe yo estudiaba Educación Física, llevaba un año. Me hubiera gustado seguir con eso, pero como en UAI nos daban 100% de beca, quise aprovechar. No me copó cómo daban la carrera ahí en la privada, nos separaban hombres y mujeres en los deportes, varias cuestiones. Terminé dejando después de unos meses.
Después probé en Diseño Gráfico, que me fue bien, pero me llevaba mucho tiempo dibujar, hacer las maquetas, y obviamente no podía faltar a entrenar. Ahora estoy estudiando Trabajo Social en la UBA a la noche, y el presidente del club me consiguió un trabajo administrativo así que estoy ahí de lunes a viernes a la mañana, ya que entrenamos a la tarde.
¿Por qué Trabajo Social?
Desde siempre me gustaron los temas relacionados con los derechos humanos, diversidad, género, clases sociales. Mis papás tienen mucha actividad política así que de chica me fueron inculcando estos temas.
¿Fue muy diferente estudiar en la UAI que en la UBA?
Sí, en la Universidad pública se te abre mucho la cabeza. Te encontrás otra realidad, gente que no puede pagar un apunte. La forma de dar las clases también, porque incluso los profesores tienen en general un pensamiento que es lo que yo esperaba al anotarme en la UBA. Es encontrarse con gente como uno mismo, laburantes, que se rompe el lomo para llegar a fin de mes. Otra realidad, básicamente.
Su infancia siguiendo a sus padres, tanto en el fútbol como en la militancia política, es un tema recurrente en la charla. También lo es el feminismo, movimiento con el que se fue encontrando de a poco y hoy abraza con fuerza. Lamentablemente, pareciera ser que Sánchez es una excepción, incluso entre las chicas que juega al fútbol.
¿Te pasó de encontrarte con personas que estén con la cabeza exclusivamente puesta en el juego, como sucede mucho en el ámbito profesional?
Todo el tiempo. De la mano del feminismo me empecé a dar cuenta de muchas cosas y me abrió la cabeza en todo sentido, y sobre todo en el fútbol. Es un deporte muy machista, incluso entre las mujeres, que las hay peores que los hombres en este sentido. Ojo, obviamente no se dan cuenta. Es porque están atravesadas por el machismo. Por ejemplo con la legalización del aborto, te diría que en el club somos unas cuatro las que apoyamos, y la única que es de ir a marchas soy yo. Otras tantas ni se comprometen, pero bueno, es por desconocimiento. Si vos te sentás a hablar y explicar algunas cosas, quizás abran la cabeza… Es increíble ver machismo dentro del propio fútbol femenino. No lo puedo entender.
Son tantas, tan diferentes, tan parecidas. Son lucha compartida, un paso que no se olvida. pic.twitter.com/h4CSmFBOUs
— Maca Sánchez (@Macasanchezj) 26 de junio de 2018
¿Hay entrenadoras o dirigentes? ¿Chicas que después de jugar deciden seguir ligadas al fútbol?
Mirá, en Estudiantes de La Plata estuvo muchos años BettinaStagñares dirigiendo, ahora es delegada y coordinadora. Pero no mucho más, hay pocas. Nosotros tenemos a una ex jugadora como ayudante de campo, y otra que era capitana hasta hace poco fue kinesióloga, nada más.
¿Eso pasa porque no se interesan o porque no les dan lugar los hombres?
Un poco y un poco. Hay mujeres que saben y se interesan, pero cuesta insertarte. Si vas con un CV a un club, no te toman. Lo que tengo entendido, o que conozco de mi ambiente, es que sí se interesan, han estudiado e incluso encuentran una salida laboral en esto. Pero terminan en escuelitas de fútbol. Ahí hay un crecimiento, de hecho. Es un proceso lento, de a poco, pero cada vez hay más.
¿Y mujeres en otros sectores?
Hay bastantes referís. La mayoría de las veces nos dirigen mujeres, salvo en las finales que ponen hombres generalmente. En el exterior hay más mujeres entrenadoras, creo que en Ecuador incluso lo es la entrenadora de la Selección mayor, pero hay poco. (Wendy Villon, ex delantera, asumió en Ecuador en diciembre de 2017 y fue la única mujer entre los DT de la Copa América. La acompaña Vanessa Arauz en Sub 17 y 20, NdeR).
Cuando te tocó jugar con equipos de otros países, ¿qué percibiste? ¿En qué condiciones están?
Jugué Libertadores en 2015 y 2016, y hay equipos en condiciones similares o peores que nosotros. De Perú y Bolivia ves equipos con menos, en Brasil y Colombia están profesionalizados. En Chile no lo están pero algunas chicas están con contrato. Te encontrás realidades distintas, Argentina está en un nivel intermedio diría.
¿Dónde y cómo encontrás ejemplos de machismo entre las chicas?
Lo veo en la gente que me rodea. Jugadoras, cuerpo técnico. Entiendo que no es con mala intención, es por desconocimiento, como te decía antes. Hacen comentarios… cosas que ya tienen naturalizadas. Y lo veo en dirigentes de AFA, de clubes. El fútbol femenino crece porque somos mujeres que empujamos, hay muchos hombres que no quieren que crezca o se nivele con ellos. La sociedad no lo quiere ver, dicen que es aburrido, que no sabemos jugar. Bueno, todo eso es machismo.
Pareciera ser que tus padres y el feminismo son dos puntales en tu formación…
Sin dudas. Mi mamá trabajó en DDHH en Santa Fe y luego fue funcionaria. Cuando éramos chicas nos llevaba a todos lados, a cada barrio que iba. Entonces nos inculcó cuestiones como la conciencia de clase. Después uno crece y ya corre por cuenta propia el compromiso, yo por ejemplo me vine a Buenos Aires. Y con el movimiento feminista, que es un movimiento increíble, pude abrir la cabeza y entender que en un montón de temas yo también era machista. Me doy cuenta que un montón de cosas yo las había naturalizado y estaban mal.
¿Qué es el feminismo?
Para mí es una forma de vida. Me cambió la forma de ver la sociedad y las personas. Me abrió la cabeza e hizo que le abra la cabeza a otros. Hizo que me interese por mis propios derechos. Me pasó de dejar de pensar en fútbol para priorizar la lucha por lo que yo merezco. Cuando perdió Argentina con Croacia pensaba en lo que era el fútbol para mí antes: al perder un partido, o hasta tener un entrenamiento malo, que es una pavada, se me caía el mundo. Empecé a verlo de otra forma, hay cosas más importantes a las cuales no les damos tanta importancia. El feminismo es solidaridad, es comprometerse. Es una lucha que te atrapa y no podés estar exenta.
¿Encontrás contradictorio luchar por los “derechos” en el fútbol femenino y no hacerlo en otros ámbitos?
Un poco sí. Es por involucrarse tanto con el fútbol, como te decía antes, y por creer que valen los derechos solamente en lo deportivo. Pasa por otro lado, la cosa acá es pelear por los derechos de todas las mujeres en todos los ámbitos. Hemos peleado por muchas cosas en el club (pelotas, materiales, la cancha, lo que sea) pero después cuando hay una marcha escucho a mis propias compañeras quejarse del tránsito, por ejemplo, entonces ves que no toman consciencia de lo que pasa fuera del fútbol.
¿Fue tema de charla la votación en diputados por la legalización del aborto?
No, yo hablo con las chicas que sé que están a favor. Es un tema que lleva a la discusión… Trato de charlar con gente más abierta, en el último tiempo aprendí a no discutir con gente que ni siquiera se presta al diálogo. En el club sé que hay chicas que no les interesa, entonces ni saco el tema. Todas saben cómo pienso porque lo publico en redes sociales y todo, entonces muchas se acercan a preguntarme, a intercambiar opiniones. Muchas me pidieron pañuelos también, así que estuve repartiendo. Pero bueno, no es un tema de discusión, la verdad. Nada de marchas, derechos, Ni Una Menos, etc. Muchas no se si sienten involucradas en eso. Es una lástima porque el feminismo, como te decía al principio, te abre la cabeza.
Somos las nietas de los pañuelos blancos y las hijas de los pañuelos verdes 💚✊🏼 pic.twitter.com/ZXzbk090Rs
— Maca Sánchez (@Macasanchezj) 19 de junio de 2018
¿Cambió tu forma de relacionarte con compañeras y rivales?
La sororidad te hace modificar eso un poco, las críticas que una pueda hacer, ver lo que hacen otras. El machismo también me tocaba a mí, hoy veo cosas que yo hacía o decía y me da vergüenza. Era completamente otra persona, criticaba o me burlaba de ciertas cosas, hoy no lo haría ni loca. De todas formas, internamente siempre nos llevamos muy bien y con las rivales siempre hubo respeto.
¿Cómo ves el tema? ¿Estuviste siguiendo la votación en Diputados y lo que se viene ahora en el Senado?
Fui el miércoles después de entrenar, que empezó el debate al Congreso, y el jueves a la mañana que votaron fui de vuelta con mi hermana, que vino de Santa Fe especialmente. Hubo algunos discursos lamentables… no entiendo cómo Olmedo (Alfredo, diputado por Salta, NdeR) puede estar ahí sentado. Es machista, misógino, homofóbico, las tiene todas. También me emocioné con otros, como Lospenatto, siendo yo kirchnerista. No creí que me fuera a pasar eso con alguien de Cambiemos. Es dejar de lado diferencias políticas en pos de derechos que compartimos todas. Seguramente varios votaron a favor por conveniencia, porque no deja de ser política, pero a nosotros nos sirve igual. Siempre fui a movilizaciones, desde chica, y esta fue la que más me conmovió.
¿Hay una contradicción ahí en los Diputados que votan por el aborto legal pero también, por ejemplo, por recortes en el sistema de salud?
Sí, sobre todo en Cambiemos. No entiendo cómo votan legalizar el aborto y después ajustar a los jubilados… No sé si lo harán por conveniencia o creerán que esto (se refiere a la ley de IVE, NdeR) les suma puntos con la sociedad para posicionarse para algún cargo el día de mañana. Que voten un derecho pero te saquen otro no me entra en la cabeza. Te eligieron para estar representando a la gente, no podés elegir una cosa sí y una cosa no.
SIGAMOS HACIENDO HISTORIA💚✊🏼 pic.twitter.com/VHMYGwQaDe
— Maca Sánchez (@Macasanchezj) 14 de junio de 2018
¿Te molestó que Cristina Fernández de Kirchner no se exprese previo a la votación en Diputados?
Sí, me hubiese gustado que diga algo, y que también lo haga cuando fue presidenta. Quizás fue un tema no tan difundido como ahora, o yo no estaba involucrada como hoy. Me hubiese gustado que salga a expresarse de alguna forma, mostrándose a favor. Entiendo que ahora votará a favor, quiero que pase eso. Soy kirchnerista pero sé que en muchas cuestiones no estuvieron a la altura, que podrían haber hecho muchas más cosas por la mujer que las que se hicieron. Uno siempre exige más derechos, es lo que corresponde.
¿Qué opinión tenés sobre el apoyo de los hombres?
Creo que es importante que acompañen. Hay momentos en que tenemos que ser protagonistas las mujeres, pero me encanta que apoyen. Me encanta ver a un hombre con el pañuelo, que se expresen en redes sociales cuando algo les parece injusto, pero hay momentos en que deben quedar a un costado y dejar que nosotras mismas seamos las que nos hacemos visibles, que luchamos. A veces parece que nos sacan algo que debería ser propio. No me enoja ver a un hombre en una marcha, para nada, pero más podrían apoyar de otra forma: que salta un hombre a decir algo cuando hay una discusión machista, por ejemplo. No es lo mismo que lo digan ellos a una mujer en esa situación.
Tenés un tatuaje de Frida Khalo, ¿la tomás como referente feminista?
Me lo hice a fin de año, es nuevo. Me gusta como referente, sí, como una mujer que en la época en la que ella vivió luchó por sus derechos con muchas cosas en contra, como el accidente que sufrió, pero que en definitiva se sobrepuso a todo. Y que se movía en un ambiente machista como la pintura, e igualmente pudo lograr lo que quería. Quería hacerme a una mujer, algo relacionado con el feminismo, y siempre me gustó ella porque me siento identificada.
En la última Copa América el seleccionado argentino finalizó en el 3er lugar. Clasificaron a la ronda final desde la zona B y allí cayeron ante Brasil y el local, Chile, y pudieron ganarle a Colombia. Esa colocación las habilita a jugar un repechaje ante un rival de la Concacaf (Norte y Centroamérica, y Caribe) por un lugar en el Mundial de Francia 2019.
¿La AFA las apoya? ¿Cuántas diferencias hay entre ellas y ellos para encarar los torneos? Evidentemente hay muchas, ya que durante sus partidos las chicas protestaron de distintas maneras por este tema. ¿Y los medios ayudan difundiendo lo que pasa con la Selección y a nivel local?
En UAI tenés muchas compañeras de Selección, ¿qué podés contarnos de lo que hicieron en la Copa América visibilizando el poco apoyo de AFA?
Sí, son siete u ocho que aporta UAI, es el club con más convocadas. Me gusta que haya pasado, que se vea. Siempre les critiqué eso a las chicas, sentía que debían hacer algo más y no que el reclamo quede en una charla con un dirigente. A veces es necesaria la difusión, los medios. Lo hablé con varias de ellas, algunas están hace diez años jugando y siempre es lo mismo. Yo no puedo creer que no hayan renunciado. Han viajado a campeonatos sin entrenar, con cuerpos técnicos nuevos sin experiencia alguna en fútbol femenino, con ropa vieja. Y llegan y se encuentran con cosas que no deberían, en lugar de estar con la cabeza puesta en entrenar y jugar. Es una constante de cada torneo. Después claro, si les va mal las critican. No se ve un crecimiento estructural en seleccionados, les dan lo mínimo y esperan que las chicas hagan magia.
Espero que en algún momento agarre alguien, sea en AFA o en los clubes, que sea consciente que si vos no das apoyo es imposible obtener resultados. Como en cualquier trabajo, eh, si a un albañil le das sólo ladrillos no va a construir una pared, tenés que darle las herramientas para que lo haga. Acá pasa lo mismo, pero al estar rodeado de machismo, apenas ven una derrota automáticamente empiezan con “las chicas no saben nada”, pero no ven todo lo que hay atrás.
Cuando el fútbol femenino te chupa un huevo: La Copa America (Brasil) y el Mundial Femenino (Francia) coinciden en la fecha de las finales (7 de julio). https://t.co/uT7OdkrCN2
— Maca Sánchez (@Macasanchezj) 20 de julio de 2018
Cuando se dice “ver fútbol”, generalmente la referencia es al masculino. ¿Te jode eso?
Sí, molesta un poco. ¿Por qué la aclaración de femenino y no directamente “fútbol”? Pero es así y te terminás acostumbrando. Yo misma lo hago cuando quiero contar algo, no queda otra. Contra estas cosas no se puede luchar sola, necesitás compromiso y una masa de gente que apoye.
¿Y los medios? ¿Apoyan?
Hay más difusión, sí. Creo que un poco es para aprovechar y pegarle a la AFA. Como muchos están enfrentados, agarran cualquier tema que vaya en contra y difunden. Pero bueno, a la Selección le sirve igual porque se visibiliza, ¿no? Estaría bueno que no sólo difundan quejas o problemas, sino que también lo hagan con resultados, partidos, las ligas. Que se mueva un poco para que a las chicas les den más viáticos, por ejemplo.
¿Y en la liga local es menor incluso? ¿Es un poco oportunista la cobertura?
En 2015 le ganamos la final a Boca y salió una nota en Olé. En vez de hablar del título, era un video diciendo “las jugadoras se sacaron la camiseta para festejar”, y era nuestra capitana corriendo sin la camiseta. Eso da bronca. En vez de valorar lo que pasó, o hacer un análisis crítico de un partido de fútbol. No mandan un periodista para hacer una nota y ponen ese video. Pero la sociedad es un poco culpable, ¿qué vende más? Un pibe entra a ver a la mina que se sacó la camiseta, más que a un partido de fútbol femenino. Es un poco de todo, porque el medio publica lo que le sirve. Cuando se vaya cambiando la mentalidad en general, ahí los medios le darán lugar a las cosas importantes.
A principios de julio finalizó la Copa de Oro, el torneo más importante del país en cuanto al fútbol femenino. La UAI se consagró campeón derrotando en la final a Boca por un global de 5-2, logrando así su cuarto título: 2012, 14, 16 y este último. Desde que empezó a pisar fuerte a comienzos de esta década, se transformó en una potencia que pelea de igual a igual con los clubes grandes, como el Xeneize, River (a quien derrotó en la semifinal) o San Lorenzo, que cayó en la misma instancia contra el subcampeón. Este logro significa, además, la clasificación a la Copa Libertadores, torneo en el que obtuvieron un tercer puesto en 2015, con un histórico triunfo ante San José de Brasil.
¿Hay presiones jugando en una potencia aunque sea un ámbito amateur?
Sí, es difícil. Yo comparto plantel y peleo el puesto con jugadoras de Selección. Lo bueno de UAI, como digo siempre, es que hay muy buen grupo. Es el mejor en el que me tocó estar. Eso te lleva a competir y entrenar de manera sana. Hay presiones, desde luego, hay que ganar porque es un equipo que siempre pelea arriba. O hay que jugar bien, a veces goleamos pero el DT nos reta por hacer cosas mal, no hacer bien las jugadas preparadas, etc. Tenemos un cuerpo técnico muy exigente, como hace falta.
Son un equipo que es potencia junto a Boca, River y San Lorenzo…
Sí, nosotros cuatro somos los mejores. San Lorenzo hoy en día perdió algunas jugadoras entonces quizás bajó un escalón. Muchas de ellas juegan FUTSAL además de fútbol 11, porque se paga mejor, entonces no entrenan bien entre semana o llegan al partido un poco desarmadas. A nosotros no nos permiten jugar FUTSAL, así que eso no nos sucede. Tenemos un buen equipo y están dadas las condiciones para que nos vaya bien, pero bueno, es fútbol.
Para jugar y entrenar usan la cancha de Villa Lynch, la misma del plantel masculino, ¿se complica para entrenar? ¿Tienen prioridad ellos?
Sí, el club les da prioridad, así que a veces nos sucede de llegar a la cancha y no poder usarla. Si llueve, no se puede pisar. Es una problemática constante y hay que rebuscársela. Usar el gimnasio, correr alrededor. El club nos da dos micros por semana para ir a Rancho Taxco, un predio que hay en Ezeiza, para entrenar ahí. Pero lo mismo, si llovió toda la semana ahí tampoco se puede usar.
Si bien se viene Francia 2019 para las chicas, todas las futboleras también siguieron atentas lo que pasaba en Rusia 2018, con el título justamente de los franceses, la sorpresa de Croacia, el mal Mundial de Argentina y más.
¿Qué te pareció el Mundial masculino? ¿Lo estuviste siguiendo?
Sí, claro, nos juntamos con las chicas, por ejemplo el día del 0-3 con Croacia. No sé si fue un tema de que el DT era cabeza dura, pero también los que juegan son los jugadores… Esto viene de hace años, hay muchos problemas dirigenciales, es difícil. No me gustó Argentina. Pero bueno, no me amarga como lo hacía hace unos años, como te decía. Creo que hay cuestiones mucho más importantes y el fútbol en muchos casos genera una pasión desmedida, no hay que darle tanta relevancia. Antes me ponía mal, lloraba, ahora trato de mirarlo con otra perspectiva. Me apasiona más jugarlo.
¿Ves fútbol en general? ¿Otras selecciones, fútbol local?
Sí, en casa está siempre sintonizado algún canal deportivo. Nuestro DT nos dice mucho que veamos, nos habla de clubes que a él le gustan. Los fines de semana miro más fútbol que series o películas.
¿Qué elegís para ver, más allá de resultados?
Generalmente me gusta España, suelo seguir mucho a las potencias, aunque me encanta que les vaya bien a los que son más sorpresa. Marruecos e Irán me gustaron en los primeros partidos. También miro a los sudamericanos, le ponen mucha pasión.
¿Referentes en tu puesto de delantera?
Belén Potassa (integra también la Selección Argentina, NdeR). Desde que entré al club traté de imitarla, copiar cosas suyas. Es una amiga. También te nombro a Florencia Bonsegundo (capitana de la Selección, recientemente transferida al Sporting Club de Huelva, España), que si bien no juega exactamente en mi posición, juega más retrasada, es la mejor de Argentina, una crack.