El presidente desembarcó en China, buscando concretar proyectos de inversión. Aunque el intercambio comercial es deficitario para el país, Macri insiste con ser el “supermercado del mundo”.
Mónica Arancibia @monidi12
Martes 16 de mayo de 2017
Foto: DYN
Mauricio Macri está de gira por Asia. Ayer el presidente expuso en el foro "Una Franja y una Ruta para la Cooperación Internacional", que se desarrolla en China.El presidente busca financiamiento para obras de infraestructura, desde centrales nucleares hasta casas. En este marco, se espera la firma de 16 proyectos.
Las negociaciones con el gigante asiático no estarán libres de tensión. Hay que recordar que las represas Cepernic y Néstor Kirchner, en Santa Cruz, están a la espera de estudios de impacto ambiental.
Otro tema de agenda es el comercio bilateral con China, que en 2016 fue deficitario para la Argentina. A pesar de ello, Macri insiste con convertir a la Argentina en el “supermercado del mundo”.Todo un modelo de “desarrollo”.
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Acuerdos comerciales
Mañana Macri será recibido por el presidente chino Xi Jinping en el Gran Salón del Pueblo de Beijing, para firmar acuerdos por unos U$S 30.000 millones en las áreas de agroindustria, energía, transporte y minería.
De la lista de 16 proyectos del plan, se espera el financiamiento para el plan de viviendas, donde la empresa china Sany anunció inversión de U$S 30 millones para unas cinco mil viviendas. Además, se aguardan fondos para las represas de Chihuido, por U$S 3.000 millones y las Cepernic y Néstor Kirchner, en Santa Cruz. Las dos últimas están frenadas esperando los estudios de impacto ambiental, aunque el Gobierno promete que continuarán sus obras.
Macri, también está a la caza de los fondos para obras en el ferrocarril. El plan incluye el material rodante y rehabilitación del sistema ferroviario de cargas del San Martín, Roca, Mitre, Urquiza y Belgrano. El objetivo es negociar con China la integración local del 20% en la provisión de material rodante y vagones. Fin difícil de obtener, cuando en los acuerdos anteriores todo el material rodante se compró al país asiático desmantelando empresas como EMFER.
Además, el Gobierno busca regularizar los fondos destinados al Belgrano Cargas, que se trabaron por el parate de las represas. Dicho proyecto fue anunciado en 2013 por Florencio Randazzo, ex ministro de Interior y Transporte, durante el Gobierno de Cristina. Pero la obra no prosperó y el volumen transportado fue decayendo año a año, a diferencia de las empresas que estaban en manos privadas, que sí incrementaron su carga transportada.
Con la asunción de Cambiemos, se ratificó el contrato con la empresa China Machinery Engineering Corporation (CMEC) para darle impulso a la reconversión del ferrocarril Belgrano Cargas. El rumbo de caída de las cargas siguió el mismo sendero que durante el kirchnerismo.
La “revolución ferroviaria” de Cristina y Randazzo no se concretó, más que con algunos parches. El deterioro del sistema ferroviario continúa con Cambiemos.
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Más dependencia
La famosa “lluvia de inversiones” prometidas, no llegó.Ante la ausencia de las inversiones, y las necesidades de financiamiento para obras, el oficialismo pretende con el desarrollo de las relaciones económicas con China mostrar que logra atraer inversiones. Los acuerdos que presentarán con “bombos y platillos” hacen honor a la pesada herencia k, ya que las represas y el proyecto del Belgrano Cargas son acuerdos que se pactaron durante el Gobierno anterior.
El macrismo, también, dio continuidad al “swap” (intercambio de monedas), que acordó el kirchnerismo, para fortalecer las reservas del Banco Central. A fines del 2015, la autoridad monetaria convino con su par chino convertir en dólares los yuanes en cartera provenientes del intercambio de monedas. Los “swap” son una manera que tiene el país asiático de ampliar su influencia geopolítica, así lo hizo con acuerdos parecidos en Corea del Sur y el Banco Central Europeo.
Por su parte, el financiamiento chino tampoco será gratis. El país asiático viene hace unos años buscando en América Latina y África provisión de materias primas e invierte aprovechando los recursos naturales de cada país. Así en Argentina compró recientemente la mitad de las acciones de Veladero a la Barrick Gold.
Otras empresas chinas, que ya aprovechan los beneficios de operar en Argentina son: el banco ICBC; CNOOC, que comparte con la inglesa British Petroleum, y la familia Bulgheroni la propiedad de Pan American Energy, que opera en Cerro Dragón, Chubut donde buscan cerrar un acuerdo flexibilizador como en Vaca Muerta. Hasta una base en la Patagonia levantaron, operada por la empresa SatelliteLaunch and Tracking Control General (CLTC).
La burguesía argentina siempre osciló en relaciones de dependencia con distintas potencias. Fue el caso de Gran Bretaña, después Estados Unidos; y otros países imperialistas. En el caso de China, se profundizan de los lazos de dependencia y hay mayor primarización de la economía local.
La sumisión total a China, que continúa desde kirchnerismo, no implica para el macrismocortar las relaciones carnales con EE.UU., y con otros países imperialistas como lo demostró la visita de Macri a Trump, o con Merkel en Alemania, España, etc. o la llegada del presidente de Italia.
Mónica Arancibia
Nacida en Bs. As. en 1984. Es economista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.