Gestión Obrera. MadyGraf: ¿quiénes son los trabajadores y las trabajadoras que reprimió el gobierno de Larreta?

“Si los patrones no quieren producir lo vamos a hacer nosotros”. El pronunciamiento de la asamblea fue contundente. La promesa de aquel martes 12 de agosto se cumplió. La cooperativa MadyGraf se encamina a cumplir cinco años produciendo bajo gestión obrera.

Este miércoles sus trabajadores y trabajadoras fueron reprimidos por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Gases, palos y golpes terminaron en varias detenciones. Fotógrafos y trabajadores gráficos fueron a parar a la comisaría.

La represión ocurrió mientras reclamaban contra una decisión del Ministerio de Educación de la nación que los deja fuera de una licitación, de manera completamente irregular.

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Pero la historia de MadyGraf no empezó este miércoles. Se remonta ya varios años atrás. Y pone de manifiesto lo que puede lograr la clase trabajadora cuando se organiza y lucha.

En agosto de 2014 la patronal norteamericana de Donnelley decidió, literalmente, hacer abandono de la planta ubicada en la autopista Panamericana, a la altura del kilómetro 36. La decisión empresarial fue una respuesta a la organización de los trabajadores que, desde hacía varios años, avanzaban en ponerle freno a los intentos patronales por precarizar las condiciones laborales. Esa organización se había materializado en la conquista de una Comisión Interna combativa y antiburocrática, donde tenían importante participación dirigentes del PTS-FIT.

Con el cierre la patronal dejaba a casi 400 trabajadores en la calle. Sin embargo, no hubo resignación, sino decisión de organizarse y luchar.

Siguiendo el ejemplo de las empresas recuperadas -uno de cuyos emblemas es la neuquina Zanon- los trabajadores ocuparon la planta y continuaron produciendo. Fue en ese marco que decidieron movilizarse y reclamar que fuera aprobada la creación de una cooperativa, mientras se seguía reclamando la estatización bajo gestión obrera de la empresa.

Gracias a esa pelea, en octubre de 2014 se conseguía la aprobación de la Cooperativa MadyGraf por parte del INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social).

Una empresa al servicio del pueblo trabajador

Bajo la gestión de sus trabajadores y trabajadoras, rápidamente quedó en evidencia que MadyGraf podía producir en función de las necesidades del pueblo pobre.

Al tiempo que se movilizaban para defender sus puestos de trabajo, realizaban donaciones de cuadernos a las escuelas públicas, demostrando que su producción podía tener una inmediata finalidad social.

A lo largo de estos cinco años, ese tipo de medidas se han reiterado en múltiples ocasiones. Con esas acciones políticas, los trabajadores muestran que su producción podría ser aprovechada por el Estado para proveer a estudiantes y docentes de parte del material didáctico que requieren. Y esto con un costo menor a lo que ocurriría contratando a un empresario.

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Unidad, solidaridad y lucha

A lo largo de estos cinco años MadyGraf ha demostrado, además, ser un ejemplo de solidaridad para la clase trabajadora. Desde esa mirada han acompañado activamente reclamos de otros sectores de trabajadores, del movimiento estudiantil y de los capas empobrecidas de la población.

Así, por solo citar un ejemplo, recientemente una delegación estuvo presente acompañando el reclamo de las trabajadoras domésticas de Nordelta que se manifestaban contra la discriminación sufrida en ese lujoso country.

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Bajo esa misma premisa, las trabajadoras de MadyGraf son parte activa del movimiento de mujeres que reclama activamente, entre otras cosas, por el derecho al aborto. La Comisión de Mujeres conformada en la gráfica ha demostrado una importante actividad militante en estos años, siendo parte de esa y de otras múltiples peleas.

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En defensa de la gestión obrera

A fines de 2018 los trabajadores de la cooperativa lanzaron un llamado público para apoyar su pelea. Asociate a MadyGraf: en defensa de las gestiones obreras se lee en uno de los múltiples anuncios difundido en las redes sociales.

A partir de entonces, MadyGraf se convirtió en sede de múltiples talleres y encuentros destinados a entablar una relación más directa con la comunidad. La decisión se convirtió en una forma de lograr apoyo y solidaridad efectiva, mientras se sigue peleando por una salida de fondo: la estatización bajo gestión de sus propios trabajadores y trabajadoras.

Como parte de esa activa defensa de la gestión obrera, MadyGraf se ha convertido en varias ocasiones en sede de encuentros, recitales e importantes reuniones. Se puede decir que está lejos de ser solamente una empresa gráfica.

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Defender y apoyar la lucha de MadyGraf

La decisión del ministerio que dirige Alejandro Finocchiaro de excluir a MadyGraf en la licitación para fabricar material escolar contrasta, vivamente, con los beneficios que su gobierno le da al gran empresariado.

Blanqueos de capitales, exenciones impositivas, aprobación de mecanismos fraudulentos como los Preventivos de Crisis. Si en los años kirchneristas, las grandes empresas “la levantaban en pala”, en la era Cambiemos todo sigue igual o mejor.

Es necesario apoyar activamente el reclamo de los obreros y las obreras de MadyGraf, perjudicados por la decisión completamente irregular de Educación. Hay que aportar a sostener la gestión obrera en esa importante gráfica.

Una gestión que, en estos casi cinco años ha demostrado nuevamente que las empresas pueden funcionar sin patrones. Pero es imposible que funcionen sin sus trabajadores y trabajadoras.