Las últimas décadas de neoliberalismo en América Latina han significado un fuerte ataque contra la educación pública, basado en punitivas y estandarizadas evaluaciones docentes y en el avance privatizador sobre el sector, con el pretexto de “mejorar la calidad educativa”.
Jueves 18 de mayo de 2017
Son los organismos multinacionales, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en cuyas decisiones Estados Unidos tiene una fuerte injerencia, los que dictan las políticas educativas, culturales y en otros órdenes a los países dominados por el imperialismo.
La política reaccionaria de Trump, como presidente de la mayor potencia económica y militar del mundo, en el terreno educativo claramente apunta hacia la descentralización y la privatización, siguiendo con el modelo de las “escuelas charter” (sostenidas con recursos públicos pero administradas por la iniciativa privada). Mientras que reduce el presupuesto para la investigación científica y promueve la injerencia de la religión en la educación.
Al mismo tiempo, recrudece la persecución a los migrantes y busca construir un muro fronterizo para frenarlos, pese a que ocupan los trabajos más precarios, por salarios miserables, sin derechos ni prestaciones.
Por ello, los maestros y maestras organizados en las agrupaciones Nuestra Clase y Pan y Rosas, que padecemos los avances de la reforma educativa promovida por la OCDE, impulsamos una gran campaña contra el muro, las deportaciones de migrantes y los planes imperialistas, que el gobierno y los partidos patronales nos imponen.
Esta campaña denuncia la política racista, machista y xenófoba de Trump. Queremos que miles de personas se sumen al repudio a estas medidas contra nuestras y nuestros hermanos migrantes, que padecen la superexplotación y que hoy son perseguidos por el gobierno de Estados Unidos, por lo que vienen protagonizando importantes movilizaciones y paros.
Muchos tenemos familiares o amigos migrantes y sabemos lo que están padeciendo. No podemos permanecer ajenos a esta situación. Muchos de nuestros alumnos tienen a sus padres, madres u otros parientes al otro lado de la frontera y su permanencia en la escuela, así como el sostén de su familia, depende de las remesas que les hacen llegar.
Estamos saliendo a las calles para recabar firmas, con las que mujeres, jóvenes y trabajadores manifiestan su apoyo a los migrantes y el rechazo a los planes imperialistas de Trump. Organizamos brigadas a las escuelas y plazas públicas para hablar con miles de personas a las que nadie escucha, expresar juntos la rabia que nos provoca esta situación y convertirla en organización.
Te invitamos a tomar esta campaña en tus manos, ayudándonos a recabar firmas y sumándote a las próximas acciones.
Puedes firmar la campaña aquí