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Red Internacional
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Jujuy. Maia Hirsch, una abogada que lucha contra el feudalismo extremo de Jujuy

Milita junto a Alejandro Vilca, el trabajador de recolección de basura que sacó más del 17 % de votos a diputado nacional por el FIT en 2017. En Jujuy han dado muchas batallas contra el gobierno de Morales y las patronales.

Rosa D'Alesio

Rosa D’Alesio @rosaquiara

Miércoles 7 de agosto de 2019 23:42

En 2006, un grupo de estudiantes de derecho de la ciudad de La Plata se impactó por la desaparición de Jorge Julio López. A partir de este hecho comenzaron a seguir a una de las abogadas del albañil que por segunda vez era desaparecido, esta vez en democracia. Desde ese momento Myriam Bregman se convirtió en una referente para estos jóvenes que recién iniciaban su carrera universitaria.

“Ingrid, Mariana, Celina, Nicolás y yo fuimos marcados por ese hecho y comenzamos a seguir las declaraciones de Myriam. Una abogada que planteaba que los crímenes de la dictadura, fueron un genocidio de clase” dice Maia, abogada y militante del PTS-FIT.

Estos nombres son poco conocidos para el gran público, pero muy familiares para los trabajadores de Electrolux de Rosario; de los ingenios, las fábricas y los estudiantes de Jujuy; los obreros que ponen a producir la gráfica MadyGraf; las víctimas-querellantes de los juicios de lesa humanidad en Neuquén y los trabajadores de SIAM en Avellaneda.

Dos años después otro hecho ocurrido en la ciudad donde vivían volvió a conmoverlos. El gobierno de Daniel Scioli ordenó reprimir a obreros de la fábrica Mafissa que defendían su trabajo, “ver el rol de los abogados peleando a la par de los trabajadores nos interpeló. Porque una cosa es ser crítico dentro del aula y otra muy distinta es poner tu profesión al servicio de las luchas. Fue por eso que en marzo de 2010 comenzamos a militar en el PTS”.

Todos estos jóvenes tienen varias cosas en común, ya no viven en La Plata y eligieron ejercer su profesión en ciudades donde escasean los abogados que mantienen una independencia política del Estado y los grandes estudios jurídicos.

Maia Hirsch recorrió 1558 kilómetros para llegar a Jujuy. En 2014 se sumó a las peleas que venían dando sus compañeros de partido, en la provincia que limita con Chile y Bolivia. Tres años después de su llegada, Alejandro Vilca, trabajador de recolección de residuos y dirigente nacional del PTS, se hizo conocido en todo el país porque obtuvo el 17,74 % de votos como candidato a diputado nacional por el FIT.

El conflicto de los trabajadores de Acero Zapla

“Cuando llegué a Jujuy, aún estaban en huelga los trabajadores de Zapla. Un conflicto difícil que mostró en Palpalá la potencialidad de la unidad de los trabajadores junto a sus esposas, quienes formaron una comisión de mujeres, para enfrentar al empresario Sergio Taselli. Durante 33 días lucharon por mejores condiciones de trabajo y por la efectivización de los tercerizados. Ahí conocí a Julio Mamani, actual concejal del PTS-FIT en esa ciudad, y delegado de base de los trabajadores de Zapla”.

Esa lucha fue derrotada por responsabilidad de la burocracia que firmó un acuerdo con recorte de derechos.

Cuando aún vivía y militaba en La Plata, Maia fue asesora del sociólogo y docente Christian “Chipi” Castillo que en 2013 ganó la banca a diputado provincial por el PTS-FIT.

“Comencé a seguir el conflicto de Acero Zapla, cuando estaba en la Legislatura junto a Chipi”. Este conflicto fue en parte la que la motivó a cambiar su lugar de residencia y comenzar algo nuevo y muy distinto.

La lucha de las mujeres, la juventud y las personas LGTBI

“Lo que más me impactó de Jujuy era la situación de las mujeres, en una provincia donde tiene mucho peso la Iglesia, y vayas donde vayas te encontras con una cruz”.
Otra cosa que llamó la atención de Maia, era el nivel de regimentación de la juventud. “Las detenciones en las plazas y en los barrios son sistemáticas”.

Tiempo después la marea verde llevó a las calles a miles de jóvenes y mujeres, algo que no había pasado hasta entonces. “Es muy profundo lo que está pasando, en la última marcha solo Pan y Rosa tenía una columna de 300 jóvenes en una marcha de 2.000. A la par de esto, hay un sector de jóvenes que comienzan a referenciarse con las ideas y valores de la izquierda, tanto con Pan y Rosas como con el FIT”.

También el movimiento LGTBI se expresó este año en una importante marcha “la más grande que vi desde que vivo aquí”.

Maia repasa cómo es vivir en Jujuy, una provincia con una geografía diversa que le resulta hermosa, y con un régimen feudal oprobioso, pero donde ve cómo la juventud comienza a revelarse. Habla de Keila, una joven militante del PTS, para describir este proceso de ebullición “se acercó a Pan y Rosas. Estudiaba en un colegio importante y comenzó a organizar el centro de estudiantes, enfrentando al rector del colegio, que junto a docentes le hicieron una campaña en contra. Ella no se achicó”.

Hay un gran proceso en la juventud que hoy está en disputa, por eso para Maia “Keila representa a quienes plantean que esto no va más”.

Cuando en enero de este año las mujeres jujeñas peleaban para que una niña, tras una violación, tuviera el derecho de interrumpir el embarazo, Maia contaba con algunas experiencias previas. Durante su militancia universitaria fue parte de la pelea de los estudiantes, que junto a organizaciones de mujeres como Pan y Rosas denunciaron en 2011 al docente y juez Horacio Piombo por fallos misóginos. Y en 2015, ante un nuevo fallo homofóbico, el diputado Christian Castillo, pidió su juicio político.

Pan y Rosas es una agrupación de mujeres socialistas, que en Jujuy también han dado importantes peleas. Sin duda esta experiencia les sirvió para enfrentar al gobierno de Morales porque a esta niña le realizaron una cesárea contra su voluntad. “Quisieron mostrar que ‘salvaron las dos vidas’, como exige la Iglesia. Violaron la legislación, que terminó con una niña vulnerada y un recién nacido que falleció”. Maia afirma que fue “un ataque de feudalismo extremo”.

Este ataque culminó con las denuncias que hicieron al ministro de Salud y a los jefes de los dos hospitales donde estuvo internada la nena. “Es muy difícil que logremos que los condenen, pero es una batalla política que logró, que en casos posteriores donde se practicó la ILE, ni el gobernador ni los médicos hablarán. Son peleas que sientan precedentes”.

El “régimen” de Blaquier

Al poco tiempo de llegar a la provincia, Maia acompañó a la Lista Roja de Comercio en Libertador General San Martín, formada por trabajadores que estaban cansados de la burocracia. Fue entonces cuando comenzó a frecuentar el departamento de Ledesma, que lleva el mismo nombre que una de las empresas de Carlos Blaquier, uno de los empresarios más odiados por las víctimas y familiares de la dictadura.

“Me impactó el peso de Blaquier en la provincia desde el momento en que llegué. Era el peso de su impunidad, el poder que no se modificó desde los años 60 hasta ahora. Asesoré y acompañé a los trabajadores de la lista opositora al Sindicato de Comercio, donde conocí a Luis Guerra, hoy concejal del FIT en esa ciudad. Fue entonces cuando Blaquier les comunicó a los dueños de los comercios que si empleaban a trabajadores de la Lista Roja dejaría de venderles el papel, insumo necesario para los comerciantes. Ni siquiera se trataba de su empresa, pero no podía permitir que surgiese cuestionamiento a las condiciones de trabajo y de vida en Ledesma”.

La pelea contra el responsable de la Noche del Apagón, continúa tan vigente como hace 40 años, “una pelea que no puede darse de la mano de peronistas ni radicales que le han garantizado sus negocios y poder durante todos estos años”.

2016, un año heavy metal

Atrás quedaba los días que acompañaba en las giras a su hermano, quien tenía una banda de rock, ahora sus días van al ritmo del heavy metal. Se enfrenta a pesos pesados de empresarios, gobernantes y el Poder Judicial, con el que se encuentra cada mañana en los tribunales jujeños.

Maia repasa todo lo que enfrentaron durante el 2016. “Fue un año de un ataque tras otro, para que te des una idea te podría afirmar que casi no quedó referente sindical y político sin que le abrieran una causa por luchar”.

Enero se inicia con la detención de la referente política y social de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala. “La detuvieron bajo una ilegalidad absoluta. Al momento en que se la llevaron no había entrado en vigencia el Código Contravencional, con el cual la imputan”.

Este código fue aprobado en diciembre del año 2014, con los votos del FPV, del peronismo y del radicalismo.

En febrero comienzan los despidos contra los trabajadores estatales, “entre ellos nuestra compañera Natalia Morales, delegada de ATE”.

Luego de una lucha de más de un mes, que incluyó movilizaciones en Buenos Aires, Natalia y el resto de los trabajadores despedidos fueran reincorporados.

Además, el gobierno comienza una persecución política a la oposición. “Por todo esto convocamos a organismos de derechos humanos para poner en pie una coordinadora antirrepresiva”. Comienzan a coordinar acciones contra los despidos y la criminalización de la protesta social; una experiencia nueva en la provincia.

“A penas logramos que Naty vuelva a su trabajo, avanzan contra nuestro compañero Julio Mamani, trabajador de Acero Zapla. Intentan llevarlo a juicio por la huelga del 2014, imputado por ‘Compulsión a la Huelga’, que implica que un trabajador obligue a otro a ser parte de una medida de fuerza contra su voluntad. ¿Si te cuento que no consiguieron que ningún obrero sostenga eso y que se basaban en testimonios de gerentes y del propio abogado de la fábrica, que me decís? Un verdadero bochorno.”

Para Maia lograr que cayera la causa fue producto de una importante pelea política y legal. “Creo que tan importante como lograr el sobreseimiento fue pelear, porque no existía tradición de enfrentar los ataques sistemáticos del régimen de Morales, y sentó un gran precedente a favor de los trabajadores que luchan por sus derechos”.

Luego le abren una causa a su compañero Miguel López, actual concejal en Libertador Gral. San Martín, “caratulada como ´turbación de posesión´ -que se le imputa a alguien por ocupar una propiedad privada-. ¿A vos te parece que a los trabajadores por hacer una huelga pueden imputarle esto? Nosotros fuimos muy claros con la fiscal, no pueden hacer pasar por delito lo que es un derecho conquistado”.

Lograron el sobreseimiento de Miguel, “porque se reconoce el derecho a realizar la cobertura de un conflicto, como la que hizo para La Izquierda Diario, y a solidarizarse con un reclamo obrero, derechos que tienen decenas de años, pero que en Jujuy no tienen vigencia".

Jujuy, capital de la represión

“En septiembre del 2016 convocamos a una Comisión de Organismos de Derechos Humanos, legisladores y diputados nacionales, que recogió las denuncias sobre violación de las libertades democráticas. Con algunos de estos integrantes visitamos a Milagro Sala en su lugar de detención".
Al día siguiente realizaron un Encuentro Nacional del CeProDH, junto a una de sus fundadoras, la diputada Nacional Myriam Bregman (PTS-FIT), quien había sido amenazada por el propio Blaquier por denunciar su responsabilidad en el genocidio en el Congreso Nacional.

Además participaron reconocidos organismos de derechos humanos de todo el país, como el CELS, APDH, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, CORREPI, entre otros.

"La idea no era sólo visibilizar el régimen policial reinante, sino también organizarnos para enfrentar la política de ajuste y represión del Gobierno de Morales. Se recogieron gran cantidad de denuncias sobre la escalada represiva que tuvieron mucha repercusión nacional. Fue un hito importante”.

Contra el bipartidismo, el FIT crece en la provincia

Durante la campaña electoral del 2015, la lista provincial del FIT estuvo encabezada por Natalia Morales, como candidata a Gobernadora y Alejandro Vilca, como candidato a primer diputado provincial. “Ese año impulsamos una campaña por superar el piso proscriptivo del 5 % sobre el padrón electoral, el más alto del país, y contra el fraudulento sistema de colectoras del PJ-FPV y UCR-Cambia Jujuy”.

Fue un hecho político importante que mostró el surgir de una fuerza política distinta al bipartidismo provincial.

“En medio de esta campaña, el 2015 terminó con un hecho de trascendencia nacional para el PTS y todos los que luchamos contra la persecución política dentro de los sindicatos, ya que el hostigamiento del Perro Santillán contra Alejandro Vilca, quien en ese momento era delegado de su sector, pegó un salto cuando lo expulsan del gremio SEOM”.

Vilca recibió el apoyo de 600 de sus compañeros. Además, presentaron ante la Justicia un Amparo Sindical, ya que lo privaron de ejercer su legítimo derecho de defensa. “Con la defensa sentamos un nuevo precedente, por la libertad sindical”, dice Maia.

“Las elecciones del 2017 fueron históricas, fortalecimos el FIT en la provincia. Ale gana por más del 17 % y junto a Naty, que ya eran conocidos por estar siempre en las luchas, mostraron desde las bancas que seguían del mismo lado”.

La lucha por la defensa de la educación pública

En 2018, cuando los estudiantes luchaban en defensa a la educación pública, “armaron la causa contravencional contra nuestras compañeras Andrea y Valentina, por solicitar, frente a la Casa de Gobierno, que algún funcionario del gobierno los escuche”.

“Le dimos mucha importancia a estas causas porque enfrentamos el Código Contravencional y logramos un triunfo al hacer que se caiga”.

Desde las bancas del FIT presentaron un proyecto para derogar el represivo Código Contravencional.

Ingenio La Esperanza

La pretensión de privatizar este ingenio, fue resistido por sus trabajadores acompañados por sus esposas. La lucha de estas mujeres llegó a medios nacionales y mostró una clase obrera dispuesta a enfrentar al gobierno, que era su patronal, mientras la burocracia, una vez más, terminó traicionando. Recién este año pudieron privatizarlo.

“Las bancas del FIT fueron un apoyo importante a los trabajadores del Ingenio y de toda la población de la ciudad de San Pedro”. Presentaron un Amparo Informativo en la Justicia, “logramos una sentencia favorable, pero el Tribunal Superior nos negó este derecho y, además, me sancionan por representar a los trabajadores. El Colegio de Abogados dijo que era un disparate, porque significa un impedimento al derecho de ejercer libremente la profesión”.

Con los despidos dejaron a más de 300 familias en la calle y liquidaron las conquistas laborales que los trabajadores habían arrancado con la lucha. “Por eso echaron a quienes defendieron todos estos años el Ingenio, como a nuestros compañeros Silvio "Chopper" Egüez y Walter Farfan.”

A tomar partido. Entre el rock y el folklore

Cuando en 2010 Maia junto a sus compañeras de estudio, Celina, Ingrid, Mariana entre otros, "con los que compartimos la militancia universitaria, nos dimos cuenta que con esto no alcanzaba y decidimos comenzar a militar en el PTS, sacaron una carta pública que se llamaba “A tomar partido”.

“Hoy sigue más planteado que nunca tomar partido, que toda esa energía de la juventud no se diluya”, dice y agrega que se quedó a vivir en Jujuy porque hay mucho por hacer. “Esto que te venía contando, las peleas por mostrar una tradición distinta enfrentando al régimen, donde se logran precedentes muy importantes a favor de la clase trabajadora”.

“Si me preguntas por qué terminé la carrera, te daría la misma respuesta de por qué elegí quedarme a vivir acá. Como abogados podes trabajar para grandes estudios, para empresarios, y nosotros elegimos ser independientes de todas las patronales”.

En Jujuy Maia no solo encontró el extremo de la opresión y la explotación, también entabló una amistad con Romina, profesora de arte, con la que vive. “Es mi compañera amiga” con quien comparte el mismo proyecto: tomar partido.

Rocko y Manchi, sus dos perros jujeños, “le ponen onda a la convivencia con Romi, y me hacen el aguante siempre”.

Como buena platense, le gustan los Redondos, pero en las alturas jujeñas conoció el folklore, y descubrió que le gusta mucho. Cuenta que empezó a tocar el bajo, pero pide que no lo publiquemos, porque no cree saber lo suficiente, sin embargo esto le permitió conocer a músicos con los que organizaron actividades solidarias y con los que sale a escuchar música. “El otro día fuimos con compañeros de Palpalá a escuchar funk”.

Y subraya “para darlo vuelta todo, hay que tomar partido”.

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Rosa D’Alesio

Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.

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