“Estoy feliz, Marcelo, por la iniciativa de ‘Pampa Energy’ que está respondiendo un poco a lo que son los objetivos centrales de este Gobierno.” El que pronunció estas palabras fue el presidente, Alberto Fernández, el jueves pasado en una videoconferencia por la inauguración de la Central Termoeléctrica Genelba en la localidad bonaerense de Marcos Paz. El receptor de esa alegría y quien lo escuchaba del otro lado era Marcelo Mindlin, dueño y principal accionista del grupo “Pampa Energía”, uno de los empresarios que más creció bajo el amparo de la administración de Mauricio Macri. El Presidente explicó que lo ponía muy contento que este tipo de emprendimientos los llevasen adelante capitales argentinos “radicados en el país, que apuestan al país, que crecen con el país, que sufren con el país y que se quedan en el país. Uno tiene la tranquilidad –sintetizó Fernández– de no depender de otros”. Algo muy diferente pensaba el 1° de julio de 2019 cuando era precandidato a presidente y en una entrevista con Luis Novaresio aseguraba que iba a revisar la política energética y los tarifazos impuestos por Macri: “Para mí es un acto de corrupción del macrismo, porque ahí están todos los amigos metidos, todos ellos: (Nicolás) Caputo, Mindlin. Todos los sabemos. Es público”, sentenciaba el actual presidente. Pero, repasemos como “sufrió” este empresario en los años macristas en los que no paró de hacer negocios y expandir su holding que desde la crisis de 2001-2002 se lanzó a la compra de varias empresas vinculadas a la electricidad. Empezó en 2004 con Transener, que tiene prácticamente el monopolio del transporte de electricidad en todo el país. En 2005 se quedó la mayoría de Edenor. Dirige empresas que acaparan toda la estructura del entramado de la energía: generación, transporte y distribución. En la generación posee participación accionaria en las hidroeléctricas Los Nihuiles y Diamante, en las Centrales Térmicas Piedra Buena y Güemes; y acciones también en las termoeléctricas José de San Martín y Manuel Belgrano. En el transporte controla Transelec y a través de ella Transener, compartida por el Estado. En la distribución cuenta con Edenor y una empresa que se llama Emdersa, que gestiona la distribución regional en La Rioja, Salta y San Luis. Edenor solamente tiene alrededor de tres millones de clientes. También controla la Transportadora Gas del Sur, Petrolera Pampa y Loma la Lata. O sea, todos los tarifazos (de 3000 % o 4000 %) que sufrimos durante los últimos años fueron a parar a los bolsillos de este sufrido señor. Según cálculos hechos por Pablo Anino y el equipo de economistas de La Izquierda Diario, en los últimos años Pampa Energía y Edenor facturaron 3,2 millones de dólares por día. Durante los años de Macri, compró las la mayoría de las acciones de la empresa Petrobras en Argentina. Pagó 897 millones de pesos y una jueza de Río de Janeiro envió un exhorto a la Argentina porque (en el contexto de las investigaciones por la operación “Lava Jato”) creyó que la transacción se hizo a precio “poco competitivo”. Pero además, una parte del dinero la aportó YPF, que en marzo de 2016 le otorgó un crédito de 140 millones de dólares. La forma fue de lo más curiosa: a YPF le interesaban dos áreas que pertenecían a Petrobras: el 33 % de Río Neuquén y el 80 % de Aguada de la Arena. Pero en lugar de comprárselas directamente a Petrobras le prestó el dinero a Mindlin para que adquiera la empresa y luego quedarse con esas áreas. Poco tiempo después de eso, el Gobierno de Macri decidió que la Anses le vendiera a Mindlin el 11,85 % de las acciones de Petrobras que manejaba desde el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS); Mindlin pagó 239 millones de pesos. Fue la primera venta de acciones del FGS de la era Macri. A muchos les pareció una ganga, entre ellas, a la diputada Victoria Donda que denunció que el Gobierno le vendió las acciones muy baratas y el tema fue a parar a la Justicia, según relato el periodista Ari Lijalad en un artículo de 2017. En marzo de aquel año llegó el nuevo emprendimiento de Mindlin: compró IECSA, la empresa conducida por Ángelo Calcaterra, el primo de Macri. “¿Si me hizo ruido que fuera la empresa del primo del Presidente? Justamente: esa fue la oportunidad de comprar barato”, aseguró Mindlin en una entrevista periodística. Parece que todo ese crecimiento no fue en vano, ya que este año se conocieron quienes fueron los principales responsables de la fuga de capitales en el país. Figuran el Grupo Clarín, Techint, Arcor, Aceitera General Dehesa y Pampa Energía. Mindlin está el “tope de gama” del ranking con cerca de 1.600 millones de dólares, repartidos entre varias de sus empresas, como la misma Pampa Energía, Petrobrás, Transportadora de Gas del Sur y Edenor. El sufrido Marcelo blanqueó 44 millones de dólares en 2017, justo más o menos lo que pagó por IECSA. Una investigación del fiscal Franco Picardi determinó que la venta fue simulada y que Mindlin es socio de los Macri en una compañía offshore establecida en el Estado norteamericano de Delaware, que a su vez es accionista de SACDE, el nombre con que renació IECSA. Parece que Vicentin no es la única empresa a la que le gusta el formato mamushka para hacer negocios. Agreguemos, eso de “capitales argentinos” y empresas patriotas también está puesto en cuestión en los integrantes del accionariado del holding. El magnate británico Joe Lewis, a través de una de sus firmas en el país, ingresó el año pasado como accionista en Pampa Energía y controla cerca del 10 % de las acciones. Recordemos, Lewis, el mismo que se quedó con el Lago Escondido en el sur y le prestó varias veces su estancia a Macri para las merecidas vacaciones después el arduo trabajo de dinamitar un país. Ah, y BlackRock, uno de los fondos de inversión más duros contra la Argentina en la negociación de la deuda, también tiene acciones en Pampa. Otro de los “sufrimientos” de Mindlin fue en el incendio que destruyó los
depósitos de la empresa Iron Mountain en Barracas en 2014. Aquel evento, recordarán, del que se sospecha que fue intencional, precisamente, para destruir evidencias de muchas empresas que tenían causas por lavado de dinero. Allí se guardaban archivos también Pampa Energía. La verdad, la de Mindlin es una vida llena de tragedias. Una más: el Día del Padre de 2019 un apagón masivo dejó en vilo a cerca de 50 millones de personas entre Argentina y partes de Brasil, Uruguay y Chile. En su momento se señaló como responsables a las dos empresas del Sistema Argentino de Interconexión Eléctrica que son Transener y Cammesa. Todavía se esperan las aclaraciones sobre lo que pasó. Sí así tratan al país y a sus recursos los sufridos empresarios que elogia el Presidente cuando está en desarrollo una crisis social histórica, la desocupación pasó los dos dígitos, hay suspensiones masivas con descuentos de salarios, pago del aguinaldo en cómodas cuotas y aumento de la pobreza; entonces, señor Marcelo Mindlin, por favor: ¡Pare de sufrir!
