Durante la semana de lucha por el 8 de marzo, Pan y Rosas impulsó un acto de mujeres y trabajadoras en lucha contra la precariedad. Reproducimos extractos de la ponencia de Marta Clar, dirigente de Pan y Rosas y estudiante de la Universidad de Barcelona.
Martes 15 de marzo de 2016
Foto: Pan y Rosas
"Pan y Rosas, junto a la Comisión Feminista y con el apoyo de la Comisión de Igualtat de la UB-Raval, estamos impulsando este acto en el que hemos invitado a varias mujeres trabajadoras para que nos hablen desde su experiencia sobre cómo les afecta la precariedad laboral y la violencia machista".
"Este acto, que tiene lugar después del 8 de Marzo, se da en el marco de grandes ataques hacia las mujeres. El 2015 se cerró con la escandalosa cifra de 109 feminicidios. Y casi dos años antes miles de mujeres en todo el Estado español salieron a la calle para enfrentar la contrareforma del aborto. Una histórica movilización que paralizó la reforma y provocó la dimisión del Ministro Gallardón, un hecho que pone en evidencia la potencialidad que tenemos las mujeres por una parte, pero por la otra, deja de manifiesto que tan solo las mujeres, con nuestra movilización y nuestra lucha, seremos capaces conquistar nuestra emancipación. El 7 de Noviembre en Madrid, tuvo lugar una manifestación histórica contra las múltiples violencias machistas y los feminicidios".
"Con los recortes en la Ley de Dependencia, son las mujeres las que en la gran mayoría de casos han tenido que volver a sus casas para cubrir estas tareas de cuidados. La eliminación de becas en guarderías y el precio de las mismas ha supuesto lo mismo: que muchas mujeres dejen sus trabajos para cuidar de sus hijos e hijas. Una situación que refuerza la brecha salarial y la contratación precaria, recordemos que el 70% de los contratos a tiempo parcial son a mujeres. La "feminización de la pobreza", la "doble jornada laboral", van necesariamente ligadas a una idea de la mujer como "recurso de apoyo" al salario masculino. La lucha por la igualdad laboral y en definitiva la consigna de "a igual trabajo, igual salario" que ya gritaban las primeras feministas está hoy más vigente que nunca.
Hoy, después de décadas supuesta “paz social” en los ’80 y ’90 y de conquistas de derechos limitados aunque importantes para las mujeres, las trabajadoras empezaron a reconocerse como luchadoras, activistas o huelguistas. Mientras plantean sus reivindicaciones laborales se unifican a múltiples luchas sociales y como “mujeres que luchan por sus derechos” están presentes en las manifestaciones contra los feminicidios y la violencia de género."
"Desde Pan y Rosas nos preguntamos: ¿Está naciendo una nueva generación de mujeres, que mientras enfrenta las consecuencias de la crisis, el paro, la precariedad laboral y la pobreza en los hogares, cuestiona a un sistema patriarcal que recorta cada vez más sus derechos y oprime mediante múltiples violencias?
En este contexto de luchas que nos encontramos, organizamos este acto con la firme convicción de que rescatar y darle voz a sus experiencias de estas mujeres tiene el objetivo de aportar en la recuperación de tradiciones perdidas, de las mujeres combativas de las décadas del ’60 y ’70, y que podemos aportar en la reconstrucción de esa ruptura entre el movimiento de mujeres y las huelgas y luchas de la clase trabajadora. Una tarea que los sindicatos mayoritarios abandonaron, dividiendo y aislando a los sectores más explotados de la clase obrera.
También abandonó esta tarea el movimiento feminista, en su mayoría “institucionalizado”, y limitando su lucha a adquirir más derechos dentro de la misma sociedad capitalista, derechos que son importantes pero que no ponen en cuestión el propio sistema que los genera: el capitalismo y el patriarcado."
"Todas estas experiencias que nos han contado las trabajadoras de Pantico, Movistar, Telefónica, Eulen, Servicios Sociales, profesoras, demuestran cómo la lucha por la liberación de las mujeres, pese a formar parte de la lucha contra la explotación del conjunto de la clase trabajadora, tiene sus particularidades. La falsa idea de que vivimos ya en tiempos de "equidad o de igualdad", oculta lo que nuestra propia experiencia demuestra".
"Nos propusimos hacer este acto en la Universidad, en un contexto de una fuerte elitización y privatización de la Universidad Pública, que ya viene imponiéndose desde la aplicación del Plan Bolonia y la subida de tasas hasta hoy, que nos quieren imponer el 3+2. Contundentes reformas que han tenido un principal objetivo: el de expulsar a la clase trabajadora de las Universidad, volver a convertir la educación en un derecho sólo para los ricos. Y que ha ido acompañada de una fuerte precarización también al personal docente. ¿Qué mejor manera de reivindicar la lucha por una universidad pública, de calidad, gratuita y al servicio de la clase trabajadora que convirtiendo nuestras aulas en un gran altavoz de solidaridad con las luchas de las mujeres y la clase trabajadora?
La precariedad deja a las mujeres en una posición de doble vulnerabilidad, por ser precarias y ser mujeres. Muchas veces la inestabilidad, la falta de recursos, se convierte en el mayor obstáculo para denunciar y luchar contra todo tipo de abuso machista, el miedo a perder el empleo es un enorme paralizador, por eso se hace cada día más urgente la más amplía unidad y organización de las mujeres: en las calles, en las aulas, en los centros de trabajo..."
"Nosotras venimos planteando la siguiente hipótesis: ¿es posible un resurgimiento, como en los ’60 y ’70 de un feminismo antipatriarcal y anticapitalista. Lo que está claro es que hoy, el movimiento feminista y de mujeres tiene grandes y nuevos retos. Porque el terreno de batalla de la lucha de género, es un terreno en la lucha de clases, para desde ahí recuperar y luchar por todos los derechos perdidos y por ganar de todas las mujeres. Y es en el terreno de la lucha de clases que estas trabajadoras están haciendo escuela."
"Las mujeres de Pan y Rosas nos proponemos recuperar las experiencias de aquellas mujeres que con las herramientas de la clase obrera se enfrentaron al espantoso destino que sus patrones les imponían, recluías en los hogares o en las fábricas. Y la tarea de recuperar la organización y organizar la fuerza. Y cada piquete, cada huelga, cada acto, cada vez que las mujeres nos enfrentamos a las fuerzas represivas y construímos nuestra solidaridad, lo hacemos convencidas de que avanzamos en esta enorme batalla. Y ellas, sin duda, son una enorme inspiración. Seguimos vuestros pasos, sois escuela: de pasión, de lucha, de resistencia, de rebeldía, del enorme potencial que tenemos las mujeres, aliadas con los sectores más oprimidos y explotados, para dar una salida a los principales problemas de la clase obrera".