Se trata de dosis producidas y guardadas en depósitos en Baltimore y Ohio,
que no son utilizadas, ni se exportan, mientras hay desabastecimiento en países que enfrentan la segunda ola.
Martes 6 de abril de 2021 08:17
Las dosis que se encuentran en los depósitos de Baltimore y Ohio no son utilizadas ya que aún no tienen aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA en inglés).
Anthony Fauci, principal asesor sanitario de la Casa Blanca, dijo además que es posible que no las necesiten, ya que cuentan con suficientes dosis de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, laboratorios norteamericanos.
Tampoco se habilita la exportación para que lleguen a América Latina y otros países donde hay desabastecimiento.
Millones de dosis quedan en depósitos sin utilizarse, ni exportarse, mientras vuelve el aumento de contagios y fallecimientos con la segunda ola de la pandemia.
La mercantilización de la salud lleva a la apropiación del 90 % de las producidas por parte de las principales potencias de un lado, y la escasez de vacunas por otro.
Como en Argentina, donde de la mano de AstraZeneca y Hugo Sigman, se “fugaron” 40 millones de dosis producidas en Buenos Aires por mAbxience.
Por eso el Frente de Izquierda propone como medidas de emergencia frente a la segunda ola la liberación de las patentes junto con la declaración de utilidad pública de los laboratorios que pueden producir la vacuna.