Durante la sexta jornada de protestas en Chile al menos un millón de personas salieron a las calles de todo el país. Esta fuerza muestra que se puede derrotar a Piñera y su estado de emergencia, pero sobre todo se puede luchar para imponer todas las demandas para romper de una vez con la herencia neoliberal del pinochetismo. Entrevistamos a Pablo Torres, miembro del Partido de Trabajadores Revolucionario y editor de La Izquierda Diario en Chile.
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Jueves 24 de octubre de 2019 09:23
Este miércoles se vivió la sexta jornada de lucha en el marco de un llamado a la huelga general convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y organizaciones estudiantiles y sociales de la llamada “mesa social”. Más de un millón de personas se movilizaros en todo el país. El grito de “Fuera Piñera” se escucha cada vez con más fuerza junto al ya clásico “Chile despertó”.
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Conversamos con Pablo Torres, miembro del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) de Chile y editor de La Izquierda Diario en ese país, sobre la jornada del miércoles, la situación de Piñera, el rol de las distintas direcciones y las perspectivas para los próximos días.
¿Cómo se desarrollaron las marchas de este miércoles?
Pablo Torres: En Santiago, más de 300.000 personas se movilizaron a plaza Italia, y decenas de miles más en varias comunas con concentraciones, cacerolazos o marchas. En Concepción unas 120.000. En la V región, Valparaíso y Viña unas 110.000 personas. En Antofagasta 20.000. También en Temuco. En La Serena y Coquimbo más de 40.000. En la ciudad minera de Rancagua unas 25.000 personas. En Valdivia cerca de 30.000. En ciudades como Iquique o Talca más de 10.000. En Puerto Montt unas 15.000 personas. Y así en muchas más ciudades y comunas se movilizaron decenas de miles durante todo el día. En la noche, también fueron decenas de miles los que participaron de cacerolazos y barricadas.
Una enorme fuerza social de trabajadores, jóvenes, pobladores, mujeres, comunidades originarias, se movilizaron desafiando nuevamente al Gobierno. Trabajadores del sector público, de la salud, docentes, mineros, portuarios, sindicatos del comercio y servicios, marcharon con carteles y banderas. Cientos de miles de estudiantes secundarios, universitarios y jóvenes trabajadores protagonizaron enfrentamientos en Plaza Italia y La Alameda, aunque de conjunto los enfrentamientos fueron menores. Es una muestra que hay disposición para luchar, fuerzas y energía de sobra para ganar, para desarrollar la huelga general con movilización hasta que caiga Piñera y para poner fin al estado de emergencia.
¿Cómo cayó la política de Piñera de ofrecer algunas concesiones y de negociar con los partidos del parlamento para intentar desactivar la lucha?
PT: La maniobra del presidente Sebastián Piñera de entregar migajas con una “agenda social” que no resuelve los problemas fundamentales y que mantiene los pilares de la herencia de la dictadura, no ha logrado sacarnos de las calles Su estrategia de entregar pequeñas reformas para no perder todo es vista por millones como una trampa del Gobierno junto a los viejos partidos de la Concertación (con los que gobernaron los últimos 30 años desde el fin de la dictadura). Los grandes empresarios preocupados de no perder sus privilegios, buscan presionar para entregar estas migajas para que la rebelión no amenace sus intereses.
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Mientras Piñera intenta engañar al pueblo chileno con migajas, mantiene el brutal estado de emergencia y los toques de queda con los militares, que ha dejado decenas de muertos en las calles, más de 2.400 detenidos y cientos de denuncias de golpizas. Aumentan las denuncias de torturas en varios lugares, como en el túnel del metro Baquedano. ¡Nuestros muertos no se negocian!
El Congreso completamente desacreditado, que cuenta con menos del 17% de aprobación y que está compuesto casi en un 80% por una casta de políticos millonarios de la derecha y la ex Concertación al servicio de los grandes empresarios, ahora quiere aparecer falsamente como “amigo del pueblo”, pero ha legitimado los toques de queda con los militares al mando.
¿Cuál es el rol que vienen cumpliendo el Partido Comunista y el Frente Amplio?
PT: El Partido Comunista (PC) y el Frente Amplio (FA), a la cabeza de la CUT y demás organizaciones, convocaron a la huelga general presionados por las calles, pero no para que caiga el Gobierno asesino Piñera, sino para presionar a un “diálogo” y acuerdos con las viejas instituciones del régimen. Tras finalizar la jornada del miércoles, hicieron un llamado a que Piñera dialogue con las organizaciones sociales mientras el Gobierno sigue matando, golpeando y torturando.
Aunque denuncien en sus palabras esta situación, la política del Partido Comunista y el Frente Amplio es la de ser pata izquierda de este régimen asesino al pedir el diálogo con el Gobierno y la unidad con la vieja Concertación que está sosteniendo a Piñera".
Primero dijeron que no dialogarían si se mantenía a los militares en las calles. Sin embargo, rápidamente fueron a sentarse a los salones parlamentarios como hizo el FA el día domingo cuando se discutía la suspensión del alza del pasaje del metro. Tan así que puso sus votos a favor de esta operación mientras se extendían los toques de queda en diversas regiones de norte a sur. El PC por su parte, que se negó a votar el día domingo, y aunque protestó este miércoles en la Cámara de Diputados, junto al FA se prestó para esta nueva maniobra de discutir leyes demagógicas para desviar la lucha de las calles a los salones parlamentarios mientras el pueblo carga con decenas de muertos y cientos de heridos.
Mientras hablan de “huelga legislativa” se prestan a esta maniobra legitimando las sesiones parlamentarias con los militares en las calles. Mientras estaban en el parlamento, no estuvieron en las calles acompañando las masivas movilizaciones, ni tampoco usando su peso parlamentario para ponerse a la cabeza en esta lucha denunciando la represión junto a los manifestantes, al gobierno autoritario y las trampas del régimen. El PC, ahora finalizando esta masiva jornada, ha llamado a que este mismo Gobierno asesino los invite al diálogo. Tampoco denunciaron abiertamente las migajas de Piñera como una maniobra que busca salvar a su jaqueado Gobierno mientras mantiene intactos los pilares de la herencia de la dictadura. Ahora el PC amenaza con una “acusación constitucional” contra Piñera ¿acaso será el reaccionario Senado y su “cocina”, los mismos que votan sus leyes quien volteará a Piñera?
Por su parte Revolución Democrática, del diputado y exdirigente estudiantil Giorgio Jackson, pide en sus afiches la “renuncia de Chadwick”, sin siquiera tocar a Piñera. Esta política no hace más que desviar la lucha de las calles hacia los salones de los políticos millonarios. Se ubican como la "pata izquierda" de este régimen, salvando al Gobierno y a las instituciones anti-populares.
Si estas fuerzas se propusieran verdaderamente la derrota del Gobierno, así como poner fin a la herencia de la dictadura, deberían desarrollar toda la energía y fuerza social para llamar a una gran huelga general de lucha y movilización con continuidad hasta que caiga el Gobierno, y tendrían que poner todas sus fuerzas en ese objetivo. En vez de eso, su política de diálogo no hace más que contribuir a sostener a Piñera y las trampas de los partidos de la derecha y ex Concertación.
¿Cómo crees que es posible articular las luchas de la situación actual para triunfar en sus demandas?
PT: Desde La Izquierda Diario y el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) proponemos otro camino completamente distinto: la huelga general activa y de lucha, con asambleas, coordinadoras y con continuidad, con movilización a La Moneda [Palacio de Gobierno] hasta que caiga Piñera y todo este régimen. Hoy ha quedado demostrado que hay fuerzas para pelear por esa perspectiva. Pero el PC, el FA y las burocracias se oponen a este camino. No se trata de “fuera Piñera” para luego sentar un acuerdo con las viejas instituciones y con la “oposición”, sino lograr su caída con los métodos de la lucha de clases.
Los socialistas revolucionarios, que luchamos por un gobierno obrero de ruptura con el capitalismo, sabemos que esta perspectiva no es aún compartida por la mayoría. Por esto proponemos una salida de emergencia democrática, imponiendo una Asamblea Constituyente Libre y Soberana a partir de la caída del gobierno y de las instituciones del régimen neo-pinochetista. Libre y Soberana, que decida todas las medidas sin ninguna restricción de ningún tipo y sin ningún otro poder que la limite. Una asamblea con representantes electos y revocables cada 20.000 electores y que ganen lo mismo que un trabajador, y que discuta sin ninguna traba todas las medidas de emergencia en beneficio del pueblo trabajador, donde luchemos por imponer un programa con medidas de emergencia como un salario mínimo y pensiones acorde a la canasta básica familiar, transporte público gestionado por trabajadores y usuarios que decidan las tarifas, educación y salud pública y gratuita, así como la nacionalización del cobre bajo gestión obrera, y otras medidas en ese sentido. Asimismo que liquiden la casi-monárquica figura presidencial o el reaccionario Senado.
El parlamento actual es una cueva de ladrones al servicio del poder empresarial que busca limitar de todas las formas posibles la soberanía popular. Hoy la verdadera democracia y soberanía está en las calles, y es desde allí donde se debe decidir todas las medidas en beneficio del pueblo trabajador.
Sabemos que los grandes poderes y los empresarios defenderán con uñas y garras sus intereses y se opondrán a las medidas que tome una Asamblea Constituyente verdaderamente libre y soberana. Por ello debemos avanzar a constituir asambleas, coordinadoras y comités desde donde surjan las fuerzas para enfrentar la resistencia patronal y del régimen, que abra el camino para la lucha por un Gobierno de las y los trabajadores en ruptura con los capitalistas para conquistar íntegra y efectivamente nuestras aspiraciones sociales y democráticas.