El gobierno nacional decretó no cobrar IVA ni impuesto a las Ganancias a los inversores que actúen bajo el sistema mixto de Participación Público-Privada (PPP).
Sábado 14 de abril de 2018
Nuevamente por decreto desde el gobierno entregaron un importante beneficio a los empresarios, nacionales o extranjeros, que decidan sumarse a la realización de obras en infraestructura bajo el sistema mixto de Participación Público-Privada (PPP).
Apurados por el comienzo de las ofertas para la realización de obras públicas a partir del 20 de abril, desde el gobierno presionados por los “inversores”, concedieron un nuevo beneficio impositivo.
En el último día de la semana se publico en el Boletín Oficial el Decreto nro. 300/2018. Allí el presidente oficializó y le dio carácter legal a la exención impositiva del IVA y de Ganancias para las “ las operaciones y prestaciones relativas a la emisión, suscripción, colocación, transferencia, compraventa, cambio, permuta, conversión, amortización, intereses, disposición, cancelaciones y demás resultados de los certificados, valores negociables, títulos valores —incluyendo los títulos valores fiduciarios PPP— o similares, actas o instrumentos de reconocimiento de la inversión o prestación a cargo del Contratista PPP, emitidos por el Fideicomiso PPP y los Fideicomisos Individuales, tendrán el mismo tratamiento impositivo que las obligaciones negociables.”
En febrero de este año el gobierno había oficializado, también por decreto, otro instrumento que reglamentaba la creación de Fideicomisos PPP.
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Los PPP, la clave para la realización de obra pública
A pesar de la incertidumbre sobre las condiciones de acceso a los PPP en detalle o la cantidad de ofertas que recibirán los planes del gobierno, por el momento no convencían demasiado a los llamados “audaces inversores”.
En el oficialismo la única certeza alrededor del lanzamiento de los programas de Participación Público-Privada, es que esa podría ser la herramienta que utilizaran para sostener una fuerte realización de obras en infraestructura, sin tener que aumentar directamente el nivel de endeudamiento o gasto público.
Es evidente que además de cuentas offshore, el gabinete macrista sabe mucho de negocios ligados a la obra pública. Franco Macri es un claro exponente del tipo de empresarios que se enriquecieron firmando contratos con el Estados cobrando sobreprecios, incluso bajo gobiernos dictatoriales. Por ese instinto de negocios de la Ceocracia gobernante es que saben que para sumar ofertas de inversores deben entregar beneficios que garanticen sus ganancias.
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La exención del pago de IVA y del Impuesto a las Ganancias para las actividades antes descriptas fue una de las tantas exigencias de los empresarios, nacionales o extranjeros, que sólo ven los PPP como una oportunidad de negocios.
Si bien es cierto que estos métodos se han implementado en muchos países en las últimas décadas, los aspectos negativos son innegables: obras con demoras excesivas o sin finalización, altos costos y cobros de sobreprecios, mayor endeudamiento de los Estados y suba del gasto, entre otros.
Los proyectos de PPP están a cargo de una Secretaría perteneciente al Ministerio de Finanzas, dirigido por el gran evasor, Luis Caputo. El plan de PPP propone cerca de 60 proyectos por un monto de 26.000 millones de dólares, e incluye obras importantes y otras de estilo faraónicas como la Red de Expresos regionales (RER), o redes de Autopistas y de Tendido Eléctrico.
Ganancias:promesas rotas para los trabajadores
La contracara de los beneficios y exenciones a los empresarios que estarían dispuestos a “invertir” su capital sí y solo sí tienen altas tasas de ganancias garantizadas; son las pesadas cargas impositivas que recaen sobre los sectores populares.
Mientras por decreto el presidente exime de pagar IVA y Ganancias a grupos inversores millonarios, para los trabajadores el no pago del Impuesto a las Ganancias fue sólo una promesa electoral. Esta dualidad que se volvió parte necesaria del modelo macrista, pide “esfuerzos” a los sectores de trabajadores que son día a día golpeados por los tarifazos que en sólo dos años ya excedieron el 1000 % de aumento en luz, gas y transporte.
Pero los salarios no subieron en esa manera, y el salario real aun no recupera los niveles de diciembre de 2015. La creciente inflación que el equipo económico no logra contener es otro elemento que azota el poder de compra de los bolsillos populares.
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Y si eso no bastara, la meta inflacionaria que imponía un techo en las negociaciones paritarias aún se mantiene en un irreal 15 % para 2018, cuando las propias mediciones oficiales han blanqueado que la inflación acumulada del primer trimestre del año es de 6,7 %.
Ante cada nuevo paso del gobierno queda marcada más fuerte su impronta de ser un gobierno de ricos que dictaminan leyes y posibilidades de negocios para empresarios amigos, socios, nacionales o extranjeros.
Si el Estado es el encargado de mantener aceitados los engranajes de la sociedad capitalista, basada en la explotación de los trabajadores, bajo este gobierno lo hace sin caretas. El ataque permanente a los sectores populares se concreta en cada medida que beneficia al capital, mientras intenta aleccionar a los trabajadores con cepo paritario, con la reforma de la movilidad jubilatoria, atacando a los docentes y a la educación pública, los despidos en salud.
Guadalupe Bravo
Nacida en Trenque Lauquen, Provincia de Buenos Aires en 1985. Es economista, recibida en la UBA. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2004. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.