Con el auditorio de la sede sindical colmado con más de 500 trabajadores y trabajadores de Luz y Fuerza Córdoba, la asamblea general rechazo de manera unánime el proyecto de Llaryora de convertir a EPEC en sociedad anónima que no es otra cosa que un nuevo intento para privatizarla y se preparan para un plan de lucha.
Miércoles 22 de enero 00:28
La asamblea general de Luz y Fuerza de Córdoba, realizada en el auditorio Agustín Tosco, se colmó de trabajadores y trabajadoras en horas de la tarde. Convocada con un día de anticipación, luego de que en el día de ayer se reuniera el cuerpo general de delegados, cientos de compañeros se hicieron presentes. No es para menos, ya que el día jueves de la semana pasada funcionarios del gobierno provincial citaron a directivos de EPEC y del gremio para comunicarles que el gobierno de Llaryora va a presentar un proyecto para avanzar en que EPEC se convierta en sociedad anónima.
La noticia corrió rápidamente en la base y la preocupación fue en aumento. El gobierno argumenta que no es una privatización, que el convenio no va a ser tocado y que lo deben hacer porque así lo dicta "la ley bases" votada el año pasado. Entre otros por los diputados del PJ provincial.
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Desde la directiva del gremio encabezado por Molina Herrera se rechazó el proyecto del gobierno y se abrió el micrófono para la intervención de los trabajadores. Distintos pronunciamientos fueron claros, explicando en primer lugar que "la ley de bases" no obliga a nada del sentido que le quiere dar el gobierno, que esto se trata de un nuevo intento de privatizar EPEC, de que por más que en lo inmediato el estado provincial se quede con la mayoría accionaria, la sociedad anónima permite que se privatice en cualquier momento vendiendo todo el paquete accionario a cualquier grupo financiero.
Las intervenciones también fueron claras en cuanto a la responsabilidad política del gobierno provincial que sigue la receta de Milei, defendiendo a los grupos económicos más concentrados, como la hace también el intendente Paserini queriendo regalar la TAMSE a los amigos del grupo ERSA y el PJ de conjunto defendiendo a rajatabla las ganancias de los grupos sojeros mientras en Córdoba avanza el desempleo, la pobreza y la desigualdad.
¿Por qué se quiere privatizar EPEC? ¿Qué implicaría para la población?
El intento de privatización de EPEC no es nuevo. Desde la vuelta de los gobierno constitucionales lo intentaron Angeloz, Mestre, De la Sota y Schiaretti. Este último avanzó mediante la tercerización de distintas ramas del servicio, reduciendo la planta y abriendo el juego a empresas que contratan de manera precarizada, sin medidas de seguridad que en el 2023 provocaron la muerte de Joaquín Amaranto, Pablo Nicolás Mercado, Maximiliano Flores, Lucas Lazarte y Omar Valencia. Todos jóvenes trabajadores que murieron por la desidia patronal que busca maximizar ganancias a costa de las vidas obreras.
En el 2018 Schiaretti encabezó un duro ataque al convenio junto a una campaña patronal de tratar a los trabajadores de "privilegiados" por el sólo hecho de haber mantenido sus conquistas con la lucha durante décadas. Junto al avance en la tercerización, los ataques a las condiciones laborales y salariales lograron imponer un ajuste en la empresa en los últimos años. Ataques que se dejaron pasar sin lucha a la altura salvo por las masivas movilizaciones del 2018. Lejos de lo que el gobierno y sus medios afines quieren instalar, muchos trabajadores de EPEC hoy se encuentran con un salario básico que está por debajo de la línea de pobreza. El famoso "saneamiento" de la empresa del que se jacta el gobierno fue a costa de ataques al salario, negociados con las tercerizadas y tarifazos que recaen sobre el pueblo trabajador, mientras se les brinda abultadas exenciones a las grandes empresas.
A pesar de estos avances, EPEC sigue siendo un objetivo del PJ provincial y de empresarios ligados a los servicios públicos, que ven en la empresa de energía un botín para seguir haciendo grandes negocios. La pretensión de avanzar en la sociedad anónima, busca preparar las bases para la privatización, avanzando en la toma de créditos para endeudar a la empresa y que luego sea la excusa para privatizarla vendiendo las acciones estatales por monedas.
Si hasta ahora EPEC se mantuvo como empresa estatal es gracias a la histórica lucha de distintas generaciones de trabajadores y sus familias, al masivo apoyo de laburantes de distintos gremios, estudiantes y la población en general. Y eso permite, como lo expresó Tomás Di Tofino en la asamblea, que a diferencia del AMBA hoy no existan cortes pronunciados, que la energía como derecho humano de la población pueda llegar a muchos rincones de la ciudad. Algo impensado con una empresa privada que privilegia sus negocios antes que la prestación del servicio.
La lucha por la defensa de EPEC es una lucha de todo el pueblo trabajador de Córdoba. Es una lucha de los jubilados y jubiladas, como lo expresó también un compañero planteando que es una pelea para acceder a la electricidad ya que con las jubilaciones de miseria que padecen los adultos mayores no podrían pagar las tarifas convencionales.
Empieza una gran pelea
La gran participación de las y los trabajadores en la asamblea demuestra, una vez más, que los laburantes están dispuestos a defender la empresa estatal, que cuando son convocados participan masivamente. Atrás queda el argumento de ciertos dirigentes que dicen que las y los trabajadores no quieren pelear. La asamblea se dio la tarea de fortalecer la unidad por abajo con todos los compañeros y compañeras para preparar las distintas medidas de lucha necesarias para evitar que pase este nuevo ataque.
Pero también hubo voces que plantearon la necesidad de buscar la unidad y coordinación con otros sectores, apostando a la solidaridad de gremios, estudiantes. Algo que se expresó en la propia asamblea, con adhesiones y apoyo de la nueva Junta Interna de ATE Conicet, la agrupación Docentes D Base que está en la directiva de UEPC Capital, desde la secretaría de relaciones obrero estudiantiles del centro de filosofía, del Foro Solidario de jubilados y la concejala por el FITU Laura Vilches.
Hay que convocar a todos los sectores que vienen resistiendo el ajuste de Milei y Llaryora. A los docentes de UEPC capital, a los investigadores del CONICET, a los miles de estudiantes que salieron masivamente en defensa de la universidad pública y el boleto estudiantil, a los trabajadores químicos de Río Tercero, a jubilados que se movilizan todos los miércoles, a organizaciones sociales, delegados y comisiones internas combativas. Mostrar esa unidad en las calles, llevar la lucha de la defensa de EPEC a cada sector, impulsar comités de usuarios, buscar la unidad con los trabajadores de las tercerizadas incluyendo el reclamo del pase a convenio, cuestionar los tarifazos que recaen sobre la población trabajadora mientras se les da millonarios beneficios a los empresarios amigos de Llaryora. La CGT y CTA que hoy llevaron su adhesión, tienen que pasar de los meros pronunciamientos a la acción, dejar las excusas y apoyar con medidas contundentes el plan de lucha que lleven adelante los trabajadores de Luz y Fuerza. Es una gran tarea por delante para enfrentar un nuevo intento de privatización, pero hoy se demostró que está la fuerza para llevar adelante esta lucha.
