Violencia antiinmigrantes. Masivas protestas en Reino Unido frenaron los ataques de ultraderechistas xenófobos

Tras una semana de violentas manifestaciones antiinmigrantes que atacaron mezquitas, centros de asilo, y otros lugares vinculados a la atención de migrantes, este miércoles decenas de miles salieron a las calles en todo Reino Unido y pusieron freno a los ultraderechistas que amenazaban con una nueva ola de ataques racistas.

Las contramarchas tuvieron lugar en ciudades tan importantes como Londres, Bristol, Newcastle, Birmingham y Brighton, y lograron disuadir la gran mayoría de las convocatorias hechas por los ultraderechistas a través de las redes sociales. En las pocas que lograron concretar, se produjeron breves enfrentamientos con los antirracistas o fueron contenidas por la policía, como en Blackpool y Aldershot (Hampshire).

Gigantesca manifestación antirracista hoy en Londres. Esta es la respuesta contra los neonazis que atacan a los migrantes en Inglaterra. Impresionante. pic.twitter.com/zK0fn5zGxS

— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) August 7, 2024

Los manifestantes solidarios con la inmigración rodearon los lugares amenazados a la manera de “escudos humanos” y mostraron pancartas con consignas como “bienvenidos los refugiados”, o “no al racismo”. En varias concentraciones se oyó el grito de “somos más que ustedes”, desafiando la violencia de los ultraderechistas.

Thousands turn out in Liverpool to stand against racism.

All across the country.

From Newcastle to Liverpool, to Bristol, to London, to Brighton.

People are saying:

No to racism
No to violence
Yes to unity.

The racists cannot win.
They will not win.pic.twitter.com/vbVuGATeFf

— Howard Beckett (@BeckettUnite) August 7, 2024

El nuevo gobierno laborista de Keir Starmer (asumido en julio) que pretende mostrarse más amigable con la inmigración, y sobre todo evitar las imágenes de bandas de ultraderechistas quemando centros de acogida y de alojamiento de migrantes, desplegó unos 6.000 policías para intentar desalentar a las casi 100 convocatorias de los grupos xenófobos.

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Sin embargo, Starmer todavía no tomó ninguna medida para contrarrestar la orientación antiinmigrante que desarrollaron los gobiernos conservadores en la última década y media. Por el contrario, la mantiene, como mostró la revuelta juvenil en la ciudad de Leeds hace pocas semanas.

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Conservadores y laboristas, siguen así la política de la mayoría de sus pares europeos que cierran las fronteras a la inmigración, cuando son sus propias políticas de expoliación y de guerra, las que generan los grandes flujos migratorios; y cuando hacen la vista gorda ante los abusos de los empresarios que se aprovechan de los inmigrantes como mano de obra barata y precarizada.

Por su parte, los líderes conservadores Matt Vickers y Robert Jenrick, criticaron a Starmer. Jenrick afirmó que el primer ministro "no mostró igualdad de trato ante todas las formas de violencia perpetradas por quienquiera que sea”, en alusión al atentado con cuchillo que hace una semana terminó con la vida de 3 niños e hirió a otros más y que desató las protestas de los ultraderechistas cuando se difundió erróneamente que el atacante había sido un joven inmigrante.

En febrero de este año, Jenrick había dicho en el Parlamento que "hemos permitido que nuestras calles estén dominadas por extremistas islamistas", un tipo de discurso que contribuye a la violencia racial y xenófoba.

Volviendo a los laboristas, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, hizo un llamamiento a los londinenses para que "controlen a sus amigos y vecinos y les demuestren que los londinenses se preocupan por los demás y son compasivos con ellos", mientras que su viceprimera ministra, Angela Rayner, agregó: "los alcaldes de todo el país están uniendo a la gente para condenar el odio, la violencia y el vandalismo".

La realidad es que no defienden a los inmigrantes. Una vez creada una opinión pública contra los inmigrantes, tratan de poner límites a la violencia de los sectores más conservadores y reaccionarios; por un lado, para no perder el control de la situación, pero sobre todo para evitar que sean los trabajadores y la juventud los que frenen, tomando las calles, a la derecha racista.

Cabe recordar que Reino Unido viene de ser el principal país con un masivo movimiento contra el genocidio israelí en la Franja de Gaza. Cientos de miles se han movilizado exigiendo un alto el fuego inmediato en solidaridad con el pueblo palestino. La propia derrota histórica sufrida recientemente por el Partido Conservador tras 14 años de gobierno, puede estar expresando un cambio político en millones de trabajadores y jóvenes. En ese contexto, las movilizaciones de este miércoles ―que fueron precedidas por algunos enfrentamientos callejeros durante el fin de semana cuando grupos de jóvenes solidarios salieron a frenar las protestas xenófobas―, pueden ser un nuevo capítulo en el desarrollo de un movimiento juvenil contestatario que se está viendo en varios países.