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Red Internacional
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Ciudad de Buenos Aires. Maternidad en la UBA: las autoridades a marzo

La foto de una estudiante preparando un examen final con su hijo dormido al lado en la Facultad de Ciencias Sociales, se volvió viral en redes sociales y reabrió el debate sobre cómo es ser madre durante el paso por la universidad o si trabajas en ella.

Viernes 28 de febrero de 2020 17:15

En febrero aparecen los apuntes en la cama cuando lxs niñxs ya se fueron a dormir, las fotocopias inundan el asiento del colectivo rumbo al trabajo, encuentran un huequito entre bocado y bocado para ser leídos a la hora del almuerzo.

Sobre una de las mesas de la planta baja de la Facultad de Sociales -donde no hay comedor ni biblioteca-, ella resalta las principales ideas del texto con la mano izquierda y con la otra sostiene a su hijo que se quedó dormido entre papeles, lapiceras y mate.

“Hay que hacerle un monumento al esfuerzo” escribe alguien en el grupo de Facebook de la facultad. “¡Sí! una placa cuando se reciba”, se lee en el comentario de otra persona.

Discursos progresistas, realidad expulsiva

Pero el discurso meritocrático que repitieron hasta el hartazgo quienes son vocerxs del macrismo dándole letra a sus amigos del club “los liberales” (sí, sin x), contrasta con la realidad: 3 de cada 4 que ingresan a la Universidad de Buenos Aires terminan abandonando la cursada (1).

Estos números lejos de explicarse por una supuesta “falta de compromiso” (como nos quieren hacer creer los que consiguieron sus fortunas a costa del esfuerzo de otrxs), se comprenden cuando vemos que la única oferta laboral a la que accedemos lxs jóvenxs es en bares, restaurants, oficinas, call centers o búsqueda de fondos en la calle para ONGs, siempre con horarios rotativos que no encajan con los de la cursada y salarios que lejos están de llegar a la canasta básica familiar que es de $40.373,01 según informó el INDEC durante febrero.

Sol tiene 26 años, milita en la agrupación Pan y Rosas impulsada por el PTS en el Frente de Izquierda Unidad. Estudia Psicología en la UBA, trabaja y tiene una hija de 2 años. Vió por Twitter la foto de esa madre con su hijo e inmediatamente aparecieron en su cabeza los recuerdos de como fueron los primeros meses de su embarazo.

“Decidí hacer una materia intensiva en verano, la experiencia de cursar embarazada fue malísima por las condiciones de las aulas, estábamos todos amontonados, faltaban sillas, no había aire, incluso llegó a desmayarse gente y así que otra vez tuve que quedarme en casa, no podía cursar así, era peligroso”, contó. “Todo el primer año desde que nació mi hija fue imposible volver a cursar, no tenía con quién dejarla, menos pagarle a alguien para que lo haga por mí. Hoy sigo haciendo malabares con eso, incluso he ido a entregar parciales domiciliarios o trabajos prácticos con ella, pero no quiero llevarla a cursar conmigo. Lo pensé mucho, y la verdad es que me quedaría preocupada por dejarla en un lugar donde hay mucho ruido, se fuma o incluso le tenes que pedir que esté en silencio, sentada, sin corretear. Y son niñes, tienen que tener su propio espacio para jugar, interactuar. La realidad es que un jardín en la facultad ayudaría a las que tenemos hijos, tanto estudiantes como también docentes y no docentes. En Psico el jardín es un reclamo que viene hace bastantes años, se pide que sea un espacio apto y agradable para les niñes para que podamos continuar con la cursada y que sea gratuito y no esté privatizado para hacer un negocio", afirmó.

Cuando leemos el relato de Sol o vemos como el movimiento de mujeres visibilizó que recaen con mayor responsabilidad en las mujeres las tareas de cuidado y crianza de lxs hijxs en una sociedad capitalista y patriarcal, nos damos cuenta que las autoridades de la universidad se llevaron a marzo la perspectiva de género.

La marea verde inundó un país entero en plazas, barrios, calles y las principales avenidas de todas las ciudades del país. Esa fuerza es la que está en las escuelas, terciarios, lugares de trabajo y en las universidades, aunque los dinosaurios de la UBA hagan todo para no verla.

El Rector Alberto Barbieri -máxima autoridad de la UBA- y lxs decanxs de las facultades se dividen entre quienes miran para otro lado, y quienes desde posturas feministas y progresistas tampoco cuestionan la estructura desigual que reina en las facultades. El impulso de cátedras y contenidos asociados a los debates de género y diversidad son un paso adelante en la UBA y esto se explica por la irrupción del movimiento de mujeres a nivel internacional, en la agenda política local y también en las universidades. Sin embargo, no puede hacernos perder de vista la vigencia de reclamos históricos de la comunidad educativa como en el caso de las Facultades de Sociales y Filosofía y Letras donde no existe jardín materno parental siendo la facultad de la UBA con más porcentaje de estudiantes que son padres o madres. O el caso de Psicología, donde luego del deterioro del jardín no se realizaron las obras pertinentes y continúa sin funcionar hace años.

Los casos de Filosofía y Ciencias Sociales son gráficos: en la primera, hasta diciembre hubo una decana mujer, Graciela Morgade, que renunció para integrar el ministerio de educación del gobierno de Alberto Fernanfez. Ella nunca quiso llevar adelante este reclamo que cambiaria de raíz la realidad de las mujeres en su facultad y que además estaba respaldada por la comisión de mujeres, diversidad sexual y de género de la Facultad, la anterior conducción del centro de estudiantes y cientos de docentxs y no docentxs de Puan 480. En el caso del edificio ubicado en el barrio Constitución, la máxima autoridad es Carolina Mera, que comparte el mismo espacio político que las autoridades de Filosofía y Letras, del Frente de Todos. Ella tampoco tiene como proyecto la construcción de un jardín en la sede y si bien este debate está en boca de todxs en su facultad, no le escuchamos ni una declaración al respecto.

Noticias, de ayer

Según el último censo realizado por la Universidad de Buenos Aires en 2011 el 62,7% de los estudiantes trabajan y un 19,8% se encontraba desocupado, pero buscando reinsertarse en el mundo laboral (2).

Lo gratuito de la universidad se pone en cuestión cuando hay que pagar apuntes que no paran de subir de precio, cuando la combinación de colectivo, subte y/o tren es sin boleto educativo gratuito, cuando el costo del transporte público aumentó considerablemente durante el macrismo y el actual ministro de Transporte, Mario Meoni, dijo que “probablemente” vuelvan a aumentarlo en el mes de mayo. Ni hablar del desayuno, almuerzo o merienda que ofrecen empresas privadas dentro de la universidad como única opción, a precios atados a la inflación, porque no hay comedores universitarios financiados por el estado que brinden viandas baratas para toda la comunidad educativa.

Radicales, macristas, peronistas y kirchneristas gobiernan la UBA hace años, sosteniendo un régimen precarizado y antidemocrático. Y tiene sentido, porque son los bloques políticos que en el Congreso y las provincias comparten que hay que pagarle al FMI quitando recursos de los presupuestos para educación, salud, vivienda, trabajo y planes contra la violencia machista. La contracara, problemas estructurales que se profundizan: la ausencia de jardines materno parentales y de la aplicación del protocolo contra la violencia de género en la UBA; de comedores estatales universitarios, las pésimas condiciones de infraestructura, el desfinanciamiento de becas, como también lxs miles de docentes ad honorem y no docentes con sueldos de miseria a lxs cuales quieren sacarles la cláusula gatillo y donde muchos no están en planta permanente.

La Universidad de Buenos Aires no es una isla, dentro de ella rigen las mismas reglas que afuera: que lleguen lxs que puedan.

El 8M por los reclamos de estudiantes, docentes y trabajadorxs de la educación

En poco más de una semana, el movimiento de mujeres y la diversidad sexual se prepara con fuerza para volver a inundar las calles en un nuevo 8 de Marzo internacional de las mujeres, por la aprobación del proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Aborto, por educación sexual y separación de las Iglesias y el Estado. Hay que preparar que los reclamos de la comunidad educativa se escuchen con fuerza junto al de estudiantes, trabajadoras, amas de casa: exigimos construcción de jardines materno parentales en todas las facultades y colegios de la UBA, así como edificios administrativos, con personal capacitado y oferta horaria amplia; por presupuesto ya para la aplicación efectiva del protocolo contra la violencia de género en todas las dependencias; por perspectiva de género en todas las carreras. Hay que exigir a las conducciones de los centros de estudiantes que tomen estos reclamos, que organicen instancias de debate y organización. Pan y Rosas llevará estos reclamos el día lunes 9 que será la movilización por el Día Internacional de la Mujer, y te invitamos a dar esta pelea juntas en cada facultad.

(1) https://www.clarin.com/sociedad/10-estudiantes-reciben-tiempo-universidad_0_B1QH9I7gm.html

(2) http://www.uba.ar/institucional/censos/Estudiantes2011/estudiantes2011.pdf