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El Círculo Rojo. Maternidad subrogada: ¿libre elección o negocios?

La mercantilización de la gestación y el parto bajo la lupa por el abandono de un bebé prematuro en Córdoba. Columna de géneros en El Círculo Rojo, programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos.

Celeste Murillo

Celeste Murillo @rompe_teclas

Viernes 21 de febrero 09:38

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· Si existe un contrato firmado por dos personas con “consentimiento previo, libre e informado”, una paga por un servicio y otra cobra por brindarlo, con cláusulas de rescisión, indemnizaciones, etc. Todo normal, ¿no?

· Pero si ese contrato es para alquilar el cuerpo de una mujer para gestar un bebé con óvulos de otra mujer, ese bebé nace y es abandonado en el hospital. ¿Sigue todo normal?

· Es exactamente lo que pasó en un hospital de Villa Allende (Córdoba): en noviembre de 2024 nació un bebé prematuro, la mujer gestante se fue cuando le dieron el alta, la progenitora (la mujer francesa que puso los óvulos) nunca se presentó, el bebé quedó a cargo de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. Hoy está en un hogar transitorio hasta que declaren su adoptabilidad.

· El fiscal a cargo de la causa dice que investigando encontraron “motivos económicos” y no “altruismo” (como dice el contrato firmado con “consentimiento previo, libre e informado”). El mismo fiscal investiga desde el año pasado dos clínicas (Fecundart y Nascentis) por “captar” mujeres pobres para gestar.

Deseo, derechos y desigualdad

· Cuando se habla de gestación subrogada siempre se subrayan el deseo y los derechos. Esa narrativa opaca las condiciones en las que se realiza ese deseo y hace más complejo el debate.

· Entre las condiciones más importantes está la desigualdad evidente entre las personas que gestan (cuya mayoría son mujeres pobres y/o de países pobres) y las que “subrogan”, las familias de intención (cuya mayoría son familias ricas y/o de países ricos).

· El derecho de ser madre o padre se concibe hoy como el derecho individual a tener hijos e hijas con lazos genéticos. Que el foco esté puesto en el derecho individual encaja perfecto en la creación de un nicho de mercado muy atractivo.

· En ese esquema queda relegado el derecho a la familia (la que cada persona desee con quien desee). En primer lugar, se relega ese derecho a la familia de niños y niñas que no la tienen, y también de la mayoría que enfrenta muchos obstáculos (altos costos de vida, sobre todo del cuidado, jornadas laborales extensas). ¿Por qué no entra en “derecho a la familia”?

· La socióloga Sara Lafuente Funes (Mercados reproductivos. Crisis, deseo y desigualdad) dice que existen derechos sexuales y reproductivos pero, para ella, “no existe el derecho a tener una criatura propia o a reproducirme yo con mis genes o yo con mi cuerpo”.

· Se puede estar más o menos de acuerdo con esa postura, pero como mínimo amerita hacernos muchas preguntas antes de asegurar que ese derecho justifica prácticas costosas (no solo en términos económicos sino de recursos y de la salud de las mujeres gestantes o que se extraen óvulos).

· Identificar el deseo con la biología o la genética alimenta una industria que reduce a las mujeres pobres a reproductoras para “consagrar” el derecho o realizar el deseo de alguien que puede pagarlo.

¿Qué pasa en Argentina

· La gestación subrogada no es ilegal pero tampoco legal. En ese vacío, ese gris legal, crece el mercado reproductivo y nuestro país comienza a instalarse incluso como destino reproductivo.

· Una aclaración importante: criminalizar no resuelve nada. El año pasado hablamos de la prohibición en Italia, cuyo objetivo nunca fue frenar la mercantilización de la vida sino la defensa de la familia tradicional, nativa y blanca y la guerra a las familias LGBT (cuando la mayoría de las parejas que acuden a estas prácticas son heterosexuales).

· ¿Es posible regular estos mercados? ¿Podrían las leyes resolver las desigualdades sobre los que se construyen? La experiencia en países europeos no dan un panorama optimista.

· El mercado reproductivo implica nuevos problemas, como el que plantea este bebé que nace de un “servicio”. Desde la perspectiva de esta nueva persona en el mundo: ¿quién vela por su derecho a tener una familia y a la identidad?

Para escuchar y leer

· El podcast Reproducción Insistida (en Spotify y en Izquierda Diario del Estado español), sobre todo un episodio en el que su anfitriona Isabel Cruz entrevista a Maria Sellés Vidal de la Asociación de Hijas e Hijos de Donante. Abordan un montón de problemas nuevos, éticos, legales, económicos, de personas que llegaron al mundo como resultado de estas prácticas y ya son adultas.

· La novela El cuerpo es quien recuerda (Tusquets, 2022) de Paula Puebla, una escritora argentina. Esta novela bucea en el mundo de la mercantilización de la maternidad y qué pasa con las vidas de las personas involucradas. Como pasa muchas veces, la literatura es disparador de debates interesantes y necesarios.

· El libro Mercados reproductivos. Crisis, deseo y desigualdad (Katakrak Liburuak, 2021) de Sara Lafuente Funes, que analiza la extensión de estos mercados, en qué contexto se desarrollan y qué preguntas plantean.


Celeste Murillo

Columnista de cultura y géneros en el programa de radio El Círculo Rojo.

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